Guia Lectura Capitulo X LPDLV Savater
nuria0506201212 de Febrero de 2014
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CAPÍTULO X: PERDIDOS EN EL TIEMPO.
P.1.: ¿QUÉ ES ESO DEL TIEMPO?
1. Resulta que sé lo que es el tiempo mientras no me lo preguntan ni me lo pregunto, o sea mientras no necesito demostrar que lo sé. Luego empiezan las dificultades y el gran enigma.
2. Ese “ahora” está ahora ya pasado, ya no es “ahora” sino “antes”, “hace un rato”. En una palabra, se trata de un viejo “ahora”. Fue, pero ya no es: pasó.
3. Maneras muy diversas de establecer ese paso que jamás se detiene que hemos ingeniado los seres humanos. Son convenciones necesarias para establecer determinadas unanimidades socialmente imprescindibles.
4. Sí, adoptemos unas u otras medidas temporales, uno no puede dejar de pensar que existe además y al margen de ellas un tiempo independiente de cualquier convención humana.
5. Tiempo “natural” el cual a veces sirve como orientación del primero pero que en todo caso transcurre de modo independiente a las normas humanas.
6. Porque de las tres grandes zonas, estas dos no tienen una realidad digamos que “virtual, puesto que, la vida siempre ocurre en el presente y fuera del presente nada es del todo real, nada tiene efectos directos.
7. Agustín de Hipona dice: <<Tampoco se puede decir con exactitud que sean tres los tiempos: pasado, presente y futuro. Habría que decir con más propiedad que hay tres tiempos: un presente de las cosas pasadas, un presente de las cosas presentes y un presente de las cosas futuras. Estas tres cosas existen de algún modo en el alma, pero no veo que existan fuera de ella. El presente de las cosas idas es la memoria. El de las cosas presentes es la percepción o la visión. Y el presente de las cosas futuras la espera. >>
P.2.: EL TIEMPO, EL DESTINO Y LA CONDICIÓN HUMANA.
8. Sostiene que todos los acontecimientos futuros están rigurosamente determinados desde siempre, tal como lo estuvieron los pasados. Por tanto, el porvenir “está ya escrito”, en realidad no hay futuro, porque no hay novedad ni incertidumbre en lo que ha de ocurrir, sólo ignorancia por nuestra parte para preverlo.
9. Quizá estas formas de negación del futuro se deben en gran medida a una concepción espacial del tiempo. Cuando intentamos pensar el tiempo empezamos por “imaginarlo” y es difícil -¿imposible?- tener “imágenes” que no sean espaciales. “Vemos” pasar el tiempo como algo que se traslada por el espacio.
10. Hay muchas otras diferencias esenciales entre el movimiento en el espacio y el pasar del tiempo. La más notable es que en cada lugar del espacio sólo puede encontrarse un cuerpo, mientras que en cada instante del tiempo se hallan todos los cuerpos contemporáneos, desde la estrella más remota a la hormiga que trepa por nuestro zapato. En cada punto del espacio sólo cabe tal o cual cosa definida, mientras que cualquier subdivisión del tiempo, por mínima que sea, abarca lo innumerable… o lo infinito.
11. En este capítulo Savater lo deja un poco abierto este tema, con la siguiente aclaración: “cualquier “desplazamiento” temporal implicaría también un lapso de tiempo, por breve que fuese, que no sabríamos sin pertenecer al pasado o al futuro ni cómo computarlo. Es decir, mientras viajamos por el espacio siempre podemos saber dónde estamos, pero durante el viaje temporal no estaríamos temporalmente en ningún sitio. Y es que, según parece, el tiempo no “está ahí” ya dado, como el espacio, para que lo recorramos, sino que más bien lo llevamos puesto. Un poco más adelante volveremos sobre esta cuestión.”
12. Sí, la temporalidad es la conciencia de nuestro tránsito hacia la muerte y del tránsito hacia su acabamiento o ruina de las cosas que más amamos.
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