La Quimica Organica

ABSTRACT

El realismo surge como la primera postura filosófica de la humanidad. En sus inicios buscaba explicar el principio de todas las cosas, denominado como arjé.

A lo largo de la historia, surgieron un gran número de simpatizantes de esta corriente filosófica, con su iniciador Thales de Mileto hasta llegar a Aristóteles.

El realismo filosófico es de gran importancia en la ciencia moderna, debido a que sobre él recaen los preceptos básicos, es decir todo el conocimiento humano actual encuentra sus bases en esta corriente.

Durante este período se inauguran tanto el pensamiento abstracto como el pensamiento formal de la filosofía, así como importantes conceptos tales como el Principio Lógico de Identidad.

Durante este lapso convergen los más grandes filósofos de la historia antigua, tales como Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles y Parménides.

El Realismo da paso a una de las más brillantes épocas de la humanidad, y su fin se ve marcado por acontecimientos de gran relevancia en la historia universal.

EL REALISMO FILOSÓFICO

INTRODUCCIÓN

Se entiende por Realismo a la corriente filosófica que trata de explicar el origen de las cosas, con base a la diferenciación de lo que existe realmente, y lo que se cree que existe.

El realismo como tal, surge junto con los primeros filósofos, que evidentemente fueron griegos. A ellos se les atribuye el inicio de la filosofía,

ya que mediante el uso de la razón indagan ¿quién existe? Y es a partir de este cuestionamiento que se empieza la búsqueda por el “arjé” o principio de todas las cosas.

A lo largo de la historia del realismo, existieron innumerables filósofos que lograron, algunos en mayor o menor medida, ir paso a paso discerniendo la causa primera de las cosas.

Y es precisamente en una antigua ciudad griega de la costa occidental de Anatolia, donde se da el inicio de la primera posición filosófica de la historia. Un hombre llamado Thales, habitante de la ciudad de Mileto, comienza por preguntarse cuál es el origen de todo lo existente, qué es aquello que tiene la facultad para crear la vida y capaz de desarrollar todo cuanto conocemos.

No es descabellado pensar que, para éste, el primer filósofo como tal de la humanidad, el principio de todo fuera el agua. Definitivamente es un concepto demasiado arraigado en el mundo real, el mundo sensible que el vivía y experimentaba día con día, pero es

de esta manera como se funda el Realismo Filosófico.

No es razón suficiente pensar que Thales por el simple hecho de habitar en una costa, nominó como arjé al agua.

Thales al cuestionar el inicio de todas las cosas, realizó un proceso de reflexión en base a lo observado y si se quiere, los argumentos sean bastante vagos, pero representaron un avance inédito en la época:

“Como todos los pensadores de la escuela milesia (llamados físicos), buscó el principio de todas las cosas (arjé). La respuesta de Tales consistió en atribuir ese carácter de materia fundamental al agua: las cosas sólidas son producto de su solidificación, y las sutiles, resultado de su evaporación.”(Alonso, R. et al., 1994:623)

Evidentemente, la polémica desatada entre la sociedad de la época no se hizo esperar, debido a que era difícil pensar que a partir del agua, todas las demás cosas existieran.

Pudiera pensarse que a raíz de este primer intento por explicar la existencia del hombre pasaron muchos filósofos argumentando diferentes elementos o conceptos similares, pero cronológicamente, después de Thales de Mileto aparece Anaximandro, quien revoluciona la filosofía e inaugura un pensamiento basado en algo intangible.

Para Anaximandro el arjé es “ápeiron” que significa lo indeterminado, lo indefinido, lo ilimitado. Es decir no daba por hecho que fuera algún elemento como agua o fuego, sino que esta

“sustancia” tenía la capacidad de dar vida, conformando toda la materia.

El siguiente en preocuparse por el arjé fue Anaxímenes, quien opinaba que el aire era ese principio. Se experimenta pues un retroceso en cuanto a filosofía, pues retoma una causa demasiado arraigada en el mundo real, y al igual que Thales, establece que a partir de la condensación y rarefacción el aire puede materializar todos los elementos.

Hubo muchos otros filósofos, tales como Empédocles, quien nos habla de la mezcla de los cuatro elementos (aire, tierra, agua, fuego) como arjé. Y probablemente una gran cantidad de pensamientos buscando como arjé algo material, pero sin éxito.

A partir de este momento la filosofía encuentro otro parteaguas, con la llegada de Pitágoras. Este filósofo, griego también, retoma el camino avanzado por Anaximandro y establece como principio de todo a los números.

Gracias a su filosofía, el origen de las cosas vuelve a un elemento intangible, pero por primera vez el pensamiento se vuelve formal. Pitágoras fue un estudioso de la música y a él se le atribuye el descubrimiento de las relaciones existentes entre las matemáticas y la música, razón por la cual para Pitágoras todo en el mundo guarda una estrecha relación y por tanto un orden determinado de acuerdo a los números.

El aporte de Pitágoras no tiene más extensión filosófica, pero es de gran importancia porque por primera vez se puede decir que la realidad está contenida en algo que de verdad existe.

Heráclito ingresa en el realismo filosófico y basa el arjé en el en el continuo ir y venir de las cosas, en otras palabras se basa en devenir. Para él, ninguna cosa tiene existencia como tal, razón por la cuál, al momento de analizar las cosas, no son iguales al momento anterior, ni serán iguales en el momento futuro. De tal manera que la realidad es una fluctuación, nunca estática.

No se hizo esperar la entrada en escena de Parménides, quien hace una crítica a la filosofía de Heráclito entendiendo que una cosa es en cierto momento, y al siguiente momento ya no es la misma cosa; para Parménides esto representa una contradicción, pues nada puede ser y no ser al mismo tiempo.

Es así como Parménides establece que “el ser es y el no ser no es” y sin darse cuenta de la magnitud del enunciado, es así como nace el Principio Lógico de la Identidad, que es el fundamento de toda lógica, matemática y por ende de la ciencia en general.

Pero no fue el único aporte hecho por Parménides

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