LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ( Byung-Chul Han)

    LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO ( Byung-Chul Han):

PROBLEMAS:

El ser humano se caracteriza por una serie de respuestas inmunológicas que actúan frente a agentes externos. Estas respuestas serian la reacción natural del cuerpo frente a lo ajeno que se contempla como amenaza. Sin embargo el problema procede de la ausencia de una respuesta como esta para un agente que no es externo, sino que esta interno, viene de dentro y por lo tanto no se le concibe como un peligro aunque lo sea.

Se produce una doble negatividad, la negación de la negación a algo, a ese agente y por desgracia la respuesta inmunológica es contraria a esa reacción pues se basa en negar lo negativo y por lo tanto no permite al individuo reconocer el problema.

En la sociedad del orden y la disciplina, el enemigo estaba definido, el orden se establecía desde una jerarquía y un mando elitista y oligárquico.  Hemos evolucionado, o mejor dicho mutado a una sociedad diferente, una sociedad donde la disciplina es auto impuesta, hemos pasado a la sociedad del cansancio.

Al pasar a la sociedad del cansancio el ser humano, mas precisamente el trabajador se ve sometido al poder de sí mismo, desarrolla una lucha interna. Ya no lucha contra el poder establecido, se encuentra en una situación desesperada, puesto que él establece el poder y el marca sus límites pero aun creyendo que son suyos, son resultado de la constante influencia de la nueva realidad social basa principalmente en el desgaste, en el poder y producción infinitos.
Este agente aparentemente libre , encuentra una libertad negativa propia, es decir para lograr la realización de determinados actos coarta su propia libertad y se auto explota con el fin de alcanzar esa libertad de producción que la sociedad del cansancio le ha larvado en la cabeza, esta responderá de manera inmunológica como si un agente externo se hubiese implantado, pero no lo hará d forma bacteriológica, sino virulenta, atacando desde el corazón de la maquinaria, dando a entender que el problema es originario del propio agente y no de un segundo externo.
El autor emplea el contexto de lo inmunológico, para expresar su concepto relativo al carácter externo que agrede al individuo. Las bacterias afectan al buen funcionamiento, se crean los antibióticos para eliminar este elemento que a su vez con su introducción cambia al sujeto, el ejercicio del poder externo cambia al sujeto coaccionándolo, lo que diluye su forma a causa del empoderamiento que realiza sobre si mismo (este cambia de origen, el empoderamiento como hecho neo-liberal, no desaparece sino que cambia el eje, el marco, del cuerpo, al cerebro, que fabrica nuevas realidades sociales). 

 Esto produce una dispersión por hiperactividad, por un aglutinamiento de actos o hechos, que definen su historia de manera variable, indefinida lo q no fabrica un dolor inmunológico, sino un dolor de origen externo producido por el exceso de positividad (auto actuación frente a los conflictos, un hecho interno, auto condicionamiento).
El autor realiza una disección analítica, en la que problematiza este hecho de la contrariedad entre el agente externo y el interno, a través de diversos ejemplos pero el más notorio para explicar este paradigma del “otro desconocido y rechazado” es el de la guerra fría.

La guerra fría es una expresión de articulación entorno a lo externo y lo interno, fabricada entorno a maniqueísmos de ataque y defensa, donde "se repele todo lo que es extraño". Esto se opone a esta nueva visión de un mundo auto coaccionado, pues no nos repelemos a nosotros mismos, no somos extraños para nosotros mismos, aunque algo extraño nos ocurra en realidad.
El otro es el enemigo, frente al cual creo mi armadura (ejemplo xenofobia...), repelemos lo ajeno y nos es simple determinarlo, es una reacción automática que exige reflexión para ser controlada. Sin embargo para repeler lo interior y lo propio, la reacción es más complicada y exige no ya de reflexión, sino de proceder a una negación del Yo. Esta negación del Yo es todo lo que pretende evitar la sociedad del cansancio, puesto que supondría limitarnos, supondría pausar la rueda que gira sin control, y eso contradiría la hiperactividad que motiva esta sociedad “tardo-moderna”.
Se abandona el concepto sociedad por el de sistema que se auto regula, si el sistema se auto regula, nosotros mismo nos auto regulamos y no producimos rabia o negación dado que al ser nuestros propios esclavistas y esclavos, no actuamos.  
Se fabrica además otros paradigmas y cambios, "lo extraño por lo exótico" esta variación  de la nomenclatura permitirá una inclusión mayor de los conceptos ajenos y así una aceptación más natural a factores o hechos, contra los que nos deberíamos de revelar. Por poner un ejemplo, podríamos decir que si en el resto de Europa se maneja una cierta formula educativa, que aplicada a nuestro país es claramente abusiva e interesada (para aquellos que se beneficien del cambio), y ataca a la base de la población, pero nos explican que es para equipararnos al resto de Europa, lo que dota la propuesta de ese valor exótico, pero realmente es un agente externo que busca atacar nuestro marco social-educativo, es más fácil de aceptar para la población, pues lo exótico intenta ganar a lo extraño.

