La Critica Postestructuralista
Enviado por pinky_pierre • 13 de Septiembre de 2013 • 4.246 Palabras (17 Páginas) • 364 Visitas
día se habla mucho sobre el postestructuralismo en la crítica literaria,
pero no es fácil hallar con exactitud qué podría significar esa palabra: ¿es el
postestructuralismo lo mismo que la desconstrucción, o incluye otras cosas?
Y si incluye otras cosas, ¿qué tienen ellas en común? ¿Son postestructuralistas
por el hecho de que vienen después del estructuralismo, o hay
algún otro modo en que ellas sean postestructuralistas —alguna otra relación,
más específica, con el estructuralismo?
Hace algunos años, Newsweek, al informar sobre un debate en la Universidad
de Cambridge acerca de la promoción de un joven profesor auxiliar
acusado de estructuralismo, explicaba que «la mayoría de los profesores
de literatura cree que una obra tiene un significado que puede ser entendido
con la misma facilidad por un inglés del siglo XII que por un etíope del siglo
XX», mientras que los estructuralistas creen que las obras tienen diferentes
significados para diferentes personas. Se trata de una explicación muy grotesca
que, ciertamente, no ayuda a una mejor comprensión. El profesor
auxiliar no ascendido, Colin MacCabe, complicó más las cosas al sostener
que él era un postestructuralista, y no un estructuralista, lo que, como
explicó, quería decir que él tomaba en cuenta las dimensiones históricas de
una obra en igual medida que sus estructuras lingüísticas.
2 Jonathan Culler
Yo creo que el término «postestructuralista» no es útil: traza líneas que
no dejan ver algunas relaciones importantes y reúne en un burujón a críticos
con enfoques y presupuestos completamente diferentes. La dificultad
que encierra el empleo del término es ampliamente demostrada por la antología
de Josue Harari, Estrategias textuales: perspectivas en la crítica
postestructuralista (Cornell University Press), que consiste mayormente
de escritos de pensadores a los que la propia bibliografía de Harari sobre el
estructuralismo había concedido un lugar prominente: Barthes, Foucault,
Derrida, Genette, Girard, Michel Serres, etc. (todos estructuralistas mayores,
presentados ahora como postestructuralistas). La idea del postestructuralismo
tiene que basarse en una caricatura del estructuralismo, de modo que
cualquier estructuralista interesante es considerado ahora postestructuralista.
Podría hablar más sobre los modos en que este término induce en
error, pero, a pesar de eso, todavía está aquí; la gente lo usa; y el que yo
hable sobre su inexactitud no hará que se marche. Hacemos mejor invirtiendo
nuestro tiempo en someterlo a un uso razonable. Ahora bien, lo que
generalmente se designa mediante ese término es un cuerpo amorfo de
teoría y crítica, pero los elementos de ese cuerpo parecen ser lo que se
llama desconstrucción y cierta cantidad de crítica psicoanalítica moderna.
Hablaré un poco sobre cada una. Pero creo que un buen modo de abordar
el problema de dar el sentido a esta noción de postestructuralismo es examinar
el estudio de la narrativa, en el cual tiene algún sentido distinguir
entre estructuralismo y postestructuralismo, y extraer de eso una idea de lo
que podría hacer que una crítica fuera postestructuralista.
El análisis estructural de la narrativa, y, de una manera más general, lo
que se llama narratología, el estudio de la narrativa, ha estado basado en el
aserto de que las obras narrativas tienen estructuras, es decir, de que pueden
ser analizadas como la combinación de cierto número de elementos
constituyentes, y de que hay regularidades que gobiernan los modos como
los elementos constituyentes se combinan. (El sentido de estructura de un
lector se refleja en los juicios de que algo encaja o no encaja —tal vez
constituye una digresión— o de que una historia particular queda inconclusa.)
El estructuralismo procuró elaborar algo así como una gramática de la
narrativa, aislando diferentes niveles estructurales, tales como la trama y la
narración, e identificando estructuras de trama básicas y variantes de ellas,
así como los diferentes modos posibles de presentar los acontecimientos.
En este caso los críticos estaban tratando de elaborar de manera sistemática
las reglas que se reflejan en los juicios ordenadores de los lectores.
La crítica postestructuralista 3
Ahora bien, esto implica una distinción básica entre lo que los formalistas
rusos llamaban fábula y sujet, o sea, entre una secuencia de acontecimientos
y la presentación narrativa de los acontecimientos. Dos niveles
distintos, uno encima del otro. En los estudios norteamericanos del punto
de vista narrativo, que pertenecen al mismo enfoque general,
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