La perspectiva de género en la educación.

LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN

Un cambio de mirada

Las diferencias biológicas que determinan el sexo se han usado para justificar la desigualdad social entre mujeres y hombres, la cual es producto de costumbres, tradiciones y creencias socialmente construidas. A lo largo de la historia de la humanidad las mujeres han sido marginadas del acceso a la educación, dando pie a las limitaciones tales como  el acceso disparejo a los recursos, la información, la toma de decisiones y la prestación de servicios.

En los siglos pasados se le negaba a las mujeres la posibilidad de educarse al mismo nivel del hombre, es decir, no se les daba la oportunidad de estudiar para llegar a altos logros cognitivos ni llegar a un nivel escolar superior, pues se pretendía que no descuidaran su trabajo “más importante”: el cuidado del hogar y la procreación.

Esto ha ido cambiando al pasar de los años, ahora se busca la equidad de género que pretende construir una sociedad con igualdad de oportunidades, en la que se promueva el respeto por las diferencias y de esta manera, abrir el camino hacia la superación de la inequidad de género.

Sin embargo todavía nos encontramos con que se continúan perpetuando estereotipos de lo que debe ser y hacer el niño o la niña, y que muchas veces se manifiestan de formas encubiertas. Los medios de comunicación por ejemplo, especialmente la televisión, transmiten imágenes con un enorme potencial a la hora de configurar estereotipos de género. Estas imágenes, son terriblemente perjudiciales para la formación de la identidad de los niños y las niñas, transmitiendo un mensaje de desigualdad y discriminación.

También, en ocasiones, en los libros texto podemos encontrar que se estipulan acciones realizadas por hombres, mientras se subestima o se omite a las niñas, por ejemplo: dibujos de figuras femeninas que aparecen realizando tareas domésticas tradicionales y las masculinas todas las demás actividades o, un niño jugando con un carrito y una niña jugando a la cocinita, etc. O bien, se puede manifestar a través del trato diferenciado a mujeres y hombres por medio del lenguaje, los gestos, el tono de la voz, la frecuencia y la duración de la atención proporcionada a unas y otros, el tipo de preguntas y respuestas, entre otras.

La educación actúa de manera directa en la construcción de una cultura, que a su vez puede cambiar formas de pensamiento, es por eso que la escuela debe tener bien presente que tiene un papel primordial en el desarrollo de sus alumnos y que, tienen el deber de trasmitir los conocimientos, habilidades y valores necesarios para que sus estudiantes se formen con principios orientados a la igualdad de género.  Los docentes deben evitar que el lenguaje y el trato hacia alumnas y alumnos refuercen los estereotipos de género y por el contrario esforzarse en promover la comunicación y la relación social de niñas y niños, el trabajo y la colaboración en grupo, el respeto hacia sus compañeros y la no discriminación.

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