ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA CONFEDERACIÓN REGIONAL OBRERA MEXICANA

AleShin12317 de Marzo de 2015

8.591 Palabras (35 Páginas)1.103 Visitas

Página 1 de 35

En febrero de 1916, se llevó a cabo en Veracruz, un Congreso obrero convocado por la Federación de Sindicatos del Distrito Federal, al que se negó a concurrir el general Heriberto Jara, quien era, en aquel entonces, el gobernador del estado. En tal Congreso se acordó formar un organismo sindical obrero llamado Confederación del Trabajo de la Región Mexicana. En su declaración de principios establecía, como objetivo principal de los trabajadores, el de la lucha de clases y, como finalidad suprema para el movimiento del proletario, la socialización de los medios de producción. Se usaría como medio la llamada acción directa, quedando excluida del esfuerzo sindicalista toda clase de acción política, entendiéndose como tal, el hecho de adherirse oficialmente a un gobierno, a un partido o personalidad que aspira al poder gubernativo. Quien aceptase un puesto público, quedaría automáticamente fuera de la Confederación. Serían aceptados tanto los trabajadores manuales como los intelectuales, siempre y cuando acatasen los principios y estatutos.

El 13 de octubre de 1917, se reunió en Tampico otro congreso obrero; concurrieron a él delegados de todas las organizaciones de importancia. Se aprobaron resoluciones que asentaban el derecho de libre asociación, recomendaban la organización sindicalista y se aconsejaba a los obreros limitar la familia, cuando la situación económica fuera grave. Las organizaciones obreras de Tampico se congregaron el 13 de diciembre de 1917 y acordaron convocar a la realización de un Congreso Obrero para formar una organización nacional. Este Congreso se reunió el 1o. de mayo de 1918, en la ciudad de Saltillo, "ahí se fundó la CROM... en su declaración de principios se destacan los siguientes aspectos: reconocimiento de la existencia de dos clases: explotados y explotadores; esta situación es injusta, la clase explotada tiene el derecho de establecer una lucha de clases".

Se adoptó el nombre de Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), pues los anarquistas y socialistas propugnaban el título de regional de México, pensando que podrían ser sección de una central internacional. En cambio los reformistas propugnaban la supresión del título de regional y agregar el de mexicana, significando este último término, que era una organización nacional desvinculada de las demás. Su lema era: salud y revolución social, lema anarquista.

Posteriormente, la llamada acción directa del anarquismo fue abandonada y sustituida por la acción múltiple, dando paso así a la participación en las actividades políticas, que en un principio se pensó desligar de esta organización. La fundación de la CROM representa el triunfo del reformismo, en el movimiento obrero de México.

Desde la realización del congreso de 1916, en Veracruz, se descartó la lucha política y se maniató a la clase obrera, condenándola a la lucha económica; se prohibía a los miembros de los organismos sindicales apoyar a algún partido político e, implícitamente, se les impedía la formación de un partido obrero. El congreso de Saltillo, en 1918, hizo sentir la lucha de nacionalistas contra una tendencia de afiliarse a la internacional. Los principios que sustentaba en su inicio el movimiento obrero, van poco a poco degenerando. De la socialización de los medios de producción, propugnada en Veracruz, se pasa a la lucha por la descentralización de la propiedad, cayendo en una posición agraria reformista que sólo buscaba el reparto de la tierra, pero no la desaparición del sistema.

También, en el Congreso de Saltillo, se exigió la reglamentación del artículo 123 constitucional. La CROM consiguió la hegemonía durante el decenio de los años veinte, que se traduce en un control de las demandas de los trabajadores.

La CROM tuvo nexos con la American Federation of Labor (AFL), dirigida por Samuel Gompers, quien tenía conocimiento del movimiento obrero panamericano desde 1883, "cuando trabajaba en una fábrica de cigarros en Nueva York, conoció a tres trabajadores mexicanos que -según él- le dieron una idea bastante exacta de la situación política e industrial en el régimen de Díaz". El líder estadounidense señala haber visitado tres veces México y que, en varias ocasiones, algunos mexicanos acudieron a verlo para pedirle consejo sobre sus proyectos de derrocar al general Díaz.

La realidad es que la intervención de Gompers en el movimiento obrero mexicano venía dándose desde la época porfirista, como él mismo lo expresa y reconoce; no obstante, continuó por mucho tiempo su participación. Hay noticias de que estuvo protestando por las actitudes de don Venustiano Carranza, en contra de su gestión, pues según él "Carranza convertía las huelgas en delito, punibles con la pena de muerte".

