ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Imagen Del Mundo


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2014  •  626 Palabras (3 Páginas)  •  267 Visitas

Página 1 de 3

Como en toda la antigüedad, también en Aristóteles la imagen del Universo es la de un todo ordenado admirable (cosmos). Las regiones del mundo son dos: la Tierra y los cielos astronómicos. La Tierra ha sido objeto de estudio en la Física; las substancias naturales son cambiantes y corruptibles; constan de elementos. En la Tierra todo es cambio. En los cielos, por el contrario, no hay el más mínimo cambio: movimiento local perfecto, circular. La astronomía antigua y moderna, hasta Johannes Kepler (1571-1630), tomaba como evidente el carácter circular de las órbitas celestes debido a la creencia implícita en que los cielos son la región de las cosas eternas.

Aristóteles no elaboró una astronomía, se limitó a adoptar las teorías vigentes en su tiempo, las cuales no pretendían describir la realidad sino tan sólo explicar las “apariencias celestes”. La Astronomía de Eudoxio de Cnido (408-355, a.C.) mejorada por Calipso de Cízico, es adoptada por Aristóteles, que la puso en estrecha vinculación con ideas metafísicas. Así cada una de las esferas o cielos, de que consta el Cosmos, es un cuerpo indestructible, hecho de una “quinta esencia” o materia sutil e incorruptible (“éter”), que está animado por un principio vital a modo de forma sustancial: una inteligencia también incorruptible. La Inteligencia que anima el primer cielo, es el Primer Motor Inmóvil, de la Física.

La Tierra se encuentra en el centro (geocentrismo) del sistema de los cielos, inmóvil. Las esferas giran en torno a la Tierra, incorruptibles y perfectas. La perfección de las esferas celestes es mayor cuanto más se alejan de la Tierra. Hay siete esferas por encima de la Tierra, que contienen 34 órbitas, esto es, sistemas orbitales, giratorios, en los que se sitúan la Luna, el Sol, y los planetas conocidos (Venus, Mercurio, Marte, más Júpiter y Saturno), finalmente, hay la órbita de las estrellas fijas, que los contiene todos. Cada movimiento orbital está equilibrado por una esfera compensatoria, que gira en sentido contrario con la misma velocidad angular, de manera que el total de esferas o orbes es de 55 o de 47. Con este modelo de “máquina de los cielos” Aristóteles sólo pretendía “explicar las apariencias”, es decir, aquello que vemos en la alternancia del día y la noche, los meses, las estaciones, etc.

El movimiento de los cielos proviene de un impulso mecánico comunicado por el Primer Motor. El Primer Motor se ocupa, él mismo, en el conocimiento de Dios. Dios no forma parte del Universo. Y “mueve” de manera figurada: la Inteligencia del primer cielo lo conoce y en su contemplación encuentra un gozo perfecto, que traduce en la comunicación a su cuerpo de un movimiento perfecto; el primer cielo, por tanto, se mueve de manera uniforme y eterna. El movimiento perfecto de los cielos alcanzando a las dos últimas esferas, experimenta perturbaciones: la inclinación

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.9 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com