LA BELLEZA: UN TEMA URGENTE SUGERENCIAS PARA UN CURSO BREVE DE ESTÉTICA
ZhakamonResumen20 de Septiembre de 2015
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LA BELLEZA: UN TEMA URGENTE
SUGERENCIAS PARA UN CURSO BREVE DE ESTÉTICA
Versión corregida y completada en marzo de 2014 Original: Ed. Logos-Ed. Promesa, febrero de 2013 Indice analítico Introducción
I. Alguna explicación de la urgencia a) porque necesitamos disfrutar, y eso nos lo da la belleza; b) porque no es fácil distinguir donde realmente está; c) porque vivimos apurados y atraídos por lo inmediato: es fácil el engaño; d) porque la belleza, muchas veces, es expresamente rechazada; e) porque está comprometido el sentido de la libertad y, por tanto la dignidad de la persona; f) porque en el acto de ser, primero hay amor.
II. En torno a los ámbitos de belleza a) las bellezas divinas; b) el buen obrar humano; c) la naturaleza física;
d) el hacer humano y sus resultados; e) el entretenimiento.
III. Los primeros pasos ante el panorama a) abrirse a la trascendencia; b) aceptar la posibilidad del acceso a lo que las cosas son de suyo: al ser, a la verdad y al bien; c) el fomento de la actitud contemplativa; d) la aceptación de los propios límites y, en consecuencia, de la ayuda de otros.
IV. El encuentro con la belleza a) las facultades del hombre que se comprometen en el acceso a la belleza: cuáles y cómo;
b) la belleza prepara y lleva al bien: es “medial”. Contemplación en la
belleza (descanso, entusiasmo y catarsis) y búsqueda y posesión en el bien (fin); c) objetividad de la belleza: el acto de ser y la participación; d) objetividad de la belleza: perfección en esa realidad y proporcionalidad al alma humana y sus requerimientos; e) aspectos de la subjetividad de la belleza, f) y, concretamente, el tema del gusto. g) La fragilidad de la belleza y la posibilidad de engaños y desperdicios. h) La misteriosa belleza del dolor. La situación de la fealdad.
V. Fe y belleza a) la irrefrenable necesidad de trascender; b) la contemplación desde la fe cristiana enriquece la belleza,
c) la amplía, y d) la ordena. e) Consideraciones sobre la fe de otras tradiciones religiosas y la belleza. f) Sobre la belleza y la negación o el ocultamiento de Dios: qué pasa con lo ofrecido desde los planes sucedáneos de salvación. g) El aporte del hábito de la valoración de la belleza en la vida de fe.
h) la “purificación de la fuente”
-en el autor y el receptor- como objetivo.
VI. Consideraciones sobre la belleza en el arte 1) el lugar del arte en la búsqueda y percepción de la belleza a) el arte no es el principal ámbito para buscar belleza; b) el papel del arte en la antigüedad, en el medioevo y en la modernidad; c) algunas consecuencias del análisis filosófico de la modernidad: - el distanciamiento entre la verdad, el bien y la belleza; - el crecimiento de la función del artista; - la influencia del con
cepto de libertad como “autonomía” en la
tarea artística. 2) sobre el fin del arte a) el artista como instrumento de felicidad humana por el ofrecimiento de belleza; b) por eso, necesita partir del ser, de la naturaleza de la realidad y procurar que su obra sea proporcional a los requerimientos naturales del alma humana –verdad, bien-, que son los que darán felicidad real; c) el artista como provocador; d) imposibilidad de la belleza en la inducción o aliento al mal objetivo. 3) arte y realidad
a) qué hace el artista con la realidad; b) síntesis histórica de la relación artista-realidad; c) el artista y la conciencia de un don que ha recibido. 4) postmodernidad y arte a) una explicación de la evolución de algunas artes desde la mitad del siglo XX en adelante; b) la importancia de las pantallas (TV, PC, internet).
VII. La responsabilidad del artista a) ha de procurar servir, enriquecer, y a través de aspectos especialmente delicados y vulnerables: imaginación, sensibilidad; b) nueve sugerencias para el enriquecimiento en calidad del artista.
VIII. Anotaciones sobre la belleza en la música a) por qué es un tema que necesita especial análisis; b) discernimiento del placer veritativo para distinguir lo más o menos valioso; c) la calidad objetiva en la elaboración y presentación de la partitura; d) el resultado subjetivo: el gozo proporcional a los requerimientos genuinos del alma humana para enriquecerse; e) el papel del sistema tonal y su oferta en la música académica y popular hasta principios del siglo XX; f) la enorme riqueza musical de la primera mitad del siglo XX; g) anotaciones sobre la música académica más reciente; h) y sobre la llamada música popular.
