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La Libertad En La Historia De La Humanidad


Enviado por   •  7 de Junio de 2014  •  2.701 Palabras (11 Páginas)  •  826 Visitas

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Desde la génesis de la raza humana, cuando recién se empezaba esta larga y extraña travesía en un mundo que era aún enigmático para nosotros, el hombre debió de sacudirse de muchas y bastantes dificultades. Todos los obstáculos que se presentaban debían de ser removidos, si es que en algún momento, se quería obtener algo más que seguir solamente sobreviviendo. Sin embargo, no fue solamente al principio donde tuvo el hombre que luchar por seguir su camino en libertad, con el paso de los años tuvo que seguir bregando contra muchas y bastantes formas de servilidad y sumisión. Bajo distintas formas, cual camaleónica bestia, tomaba forma la opresión y la sujeción, ambas trataban de desechar y querían eliminar de la conciencia de la humanidad, la idea que siempre hizo en todos aquellos que la conformaban, ver, sentir, querer y pensar, en su libertad. En esta vorágine que envuelve el sendero que han seguido los hombres, a través de los distintos periodos del modo histórico de vida que venimos atravesando desde la antigüedad hasta la actualidad, se buscara desentrañar que es que lo que se ha venido suscitando en torno a la idea libertad, hemos avanzado en su entendimiento o nos hemos quedado con lo conseguido solamente por nuestros antecesores.

5.1. De la libertad en la prehistoria y en la antigüedad

Se ha establecido que ya desde los inicios de su existencia, el hombre, debía superar y confrontar muchas situaciones desfavorables para su salvedad y seguridad. Era entonces, el ser humano, un individuo que aun experimentaba un espanto y espasmo frente a su entorno, a todo aquello que le rodeaba y que le garantizaba o su vida o su muerte. Ante semejante peligro, no podía aislarse y alejarse de los demás, ni siquiera podía sentirse ajeno del mundo que lo atormentaba; era parte de él, su cuerpo y su mente no le pertenecían, el sentimiento de ser individual no podía encontrar asidero en esta miserable existencia que se hallaba supeditada a lo que del exterior se originaba.

Eran circunstancias difíciles las que atravesaban los primeros hombres, que fuerzas eran aquellas que manejaban a su antojo su vida, eran esas que aun en nuestros tiempos despiertan cierto recelo y que a lo largo de periodos se han intentado contener y comprender, las fuerzas incontenibles a las que me refiero eran: las fuerzas de la naturaleza. Éstas, se hallaban por sobre la humanidad, y cada uno de los seres que poblaban la faz de la tierra, doblegaban su vida a los designios de tan portentosas manifestaciones; pero no todos reverenciaron su desgracia, hubo quienes se alzaron contra la tiranía que mandaba. Estos hombres, quisieron libertarse de esta aciaga fatalidad y se enfrentaron a tan temible autoridad. De este modo ocurrió:

En lugar de una acción instintiva predeterminada, el hombre debe valorar mentalmente diversos tipos de conducta posibles; empieza a pensar. Modifica su papel frente a la naturaleza, pasando de la adaptación pasiva a la activa: crea. Inventa instrumentos, y al mismo tiempo que domina la naturaleza, se separa de ella de más en más. Va adquiriendo una oscura consciencia de sí mismo – o más bien de su grupo – como de algo que no se identifica con la naturaleza. Cae en la cuenta de que le ha tocado un destino trágico: ser parte de la naturaleza y sin embargo trascenderla .

Ahora la existencia no tenía por qué verse apresada por la naturaleza, el hombre se hizo de herramientas que le aseguraran al menos en alguna medida el control sobre su entorno natural. Sin embargo, la pequeña pero muy útil libertad que se había gestado pronto vería que otras mareas y tormentas, encarnadas estas vez en seres de vacío y espacio infinito (los dioses, los sistemas, etc.) o en personas de carne y hueso que se atribuían más autoridad que los demás (reyes, soberanos, papas, oradores, etc.), dificultarían nuevamente el camino que el hombre tenía que andar.

En la antigüedad, propiamente en aquellos tiempos donde las culturas más representativas de la civilización humana construían la historia, la libertad de los hombres dependía mucho de la casta, el abolengo y el linaje al cual uno pertenecía, ello paso luego de que los instrumentos de que se valieron los hombres para dominar la naturaleza recayeron solo en unos pocos. Se era libre en la medida que se poseía renombre, riqueza y popularidad en toda la ciudad. El dominio que se ejercía entonces era el del hombre hacia el propio hombre, aun cuando no se lo quería: “El gobierno estaba ejercido por un hombre, una tribu, una casta que derivaba su autoridad del derecho de sucesión o de conquista, que en ningún caso contaba con el asentimiento de los pueblos y cuya supremacía los hombres no osaban, ni acaso tampoco deseaban, discutir…” .

Las fuerzas que abatían a la sociedad, estrujaban y asfixiaban al individuo. Eran menos los que fuera del yugo de la impotencia se hallaban, pero también los que a su vez justificaban el estado de obediencia de los que como ellos no podían ser. La libertad entonces sólo mostraba una cara de la moneda. El afán de los hombres que bajo el manto del poder se hallaban era, más que el de buscar igualdad con los demás; saberse distinto de ellos, no sumidos en su seno cuales niños recién nacidos que solo pueden vivir con los cuidados de alguien más.

Grecia y Roma, fueron claro ejemplo de ello. La civilización helénica, en distintas de sus ciudad - estado adoptó formas o mecanismos los cuales tenían como función la protección de sino todos al menos la mayoría de los ciudadanos. Y en Roma, al menos durante la segunda y la tercera etapa de su historia: la república y el imperio; las distintas autoridades, aún cuando sus decisiones eran solamente para lograr mantenerse en el poder, dejaron libres de muchas trabas y tropiezos a los hombres. La libertad al menos a nivel político y de participación ciudadana, de todos y cada uno de los individuos, se había conseguido. Y es que la libertad, al menos en estos tiempos consistía en esto: en lograr alcanzar derechos políticos.

Por esto, el fin de los patriotas era fijar los límites del poder que al gobernante le estaba consentido ejercer sobre la comunidad, y esta limitación era lo que entendían por libertad. Se intentaba de dos maneras: primera, obteniendo el reconocimiento de ciertas inmunidades llamadas libertades o derechos políticos (…). Un segundo posterior expediente fue el establecimiento de frenos constitucionales, mediante los cuales el consentimiento de la comunidad… era condición necesaria para algunos de los actos más importantes del gobernante .

La ruta aun debía avanzarse, el hombre consiguió sumar algo más a su libre albedrio, pero este

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