La Iniciación

LA INICIACION

Quisiera empezar este trabajo recordando un hallazgo encontrado cerca de Siracusa (Italia), ahí se han encontrado los restos de un pozo iniciático, en los cuales se observa una serie de agujeros laterales.

Según las interpretaciones estos eran para que cuando el candidato estuviera bajando al pozo, un pozo muy oscuro salían manos que lo empujaban mientras voces invisibles le gritaban: ¡te caes! Imaginad el miedo del candidato, que no sabía que abajo había una red esperándole, o sea que de todos modos no se podía lastimar, imaginadle cogido fuertemente a la roca, luchando por vencer el miedo y tratando de seguir adelante un paso más.

Vencer no era en ese momento llegar al final de la escalera; esa sería la victoria final. Vencer era el paso a paso, superar un escalón, el siguiente, y el siguiente.

Si bien los tiempos han cambiado y si comparamos simbólicamente el momento de oscuridad en el C:. de R:., en donde todos nosotros hemos tenido que pasar necesariamente al momento de nuestra iniciación, como el pozo de iniciación mencionado anteriormente y las manos que te empujaban como las inscripciones en las paredes del C:. de R:. que te empujaban a desistir de dar un paso más, es claro que cada uno de nosotros tiene su propia interpretación dependiendo de las diferentes circunstancias vividas por cada uno de nosotros; particularmente recuerdo ese momento, porque a pesar que estamos ahí por nuestra propia y libre voluntad, me impactó el momento en que leí las inscripciones en sus paredes, me asaltaba por momentos como hombre en tinieblas, pensamientos vanos e impropios, alimentando mis temores, mis dudas ante lo desconocido, propio de todo momento de importante decisión, pues del cual no conoces nada, miedo a lo desconocido, miedo profano, un miedo normal, aun pensando e intuyendo de que estás cerca de dar un gran paso y hacia una nueva vivencia, ya que ésta te va a marcar definitivamente.

No será que simbólicamente es un momento de parto, pregunto ¿Es igual a caso ese momento de parto, igual a la hora que estamos en esa espera en el C:. de R:. ?, ¿y qué los doctores que están preparando la sala de operaciones son nuestros R:. y Q:. H:., que están preparando el templo para nuestro nacimiento a una nueva vida, una vida masónica.?, luego después de ser vendado y te encuentras sin visión, al ser conducido hacia el templo por un R:. H:., esto acaso no tiene semejanza a la conducción de tu nacimiento por un doctor con experiencia, responsable probo conciente de lo traerá al nuevo mundo.

Acaso nosotros en momentos de falta de nuestra visión, antes del nacimiento y poder ver la luz masónica no sentimos esa confianza, ese cariño esa fraternidad, ese sentido de responsabilidad del R:. H:., que guía nuestros pasos y lleva nuestra mano y te habla al oído, asistiéndote en el momento preciso acrecentando tu confianza, aumentando tu valor para enfrentar lo desconocido, para poder seguir paso a paso adelante en ese trayecto aparentemente largo y por momentos interminable….sólo la experiencia de un R:. H:., puede brindar esa tranquilidad a un candidato, eso lo tuve presente en aquel 28 de Enero de 2005, en que nací en luz y lo tengo presente ahora, en este momento que presento este pequeño pero simbólico trabajo, en donde quisiera resaltar y agradecer la mano experta del R:. H:., que me supo guiar con sabiduría, fraternamente, que solo lo puede tenerla un H:. mayor, por eso agradezco cariñosamente a ese R:. H:. por haberme guiado en ese momento de ciegues, de manera tan fraternal y con tanta paciencia, se que todos nuestros H:. mayores conviven con esas mismas características, por lo que considero que mi agradecimiento no solo es para uno en particular sino para todos nuestros R:. H:., gracias por ayudarme a nacer con cariño y fraternidad en luz….

Luego de la ceguera, después de ver la luz masónica, la liturgia seguida, esa ceremonia, en donde solo existe una sola verdad, invocando la bendición del Altísimo, para consagrar nuestra vida al servicio del G:.A:.D:.U:., de inculcar lo divino, para que derrame su sabiduría sobre el recién iniciado, y espiritual, para que con los auxilios de los secretos del arte masónico llegue a demostrar las bellezas de la verdad Única y Universal, verdad Divina para honra y gloria del sagrado Nombre del G:.A:.D:.U:., en bien de todos en un ejercicio de fraternidad, no practicado por ninguna institución de nuestro ámbito.

Este pobre candidato, que por libre voluntad y humildemente y a sido aceptado e iniciado en los Misterios y Privilegios de la antigua Francmasonería, y que con la ayuda de sus herramientas y con la de Dios labrará su piedra bruta perseverantemente con humildad y paciencia.

Quisiera también hacer unos comentarios sobre las tres herramientas del A:. M:., para mis H:. de columna, la columna de los 3 años, la columna del silencio, la columna de la práctica de la moralidad, me refiero a la columna de mis H:. A:.

