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Guia Estudio

kr4t0s5 de Octubre de 2011

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Lea atentamente el documento subrayando o destacando las ideas que considere importantes, luego realice la actividad al final de la guía.

Analice el siguiente relato:

“BÉRENGER (Mirando a Juan a los ojos.): ¿Sabe lo que le ha sucedido a Boeuf? Se ha convertido en rinoceronte. [...]

JUAN: Bueno, pues si se ha convertido en rinoceronte por su gusto o contra su voluntad, puede que sea mejor para él.

BÉRENGER: ¿Qué dice, querido amigo? ¿Cómo puede usted pensar qué...?

JUAN: Usted ve mal en todo. Puesto que le gusta convertirse en rinoceronte, puesto que le gusta. ¡No me parece nada extraordinario!

BÉRENGER: Efectivamente, no es nada extraordinario. Sin embargo, dudo que eso le guste tanto.

JUAN: ¿Por qué?

BÉRENGUER: Es difícil decir por qué. Se comprende.

JUAN: ¡Le digo que no está tan mal! Después de todo, los rinocerontes son criaturas como nosotros, que tienen derecho a la vida tanto como nosotros.

BÉRENGUER: A condición de que no destruyan la nuestra. ¿Se da cuenta de la diferencia de mentalidad?

JUAN (Yendo y viniendo por la habitación, entrando y saliendo del cuarto de baño; su piel se ha vuelto verdosa y tiene un bulto en la frente.): ¿Cree que la nuestra es preferible?

BÉRENGUER: Por lo menos, tenemos nuestra moral, que yo juzgo incompatible con la de esos animales.

JUAN: ¡La moral! ¡Hablemos de la moral! Estoy harto de la moral. ¡Buena está la moral! Es preciso ponerse por encima de la moral.

BÉRENGER: ¿Y qué pondría usted en su lugar?

JUAN (Sin dejar de ir y venir.): ¡La naturaleza!

BÉRENGUER: ¿La naturaleza?

JUAN (Yendo y viniendo): La naturaleza tiene sus leyes. La moral es antinatural.

BÉRENGER: Si comprendo bien, quiere reemplazar la ley moral por la ley de la selva.

JUAN: En ella viviré, en ella viviré.

BÉRENGUER: Eso se dice. Pero en el fondo, nadie...

JUAN (Interrumpiéndole, sin dejar de ir y venir.): Es preciso reconstituir las bases de nuestra vida, Hay que volver a la integridad primordial.

BÉRENGUER: No estoy de acuerdo con usted.

JUAN (Resoplando ruidosamente.): Quiero respirar.

BÉRENGUER: Vamos a ver... Reflexione..., dése cuenta de que tenemos una filosofía que esos animales no tienen, un sistema de valores irreemplazables. ¡Siglos de civilización humana lo han construido!

JUAN (Desde el cuarto de baño): ¡Derribemos todo eso, y nos irá mucho mejor!

BÉRENGUER: No le tomo en serio, habla en broma, hace poesía.

JUAN: Brrr... (Casi da un berrido.)

BÉRENGUER: No sabía que era usted poeta.

JUAN (Sale del cuarto de baño.): Brrr.

BÉRENGUER: No le conozco suficiente para poder creer que sea ése su pensamiento profundo. Porque, lo sabe usted tan bien como yo, el hombre…

JUAN (Interrumpiéndole.): El hombre... ¡No vuelva a pronunciar esa palabra!

BÉRENGUER: Quiero decir el ser humano... ¡El humanismo!

JUAN: ¡El humanismo ha caducado! Es usted un viejo sentimental ridículo. (Vuelve a entrar en el cuarto de baño.)

BÉRENGUER: En fin..., a pesar de todo..., el espíritu.

JUAN (En el cuarto de baño.): ¡Tópicos! Está diciendo necedades.

BÉRENGUER: ¿Necedades?

JUAN (Desde el cuarto de baño, con voz muy ronca y difícilmente comprensible.): ¡Absolutamente!

BÉRENGUER: Me llena de asombro oírle decir eso, querido Juan. ¿Ha perdido el juicio? De veras, ¿le gustaría ser rinoceronte?

JUAN: ¿Por qué no? ¡Yo no tengo prejuicios!

Efectivamente, Juan se convierte en rinoceronte. Bérenger es el único que resiste. Cae el telón cuando

Bérenger dice: “¡Contra todo el mundo, me defenderé contra todo el mundo, me defenderé! ¡Soy el último hombre, seguiré siéndolo hasta el fin! ¡Yo no capitulo!”.”

