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Filosofia Y El Camino A La Virtud


Enviado por   •  5 de Marzo de 2014  •  1.665 Palabras (7 Páginas)  •  206 Visitas

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1.1La mayéutica de Sócrates

Consiste en preguntar, interrogar incesantemente a los interlocutores sobre un tema determinado tratando de encontrar el concepto más adecuado.

El método tiene dos etapas:

(1) La ironía, que consistía en convencer al interlocutor de que ignoraba el tema que creía dominar

(2) La mayéutica propiamente dicha, que era extraer del espíritu del interrogado una serie de ideas sobre el tema en cuestión. A medida que avanza el análisis del asunto en cuestión van surgiendo nuevas ideas, cada vez más rigurosas.

1.2 La dialéctica de Platón

Platón, discípulo de Sócrates, siguió el método de su maestro, pero le dio mayor vigor y lo perfeccionó.

El diálogo platónico tiene dos fases:

(1) La intuición de la idea. Apenas se produce un problema, se busca una solución. Esta respuesta puede o no ser aceptada, pero no interesa tanto, lo que interesa es que se tiene ya un punto de partida

(2) La crítica de la idea. Consiste en el examen riguroso de la tesis o de la teoría sentada para resolver el problema del debate.

Entonces, una vez sentada la primera tesis, ésta es sometida a una crítica implacable, llegando así a un resultado nuevo, el cual sometido también a crítica, y así sucesivamente, llega a una conclusión que ya no puede ser reajustada.

A lo largo de este proceso se advierte el empleo de numerosos procedimientos lógicos. Así, se utiliza la definición, el concepto fundamental de algo; la división, para distinguir una cosa de otra; la hipótesis, que presenta teorías probables; la demostración, que intenta probar la hipótesis. La deducción (ir de lo general a lo particular) y la inducción (ir de lo particular a lo general).

El fundamento del método dialéctico se encuentra en el mito de la reminiscencia, de acuerdo al cual se trata de recordar los conocimientos perfectos que teníamos de las ideas perfectas cuando habitábamos en el topus uranos.

EJEMPLO 1:

Diálogo Socrático

Extraído de la obra Critón (Platón)

Tema: La Mayoría y los expertos.

- Sócrates: Mi querido Critón, tu afán ha de ser de mucho valor si lo acompaña algo de rectitud; si no, cuánto mas fuerte sea, tanto más embarazoso (será para mí). Por consiguiente, es necesario que examinemos si debe obrarse así o no. Porque en lo que a mí respecta, no sólo ahora sino siempre he procedido de modo tal que jamás he hecho caso a ninguna otra argumentación que aquella que, al reflexionar, me ha parecido la mejor. Y los argumentos que he sostenido antes no los puedo rechazar ahora porque me haya tocado mejor suerte. Por el contrario, me parecen semejantes, y los sigo respetando y estimando tanto como antes. Has de saber, pues, que si ahora no podemos argumentar mejor, no voy a darte mi consentimiento, ni aunque el poder de la mayoría de la gente nos espante, como a niños, con mas cucos que los que nos presenta ahora, en que descarga sobre nosotros prisión, pena de muerte y confiscaciones.

Ahora bien, ¿cómo examinaremos estas cosas lo mejor posible?. En primer lugar, retomando las palabras que tú decías, respecto a las opiniones de la gente. En esa ocasión, ¿dije bien o no, que debe prestarse atención a unas sí, a otras no? ¿O acaso hablé bien antes de tener que morir, y ahora descubrimos que hablé en vano, por decir algo, pero que en realidad eran puerilidades y tonterías? Por mi parte, Critón, deseo que examinemos en común contigo sí, en vista de que estoy en esta situación, algo (de lo dicho anteriormente) ha de parecerme diferente o sí (parece) lo mismo; y si hemos de renunciar a ello o le haremos caso.

Según creo, los entendidos en estas cuestiones han afirmado en alguna ocasión lo que acabo de decir: que, de las opiniones que emiten los hombres, hay que valorar mucho algunas, otras no. Por los dioses, Critón, ¿no te parece bien dicho? En lo que a ti toca, en la medida de las probabilidades humanas, estás lejos de afrontar la muerte mañana y, por lo tanto, la presente circunstancia no te transtornará el juicio. Examina, entonces, ¿no te parece adecuado que se diga que no debe tenerse en cuenta todas las opiniones de los hombres, sino que algunas sí pero otras no, ni las de todos (los hombres), sino la de algunos sí, las de otros no? ¿Qué dices?. No está bien dicho?

- Critón: Sí, bien dicho.

- Sócrates: En tal caso, son las (opiniones) valiosas las que hay que tener en cuenta, o las que carecen de valor?.

- Critón: Las valiosas.

- Socrátes: Pero valiosas son las (opiniones) de los (hombres) sensatos, mientras que las de los insensatos carecen de valor.

- Critón: por supuesto.

- Sócrates: Veamos ahora el sentido en que se dicen tales cosas. El hombre que practica gimnasia y que se dedica a ello ¿presta atención a cualquier persona que lo elogia, censura y opina (sobre él), o sólo a aquel que sea médico o entrenador?

- Critón: Sólo a éstos.

- Sócrates: por consiguiente, ha de temer la censura y complacerse con los elogios de esas únicas (personas), y no de los de los

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