• La V:. de 24 pulgadas, que representa para nosotros las 24 horas del día de las que debemos emplear, parte en el servicio al Todopoderoso, parte en el trabajo y el descanso, y parte en ayudar a los HH:. como a todos en sus necesidades, en la medida que nos sea posible.

R:. y Q:. H:., si consideramos simbólicamente ésta herramienta tan importante, y la aplicamos a nuestra vida ya sea masónica o profana, nos damos cuenta que ésta “medida”, y lo resalto con comillas “es tan ajustada a nuestra realidad”; pues cada vez que queremos conocernos mejor, cada vez que queremos medirnos, utilizamos una herramienta que es la comparación.

Hemos aprendido que nuestra mente es dual, que tiene mucha dificultad para atrapar la unidad, y no solamente lo hemos aprendido sino que es una vivencia constante, podemos hablar de la Unidad, pero cuando tenemos que vivir en lo cotidiano, siempre estamos en medio de dos polaridades, o estamos en alguno de los extremos.

El estar en los extremos, es oscilar entre una cosa y otra, nos obliga a la comparación; es casi un ejercicio mental:

Yo existo si puedo compararme con otras personas, o con otras cosas, si puedo observar cuáles son los elementos iguales, o cuales los elementos diferentes, que tengo en relación con lo que me rodea. Porque nos es muy difícil percibirnos a nosotros mismos, percibirnos en esencia, sin antes apoyarnos en algo; yo existo porque hay algo que existe, yo estoy en éste lugar, porque hay otros que no están en este lugar.

Esta comparación permanente es una de las herramientas de medida, herramienta que aplicamos mientras aprendemos a ser un A:. M:.

Pues bien la V:. de 24 pulgadas que utiliza la comparación desde un punto de vista positivo, armónico, buscando medir que los lados tengan el mismo tamaño, que la altura sea la adecuada, guardando una coherencia con el espacio del objeto.

Cuando comparamos todo lo que aprendemos, todo lo que hacemos, como las ciencias, artes y cuando comparamos las vías religiosas para acceder a Dios, lo que estamos buscando es Unidad y Concordia. No nos detenemos en las diferencias, no son las diferencias lo que nos atrae, lo que queremos es encontrar el camino único, y ascender por él. Esta propuesta filosófica, es solamente un ideal, que nos presenta un amplio camino por delante y nos impulsa a nosotros a recorrer el camino……..Pero cuidado en primer lugar porque no somos nada objetivos. Si queremos comparar todo lo que aprendemos, si nosotros con nuestro propio criterio, con nuestra propia mente, quisiéramos comparar todas las ciencias, religiones y artes, si no tuviéramos una guía como la que nos dan los R:. M:., no se si llegaríamos a la unidad, porque nos falta mucha objetividad como jóvenes A:. M:. que somos, y porque, al comparar, nosotros siempre elegimos lo que más nos gusta, y nos inclinamos por lo que más nos gusta, por lo tanto nuestra comparación es muy relativa. No es que sean ni mejores ni peores, simplemente nos gustan. Nos falta objetividad. Viendo las cosas como nos gustaría que fueran y no como son. Por lo tanto vamos a tener que aprender, antes de medir, y antes de usar la V:. de 24 pulgadas, que debemos de tener una conciencia clara de “medida objetiva”.

Cuando en los inicios de las culturas hace milenios, y nace la Masonería Operativa con la construcción de templos y palacios de la Caldea, la Asiría, El Egipto, Creta, etc. en su más remota época, nuestros H:. utilizaban para medir objetos físicos, una medida objetiva: V:. de 24 pulgadas, la cual puede ser dibujada en papel, puede estar confeccionada en madera, o metal pero siempre es la V:. de 24 pulgadas. En Masonería Operativa la V:. de 24 pulgadas no cambia de acuerdo a nuestros sentimientos seguirá siendo siempre de la misma medida; sin embargo como ahora somos Masones Especulativos, el patrón de medida que nosotros empleamos con nosotros mismos, cambia notablemente de acuerdo a nuestra subjetividad, a veces la V:. de 24 pulgadas es más larga, o es más corta, o a veces tiene una pulgada. Pues entonces es necesario adquirir un criterio sano, un criterio Masónico Especulativo filosófico, para que la V:. de 24 pulgadas sea siempre equilibrada, para que sea estable, para que podamos reconocer cuáles son las medidas que nos enriquecen, que nos ayudan a avanzar en nuestra vida moral para el caso de un A:. M:.;… y cuales en cambio nos entorpecen, nos paralizan y no nos permiten dar ni un solo paso más, aunque subjetivamente y en nuestra fantasía creemos estar caminando.

Definitivamente medirnos diariamente y adecuadamente es el dimensionar correctamente nuestra piedra bruta, entonces pregunto:

¿Pero como hacerlo objetivamente?, ¿Medirnos en relación con los demás?...El medirnos a nosotros

...