Filosofia de la Ciencia

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DOCTORADO EN EDUCACIÓN

ENSAYO

Ciencia y Filosofía

ASIGNATURA

Filosofía de la Ciencia

NOMBRE DEL ALUMNO

Reynel Zules Otero

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO

Dr. Néstor Fabio Arboleda Toro

 Marzo de 2018

CIENCIA Y FILOSOFÍA

 Reynel Zules Otero

                La filosofía hace un aporte importante a la Ciencia en sus procesos del conocimiento, tomando el conocimiento como una necesidad del ser humano, el cual estimulado por sus sentidos siempre será proclive a este, de una manera empírica o racional.  En este sentido se podría afirmar que las mayores contribuciones a la filosofía de la ciencia durante el siglo XX han surgido en el seno de la filosofía Analítica. De igual manera se platea que la filosofía de la ciencia no se ocuparía del estudio de los hechos, sino del análisis del estudio de esos hechos que han realizado previamente las ciencias empíricas. Siendo una disciplina de carácter meta - científico. Y es así́ como se ha seguido entendiendo la filosofía de la ciencia a todo lo largo del siglo XX. Sánchez J.V, (2006:39). Más aun, los sistemas filosóficos clásicos surgieron exclusivamente, de la pura reflexión e introspección del filósofo, ambas inevitablemente motivadas y condicionadas por lo que podría llamarse su experiencia vital, diferente para cada persona. Esto explica la aparición de distintos sistemas filosóficos según las épocas, culturas y por supuesto, los propios filósofos, Azcárraga, J. A. (2002). En consecuencia, con lo anterior el hombre siempre tendrá la capacidad de reflexionar sobre lo que en filosofía se denomina experiencia vital y en el mismo ejercicio va inmersa la filosofía como ciencia del pensamiento humano.

                Retomando lo que plantea Azcàrraga J. A. (2002), respecto a las ideas de las personas que estas dependen de su experiencia vital, tanto más acusadamente cuanto más estrecha es. No es sorprendente que la filosofía que construyeran dependiera de ella. Esto nos llevaría a pensar que en cada momento que nuestro ser reflexiona sobre una experiencia. O una vivencia lo haría consciente o inconsciente bajo los dogmas filosóficos.

                En otro caso (Hempel, 1950 y Hempel, 1951) manifiesta que los términos teóricos en la ciencia no se introducen a partir de su base observacional, como había pretendido dar cuenta de ellos el neopositivismo a lo largo de las décadas de los años 30 y 40, sino junto con los sistemas conceptuales de los que forman parte. En consecuencia, el problema del significado no puede plantearse ya para términos o enunciados tomados aisladamente, sino para el sistema total TC en qué consisten las teorías científicas. Lo anterior lleva a pensar que a pesar de los grandes avancen científicos que se logran contando con la tecnología actual donde se hace una extensión a los sentidos, será vital el componente filosófico cuando de analizar el pensamiento humano se trate.

                “la reflexión filosófica sobre la ciencia no puede seguirse limitando al estudio de uno de sus productos, las teorías científicas, sino que debe abrirse al estudio de la practica científica real y a la toma en consideración de los contextos científico y sociales en los que esos productos se generan. Y si esa necesidad de apertura hacia la practica científica real ya se hacía necesaria en relación con la ciencia del pasado…” (Azcárraga, J. A. 2002).

                La filosofía está estrechamente relacionada con la ciencia, ayudando a entender las cosas como realmente son y no como parecen gracias a un razonamiento lógico. Las teorías filosóficas planteadas por Platón y otros filósofos de la época, a pesar del tiempo no han perdido su valides en el desarrollo del conocimiento, como se dijo anterior mente el conocimiento es propio del ser humano, desde el momento en que nace y sus sentidos son estimulados, empieza en su cerebro a formarse canales neuronales y asociar esos estímulos con pequeñas vivencias y recuerdo sobre la cual se ira cimentado un conocimiento empírico y que más tarde mediante un razonamiento lógico se podrá decir que de verdad se tiene conciencia del mismo.

        De modo similar la filosofía lingüística hace un gran aporte al conocimiento permitiéndole un uso adecuado a las palabras y es así como lo afirma Carman Cristian C. (2007) la tarea del filósofo consiste en investigar los recovecos significativos del lenguaje ordinario con el fin de descubrir todos los matices y distinciones que están escondidos en él y que son la causa de las confusiones en el plano filosófico. Sumado a lo anterior con la aparición del Construccionismo lógico quien pone de manifiesto la importancia de la utilización de un lenguaje formalizado para los análisis filosóficos. Del mismo modo: Para Carnap, un lenguaje consta de un vocabulario y una sintaxis. Un vocabulario es un conjunto de palabras que poseen significado. Una sintaxis es un conjunto de reglas para la formación de las proposiciones. Estas reglas indican cómo se pueden construir proposiciones a partir de diversas especies de palabras.

                 “la elucidación consiste en transformar o reemplazar un concepto inexacto (explicandum) por otro exacto (explicatum). Es decir, cuando un concepto del lenguaje coloquial o del lenguaje científico es oscuro y/o problemático se lo sustituye por otro que sea claro y disipe los problemas” (Carnap, Rudolf, 1950 -1960).

                De igual manera Carnap se puede clasificar como uno de los filósofos más destacados del denominado circulo de Viena y se destaca por sus aportes en la interpretación de la lógica y de las matemáticas y en su proceso evolutivo este filosofo presenta dos etapas de pensamiento: La Sintáctica donde se examina la lógica de la Ciencia como la sintaxis lógica del lenguaje de la ciencia.  Por otro lado, analiza la Semántica que es la etapa donde toma como objeto de investigación, no solo el aspecto formal, sino, además, el aspecto conceptual del lenguaje de la ciencia.

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