Ahora bien, recuérdese que tal aseveración hecha por el líder estadounidense no carece de bases, puesto que en la huelga efectuada por los electricistas en la ciudad de México, en 1916, aquélla no había sido todavía consagrada como un derecho. Fue alrededor de seis meses después, con la Constitución de 1917 y específicamente en el artículo 123 de la misma, cuando fue elevada a rango constitucional. Claro está que ello no facultaba a Gompers para intervenir en la política de nuestro país, con el pretexto de defender y favorecer los intereses de los obreros mexicanos.

La integración de la CROM a la Federación Americana del Trabajo fue duramente criticada por los sectores más radicalizados del movimiento obrero mexicano "quienes vieron en la presencia de los representantes norteamericanos a agentes de la Casa Blanca con el propósito de atraer al movimiento sindical mexicano, a la órbita de influencia estadounidense".

La hegemonía de la CROM continuará hasta 1928, aunque hay indicios de que su deterioro se inicia en 1926. Su secretario general, Luis N. Morones, quien había surgido del sector electricista, se transforma en la figura clave del movimiento sindical. El papel que desempeñan Morones y la CROM no puede entenderse sin el apoyo otorgado por el Estado, en el momento en que se afronta la tarea de reconstruir el Estado-nación, resquebrajado por los sucesos del decenio anterior. Esta situación es la que permite explicar el enorme desarrollo de la CROM y el poderío de sus dirigentes, apoyados por Obregón y Calles.

Los líderes actuaban mediatizando las demandas obreras y las decisiones eran tomadas en función de la alianza entre los dirigentes sindicales con los jefes políticos. Baste señalar, a guisa de ejemplo, que como fruto del apoyo otorgado a Obregón, el dirigente de la CROM, Celestino Gasca, es nombrado gobernador del Distrito Federal y el secretario general de la misma, Luis N. Morones, director de los establecimientos fabriles y militares. De esta forma, los dirigentes cromistas comienzan a ocupar cargos políticos en las Cámaras de Diputados y de Senadores, e inclusive, gubernaturas en algunos estados. El poder de Morones era tal que imponía a los candidatos y los destituía de sus cargos si éstos se le oponían.

En la VI Convención, la CROM declara al candidato presidencial, Plutarco Elías Calles, su presidente honorario. El Partido Laborista Mexicano, prolongación de la CROM, apoya su candidatura y el 1o. de diciembre de 1924 asume la presidencia. Mientras que Luis N. Morones es nombrado secretario de Industria, Comercio y Trabajo.

Cuando Obregón terminó su mandato, a finales de 1924, la CROM ya había recorrido un largo trecho en su cambio de orientación de los grupos obreros a los agrarios. Obregón y sus seguidores agraristas llegaron a formar una facción durante la administración de Calles, y éste y los grupos de la CROM, otra. Si bien la política general de ambos seguía siendo la misma, sus respectivos centros de fuerza provenían de grupos divergentes y cada vez más hostiles. El Partido Nacional Agrarista, de Obregón, estaba claramente en desgracia con Calles, mientras que el partido oficial de éste, es decir, el Laborista Mexicano, entraba cada vez más en conflicto con Obregón.

Esta división de intereses entre los dos hombres fuertes de México, fue una de las razones por las que el Partido Laborista no pudo controlar, incluso en la cima del poder, a la mayor parte de los gobiernos de los estados.

Hasta 1925, el Partido Nacional Agrarista y el Partido Laborista, conciliaron intereses y trabajaron juntos en una aparente amistad. Sin embargo, poco tiempo después del ascenso del sector obrero al poder, con Calles todo cambió, hubo pugna entre ellos. Los líderes agraristas pedían que la CROM se limitara en sus tareas de acción social con los campesinos a los trabajadores agrícolas de las haciendas y dejar los ejidos al Partido Agrarista. Pero Morones replicaba que los jornaleros y los ejidos tenían los mismos problemas y se negaba a reconocer las diferencias entre las dos clases sociales del campo y la ciudad. El resultado de esta controversia fue que el Partido Laborista se retiró del bloque radical en la Cámara de Diputados que había estado compuesto por laboristas, agraristas e independientes.

En 1926, la CROM afirmaba contar con dos millones de adherentes, cifra evidentemente exagerada, "pero difícil de ratificar por la falta de buenas fuentes".

A partir de que Calles designó a Morones para ocupar la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, éste emprendería la sindicalización de todos los obreros y campesinos para agruparlos en la CROM. Esto provocó la ruptura política en 1925 con el Partido Nacional Agrarista y la lucha sangrienta con los sindicatos católicos, patronales y rojos. Algunos gobernadores no permitieron la penetración de la CROM en sus respectivas jurisdicciones. Tal fue el caso de Yucatán,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (55 Kb)
Leer 34 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com