Esta sociedad del cansancio que nos lleva a un exceso de positividad, viene provocado por el exceso d información, nos vemos bombardeados por una cantidad inmensa de información, noticias imágenes o tareas a realizar. Lo que a priori pareciera positivo, como la variedad que entendemos como un valor provechoso, es en realidad un hándicap. Esta gran variedad, nos impide centrarnos analizar concretamente un hecho y, dado que dividimos nuestra concentración en muchos ámbitos, lógicamente nos agotamos antes. Provocamos pues nuestro propio agotamiento, nos auto atacamos y para ello no encontramos defensa puesto que no se trata de un agente externo el que nos ataca, y no producimos una respuesta inmunológica sino q nos auto consumimos en nuestra propia dinámica de positivismo cansado.
La sociedad del cansancio seria como una sociedad del exceso, donde hay de todo, mucho y poco centrado, y según el autor peculiarmente lo mucho, el exceso, nos acercaría más al salvajismo.
Otro de los conceptos a abordar es la ausencia de reflexión e innovación, que es consecuencia directa de la ausencia de pausas, de aburrimiento, “El aburrimiento está ausente en la sociedad del exceso” (Walter Benjamín ). El aburrimiento fabrica un nuevo pensamiento, una nueva perspectiva dada gracias a la reflexión, sin embargo la hiperactividad fabrica una rearticulación de esta perspectiva que no será meditada y además carecerá de novedad. Así pues la dinámica del " estado contemplativo" nos permitiría una mayor atención, una mayor percepción de las cosas.

El ser humano ha llegado a sufrir una mutación, ha variado su esencia a causa su desarrollo. Esta metástasis la podemos observar como decía Ardent en el cambio de motorización del ser humano.

El concepto de sociedad del trabajo también ha variado, antes en un punto de vista colectivo y general, buscando un cambio social para el conjunto, sin embargo se ha producido un cambio a una dinámica mas individualizadora que nos empuja a cargar con todo el peso de nuestras decisiones.

Hemos perdido además nuestros marcos de seguridad como pudieran ser Dios, o incluso el concepto de la familia, que pasan a ser más efímeros e intangibles, se desvanecen a la par que crece nuestro sentimiento de individualidad, donde solo cuenta el Yo. Pasaríamos a rezar a la “religión del cansancio” que nombra Handke, la cual cubriría a través de esa exaltación del Yo, cualquier necesidad del individuo, pues además ese cansancio puede verse como algo compartido, se puede crear una nube de cansancio que además interpretaríamos como positiva en torno a él “nosotros”, pero sería siempre el “nosotros cansado”.                                                                                                                                  La vida es cada vez más fluida y liquida (Zigmunt Bauman), todo se vuelve insustancial y rápido, la modernidad digital ha duplicado ese sentimiento de impaciencia en la población. El ser humano se ha convertido en una maquina andante a la que le han dado cuerda y no se para, avanza desnudo, sin conceptos en los que apoyarse, pero eso si siempre adelante por sí mismo, confiando únicamente en el Yo. Marcha, vivo pero muerto a la vez, se convierte en “homini sacre” (La sociedad del cansancio, Byung-Chul Han, Herder editorial), que busca sobre vivir, mantenerse con vida, pero realmente sin vivir, sin disfrutar las cosas, haciéndolas efímeras, o convirtiéndolas en acciones mecánicas.  La rabia, se ha cambiado por el positivismo voraz, que impide pausarse en los conflictos de un determinado momento. La rabia es un estado necesario, momentáneo que permite ver con otros ojos lo que se ve habitualmente o incluso lo que otros ven. Así pues la rabia que demuestre un recién desahuciado, no será la misma que la que exprese un propietario asentado y sin problemas económicos, pero la rabia que sentirá y exteriorizara el desahuciado podría lograr implicar al individuo asentado

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