El relato muestra la lucha de la naturaleza humana e instintiva (la naturaleza y sus leyes) contra la moral (y sus leyes), aquel conocimiento metafísico que a pesar de su intangibilidad intrínseca es visible en la regulación y modelación de la conducta humana, Juan en el relato propone derribar la moral, los valores morales y volver a la naturaleza, porque claro un animal no tiene moral, ni la necesita, pero aquí está la diferencia del ser humano con los animales, es no solo capaz de ver la necesidad de elegir, sino que además sobre todo, sabe que debe hacer una buena elección, es aquí donde se manifiesta la libertad y además nos encontramos ya con 2 términos fundamentales “deber” y “bien”.

Es complicado definir que es un ser humano, la moral lo hace más complicado aun añadiendo un factor que no se encuentra en ningún otro ser vivo, pareciera que las palabras de la Biblia dan en el clavo con el texto de Jeremías 31:33, 34

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”

La moral parece ser alguna cosa ajena al humano mismo introducida en su interior, un tipo de voz interna, una ley que no creamos, ni dominamos, pero que sin embargo nos hace humanos.

Se ha definido al ser humano de diferentes formas, una de ellas es la definición de Waddington, quien definió al ser humano como un “animal ético”. Y cuando Aristóteles lo definió como un animal político, no estaba muy lejos de esa definición. Efectivamente el mismo Aristóteles (y con el toda la filosofía griega) considero la vida moral como parte de la vida “política” (de la polis), es decir de la vida en sociedad.

La moral es, pues, un hecho social. De ahí que haya sido estudiado por ciencias tan distintas como la antropología, la sociología y la psicología. Recogeremos algunas aportaciones de estas ciencias para responder al problema ético en camino a una definición filosófica.

La moral

La moral podríamos definirla como un conjunto de normas o reglas de acción. Y se puede añadir: y de valores (como bueno “justo”, “honrado”, etc.) ya que las normas señalan que algo se debe hacer porque se considera “bueno”, etc. Todo parece suceder, pues, de esta manera: la sociedad se rige según un código, y el individuo debe acatarlo, si quiere que todo le vaya bien. Freud declaraba que el ser humano estaba fuertemente influenciado por pulsiones básicas, las cuales clasifico como sexuales y de supervivencia, es decir el ser humano vivía de alguna manera buscando sexo (y toda su conducta podría explicarse básicamente en esto) y tenía como base pulsiones de supervivencia que le servían de soporte al individuo para satisfacer sus necesidades sexuales, sobre las pulsiones estaban los principios, los cuales eran 3, principio del placer (según él era el más común), Compulsión por repetición y Principio de la realidad, este último le indicaba al ser humano el contexto social, físico y mental y de alguna manera ordenaba las pulsiones, de esta manera un ser humano, aunque tuviera una fuerte necesidad sexual, no se aparearía en la calle como lo haría un animal, ni daría rienda suelta a ninguna pulsión, según él esta era la base de la sociedad, la regulación máxima y compartida por todo ser humano. En resumen el sistema de normas y la jerarquía de valores constituirían la moral de cada sociedad.

La moral es un hecho social, constatable al menos de dos maneras: 1) por la existencia de un lenguaje especifico, que podemos llamar “lenguaje moral”, y por su institucionalización parcial en el Derecho.

El lenguaje moral fue un tema ya desde los sofistas, la filosofía analítica le ha tomado interés últimamente, es un tema difícil de definir y no se puede solo reducir a deber o bien o mal, porque decir “debería llover” o “esta respuesta en tu prueba está mal” no constituyen lenguaje moral, el lenguaje moral no es más que una subclase del lenguaje que usamos para guiar nuestra conducta propia e influir sobre la ajena; esto hay que entenderlo en un sentido amplio, son el conjunto de expresiones que usamos ordinariamente para expresar las normas y principios de conducta: para juzgar, criticar o elogiar la acción, se le podría denominar “Lenguaje prescriptivo” y se podría subdividir en 3 grupos:

Expresiones Imperativas: Mandatos, peticiones, ruegos, etc.

Expresiones Normativas: Son expresiones con palabras como “deber”, “tener que”, “no poder”, “no estar permitido”, “estar obligado a” y otras semejantes. Determinan que el sujeto actúe de cierto modo.

Expresiones valorativas: Son expresiones con términos como “bueno”, “malo”, “recto”, “justo”, “injusto”, “bien”, “mal”, “moral”, “inmoral”, etc. Indican si se ha satisfecho o no determinadas exigencias e indicaran aprobación o desaprobación.

3 términos son claves para entender la cuestión:

Moral: Código de normas

Moralidad: Vida moral del individuo y la comunidad

Derecho: Institucionalización jurídica de una parte del código moral

La ética

Si bien la moral es un hecho social, necesita cierta justificación, por ser un hecho. Y, en la práctica los códigos morales suelen ir acompañados de su propia justificación, no solo contiene deberes, sino también los valores que representan

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