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LA OFERTA ORIGINAL DE LA GRACIA: EL “ESTADO ORIGINAL” Y EL PARAÍSO


Enviado por   •  20 de Mayo de 2019  •  Tareas  •  2.369 Palabras (10 Páginas)  •  159 Visitas

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LA OFERTA ORIGINAL DE LA GRACIA: EL “ESTADO ORIGINAL” Y EL PARAÍSO.

La <<historia>> de la relación entre Dios y el hombre está fundada en la llamada gratuita a la comunión con él, que solo el hombre es capaz de tener con el Creador quien siempre ha buscado una respuesta del ser humano a este llamado. La libertad divina, que busca la libertad humana, nos da la posibilidad del bien y del mal, de la aceptación o rechazo a la amistad con Dios. Él don de la gracia y del amor divino no ha encontrado en el hombre la respuesta adecuado. Por ello, la gracia y el pecado han marcado al ser humano en la relación con Dios. Siempre bajo el primado de la gracia que es la primera y la última palabra de Dios y con ello entendemos lo que es el pecado. En los relatos bíblicos del paraíso y la caída se halla una primera reflexión sobre la relación del hombre con Dios, que se remonta a los comienzos de la historia. Adán es figura de Cristo, esta desde el principio destinado a ser recapitulado en Jesús. El pecado es el rechazo de la gracia.

Referencia a las nociones tradicionales

Se considera normalmente que Dios creo al hombre dándole tres categorías de bienes o dones. En primer lugar los <<naturales>>, los que corresponden a la naturaleza del hombre, naturaleza que ha salido de las manos de Dios, estos puede ser como la bondad, la solidaridad, la libertad entre otros. En segundo lugar están los dones <<sobrenaturales>> como la amistad con Dios y la gracia, la llamada a la divinización y a la visión beatifica; bienes que el hombre no tiene. Por último están los <<dones preternaturales>>, que, por una parte, no son exigidos por la naturaleza, pero, por otra parte la perfeccionan en su misma línea, sin que por sí mismos supongan la comunión íntima con Dios. Pueden ser sobre todo la inmortalidad y la integridad o ausencia de concupiscencia. Por medio del pecado perdemos los dones sobrenaturales pero los podemos recuperar y también se pierden los preternaturales los cuales no se recuperan. Pero aun afectados por el pecado, mantenemos los dones naturales, gracias a la redención de Cristo quien también nos da la posibilidad de recuperar los sobrenaturales pero no los preternaturales.

El “estado original” en el Antiguo testamento. La historia del paraíso

El Génesis nos expresa de alguna forma que entre la voluntad creadora original de Dios y el estado actual de mundo ha mediado la realidad del pecado, que el Creado nunca quiso, más bien lo que quería es algo que no conocemos pero algo mucho mejor: el paraíso era su proyecto original. El paraíso es tal vez una representación que el yahvista ha recopilado de otras culturas, donde se encuentra descripciones de un jardín celestial, morada de Dios y no de hombre. El punto es que ha colocado el paraíso en la tierra, lo ha hecho morada del hombre e incluso lo ha localizo geográficamente. Se puede tomar como puntos de referencia para situar la escena del paraíso: la creación del hombre del polvo de la tierra (Gén 2,7), y su expulsión del jardín con la consecuencia de la muerte y la vuelta a la tierra de la que fue tomado (Gén 3,19). La situación actual muestra que el hombre tiene esta vida de Dios de manera breve y limitado. Entre la creación del polvo y el anuncio de vuelta a él se sitúan los acontecimientos del paraíso y como el hombre ha sido excluido de él por culpa del pecado. En el medio de la abundancia de árboles y plantas del paraíso destaca el árbol de la vida, que muestra que éste en su sentido pleno es don de Dios y el del conocimiento del bien y del mal, objeto de la prohibición divina. Aquí también se aclara la obligación del hombre por cultivar y guardar el jardín. El hombre debe vivir en libre obediencia a Dios, y se destruye a sí mismo en el momento que se revela a Dios. La relación ordenada del hombre con Dios incluye la relación con el mundo.

En los libros proféticos se da un cambio de orientación: el tema del paraíso, a veces con la mención de <<Eden>> donde se convierte en una descripción de los bienes futuros sobre todo de los que se gozaran cuando Dios salva al pueblo. En los libres sapienciales conocen este tema, en pasajes que tratan de la creación del hombre a imagen de Dios; así Sab 2,23, que habla del pecado. No parece que el texto se refiera solo a la muerte física, sino aquella que experimentan los que pertenecen al diablo. Eclo 17,1-14 contempla la creación del hombre y su colocación en el paraíso en el esquema de la alianza. Se insiste en la necesidad de la obediencia a Dios.

El Nuevo Testamento

Aquí el tema del paraíso y del estado original no se contempla por sí mismo pero se afirma que la muerte es consecuencia del pecado. Parece que se nos dice que la inmortalidad era un don que el primer hombre tenía por la amistad con Dios. El pecado que trae la muerte, a la cual se opone la salvación de Cristo. Por el mismo Jesús tenemos alusión al principio, al designio original de Dios cambiado por la dureza del corazón humano.

El estado original en la Tradición y el Magisterio

El obispo de Lyon pienso que el paraíso se encontraba situado en las esferas celestes; paraíso que fue colocado Adán después de ser creado y al que después fue arrebatado Pablo. El paraíso de los comienzos se identifica con el paraíso escatológico. El paraíso excluye el pecado y es lugar de intimidad con Dios. En los documentos oficiales de la Iglesia Antigua se encuentran algunas alusiones al tema del paraíso en relación con el pecado original y la gracia. El concilio de Cartago del año 418, donde Pelagio afirma la posibilidad de no morir. El concilio II de Orange 529, se refiere a la inmortalidad de que pudo gozar el primer hombre y a la vez a firma que el pecado ha afectado la libertad el alma. El concilio de Quercy habla de la santidad de la justicia del primer hombre y de su libertad. La teología medieval discute sobre el orden en el que el hombre recibió distintos bienes que le adornan en el paraíso pero solo la gracia y la mistad con Dios pueden garantizar la armonía interna del ser humano. El estado en el que el hombre se encuentra antes del pecado se define como la santidad y justicia, y también de inocencia. El pecado original trajo consigo la perdida de estas, pero también la muerte. Dejando claro que antes el hombre tenía la posibilidad de no morir. El hombre, en su estado actual está marcado por la concupiscencia. El magisterio no habla

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