La cultura, los valores, una concepción del mundo o una realidad cruda

La cultura, los valores, una concepción del mundo o una realidad cruda.

Camino por la calle  y pienso en la concepción delas cosas, y leo un apartado que dice “la cultura como un todo o nada”,  pensé, tiene razón y muchos dirán al verlo, eso es ridículo, la cultura no paga nuestros salarios, ni mantiene a nuestros hijos, ni acabara con la delincuencia, pero pienso que no ven el panorama completo de lo que expresa esta frase: la conciencia, en primer lugar, para encontrar el sentido de las cosas hay que tener conciencia, saber de qué voy hacia algún lado; el conocimiento, es la inteligencia tratando de esclarecer ese sentido, obteniendo datos exigidos por esa razón que cree existir con alguna finalidad; del conocimiento se desprende la acción o la técnica, y aquí se incluyen las herramientas, lo que tengo que hacer para lograr mi finalidad. Y de eso hablare contigo, sobre la importancia de la cultura y los valores, y que tienen que ver uno con el otro, ¿es necesaria la cultura para que los valores existan?, es importante que veamos desde  todos los ángulos posibles el por qué y el para qué.

La historia del hombre comenzó hace ya un tiempo, y conforme evoluciono decidió catalogarla en capítulos para saber un poco más de la concepción de lo que dejo en las huellas desvanecientes de su progreso, y gracias a esta catalogación y estudio, conocemos varias actitudes y costumbres humanas hasta llegar a lo que es el humano moderno, el cual camina, se expresa, se relaciona, y piensa con una característica nombrada como ética, que dependiendo la zona del mundo y tanto el ambiente y relaciones con sus alrededores se expresa distintamente a otras zonas.

Esta diferencia entre varias áreas es tan importante como saber de los capítulos en la historia de la humanidad, el cazador primitivo vivía dentro de normas culturales muy distintas a las que rigen el comportamiento del ciudadano moderno, la antropología apoya que este conjunto de rasgos llamados cultura  es un todo sistémico cuyas partes están articuladas y por eso ha cambiado con el paso de los años, haciendo de la misma un mecanismo o estrategia de adaptación, y al conforme pasaba más capítulos en la historia del hombre, se creaba un guion de herramientas necesarias para el entendimiento social, que creaban no solo comunicación y ganancia, sino que también brindaba paz al pueblo con dicha de ejercer dichas herramientas, llamadas valores.

Los valores son fruto del aprendizaje del análisis de los distintos cambios de conducta que se tuvieron en el pasado y en el presente, son los ideales del humanismo que dictan las respuestas de cuales acciones cuentan como correctas o incorrectas que llevan al hombre a defender y crecer en su dignidad, estos valores se han clasificado y nombrado a sí mismos por la necesidad del hombre de incluirlos en su estilo de vida, como ya habíamos dicho como una estrategia de adaptación, el hombre individual sólo puede adaptarse al medio a través de la cultura, a base de dichos valores. El individuo es engendrado por una cultura y es ésta la que organiza en uno u otro sentido su comportamiento. El hombre, por tanto, es un animal cultura.

El comportamiento humano desde los inicios de su historia se ha tratado de estudiar y comprender, esto para tratar de aprovechar sus características en el desarrollo de actividades o mejorarlo para permitirle al mismo vivir de una mejor manera, ya sea observando sus fortalezas, mejorando esos aspectos y tratar de disminuir las debilidades aumentando la atención en los puntos en los que generalmente el ser humano suele fallar, y aquí es donde sigue existiendo la cultura, como esa esa estrategia ya mencionada, que hace que el hombre avance en relación consigo mismo, hasta formar la hoy conocida sociedad global. Es creciente el interés de las instituciones educacionales por contribuir a la formación de ciudadanos verdaderamente humanos para sí y para la sociedad, que les permita no solamente convivir en el mundo actual, sino además comprometerse con su transformación a partir de su crecimiento como seres más capaces e integrales. Tal propósito precisa de la estimación e inclusión de las consideraciones fundamentales del humanismo en su génesis histórica como condicionante fundamental alcanzar la formación suficiente del ser humano.

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