La Filosofía Americana Como Filosofía Sin más

La filosofía americana como filosofía sin más

Leopoldo Zea

El desarrollo del pensamiento filosófico es cada curso de filosofía, se ha intentado inspirar en a través de una expedición por la historia de la cultura occidental. Gran parte de los pensadores, filósofos, habitante en general, occidentales, han desconocido la posibilidad de una filosofía en América Latina (desconociendo y negando, en forma injusta, las aportaciones que se habían realizado), tal es el caso de Augusto Salazar Bondy, este libro es la contestación directa a su libro, defiende que sí existe una filosofía americana, y que es original y autentica, porque filosofar es solamente pensar, crear, ordenar, separar y eso hacen. Tanto los griegos como los franceses y americanos nunca se preguntaron si existía su filosofía, ellos simplemente filosofaban.

Zea responde e inicia con ello un famoso y prolongado debate, en el que demuestra que lo que importaba prioritariamente era explicar el papel ideológico, tico y cultural que indudablemente había tenido y tiene la filosofía en nuestras sociedades.

Los americanos tuvieron que inquirir en su derecho al logos, a la filosofía, pues hasta su derecho a ser llamado Hombre se negaba, los europeos pretendieron negarle la calidad humana, como nos lo muestra la polémica Las Casas-Sepúlveda, de donde surge la problematización de por qué cuestionar si es filosofía, pues ni los griegos, ni los romanos, ni los medievales, ni los filósofos modernos europeos se preguntaron jamás si lo que estaban haciendo merecía o no el nombre de filosofía, ni menos aún si había una filosofía griega o romana o con cualquier apelativo semejante, ¿por qué de América si se pregunta?, ¿por qué dudar de la capacidad de América Latina para filosofar?, ¿por qué dudar si lo que se hace merece ese nombre, el de filosofía?, ¿si el nombre de los pensadores Latinoamericanos debe escribirse en la historia de la filosofía junto con el de los filósofos occidentales?.

Hemos tenido que preguntarnos, por una imposición de los europeos, quienes consideraron “que su destino, el destino de sus hombres, era hacer de su humanismo el arquetipo a alcanzar por todo ente que se le pudiese asemejar”, y así América se convierte en un debate dentro de la conciencia europea, donde América Latina no participa en propia voz, aunque se ventila su humanidad.

El hombre americano debe tomar conciencia de algo que los occidentales han vuelto un problema, si desean hacer filosofía deberán justificarse, superar el intento por buscar la aprobación europea y darse cuenta de que los filosofemas, cuyo origen es invariablemente europeo, no importan tanto como el porqué de su adopción y adaptación.

Sobre la originalidad e la filosofía de América Latina Zea afirma: “Una filosofía es original no porque cree una y otra vez nuevas y exóticas soluciones, sino porque trata de dar respuesta a los problemas que una determinada realidad y un determinado tiempo han originado”. Y cita a Andrés Bello quien exhorta a los jóvenes latinoamericanos diciendo: “Interrogad a cada civilización en sus obras; pedid a cada historiador sus garantías. Esa es la primera filosofía que debemos aprender de Europa”

La autenticidad y originalidad de la filosofía Latinoamericana según Zea “en el derecho, no ya a copiar sino a hacer propios valores que se presentan como universales y, por ende, al alcance de todo hombre y para la justificación de toda humanidad, sin que en ello tenga nada que ver la situación económica, social, cultural o racial “.

La filosofía da razones, por lo que funciona como ideología para el pensamiento relacionado con el orden político y social, ejemplo de ello son: la escolástica, la ilustración, el iluminismo y el positivismo, Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás, Descartes, Hegel, Marx, entre otros, de igual forma Latinoamérica lo hace, convirtiendo las filosofías que surgen en Europa en instrumentos de su preocupación política. De la inautenticidad original se pasa a la autenticidad de la asimilación. Latinoamérica se lanza a la acción y luego trata de encontrar la filosofía que la justifique.

En Latinoamérica existe la filosofía, y su tema está empeñado en tratar de resolver

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