IX. Algunas sugerencias para el mejor aprecio de la belleza A modo de síntesis: a) la necesidad de la apertura a Dios; b) prudencia en los conceptos y juicios; c) valentía; d) paciencia, volver; e) ilustración; f) aceptación de niveles, de grados; g) esperanza; facilita la felicidad; h) analogía con el dolor.
X. A modo de resumen Apéndice: otros comentarios y en poemas elementales
Introducción
Este ensayo tiene el propósito de divulgar ideas de fondo para acercarse más conscientemente a la maravillosa belleza que se nos propone a cada paso. El subtítulo anima a un fin práctico: el intento es que estas páginas sirvan para dar un breve curso sobre el tema. La propuesta es que alguien, con preparación suficiente, acompañe e ilustre de manera interactiva la lectura previa de cada capítulo. Puede ser útil en los estudios que tienen directa relación con la materia
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todas las ramas del arte, la comunicación, la moda y todo tipo de diseño- y para las personas que anhelen avanzar en su tarea de educadores y en su formación cultural; y también en el entretenimiento y el uso del tiempo libre. Quiere ser, por tanto, un texto para pensar y estudiar este asunto difícil y provocar diálogos con quienes lo lean. Se ha intentado exponer el fundamento real de la belleza y, desde allí, llegar a su lugar en el arte y en el artista. Han ido surgiendo, entonces, ideas para que se proponga más a fondo y sistemáticamente lo que en las páginas se va esbozando: una suerte de ética profesional del artista. La responsabilidad implica una ética, y una ética social, no solo personal. Es lo que ha motivado el estudio de la ética de los negocios, de los profesionales de la salud, de los políticos, de los abogados y jueces, de los comunicadores o periodistas, de los técnicos e ingenieros, de los deportistas. Se impone, pienso, el diálogo y el tratamiento de la ética del artista. Tiene, lógicamente, sus peculiaridades, y en el libro se anuncian bastantes que convendrá ahondar y con orden y sistema. El sentido profundo de la libertad y su realización en el amor verdadero serán base muy principal de esa tarea, en la que será fundamental recordar el antiguo consejo clásico:
“la mente no necesita ser rellenada como si fuera un recipiente: precisa de una chispa que la encienda y le dé impulso para buscar la verdad y amarla ardientemente” (Pluta
rco,
El arte de escuchar
). No es labor sencilla procurar que se encienda esa chispa, pero parece muy necesario el intento paciente, y especialmente en el ámbito artístico, tan lleno de sensibilidad. El texto no es más que un resumen de lecturas y de observaciones que han surgido de ellas y, sobre todo, de la experiencia cotidiana del que escribe y sus andanzas en busca del sentido de tanta belleza encontrada. Se disculpará que no se canse al lector con una lista de autores leídos. Muchos aparecen en el texto o en las citas. La facilidad de acceso a tanta información que se tiene hoy por medios informáticos puede servir también como explicación y
disculpa. Se insiste en el propósito de divulgación, de ayudar al acceso más pausado a los asuntos. No hay propósitos de investigación sino de ayudar a pensar, discernir y gozar. Tampoco he procurado seguir la historia del pensamiento sobre la belleza. Si el anhelo es ayudar al acceso a las cosas bellas, quizás resulte más claro y eficaz para el fin didáctico del discurso más que detenerse en el origen de las ideas
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los nombres, los enfoques concretos-, el intentar fundirlas en la exposición, luego de conocerlas. Es una opción. Para ayudar al lector, se hace referencia a distintas obras de arte
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en el texto o en notas a pie de página- para invitar a la ilustración, siempre necesaria. Las páginas que siguen
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insisto- son una invitación al diálogo sereno, sincero y profundo de todo lo que se afirma. El trabajo se ha hecho desde un compromiso sincero con la naturaleza de las cosas y desde la fe cristiana. Puede ser muy enriquecedor, porque mucho tiene que ver con la vida buena. Aunque las notas son abundantes, pienso que es importante su lectura: se hará más lenta, pero también más eficaz. En los capítulos VII y IX hay bastante de recopilación y resumen de lo visto antes y quizás permiten
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por su unidad- un uso más independiente del resto. Al final se ofrecen unos poemas elementales que ilustran temas tratados en el texto. Gabriel Dondo Marzo de 2014
Capítulo I. Alguna explicación de la urgencia
¿Por qué es la belleza un tema
urgente?
Una primera razón, elemental:
porque necesitamos belleza
, como el aire para respirar; el hombre no puede estar mucho tiempo sin delectación
1
, sin deleite, sin disfrutar, y eso es lo que
ofrece lo que llamamos “belleza”. Lo necesita la inteligencia, el corazón, la capacidad de querer,
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