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¿La verdad de la ciencia es única y absoluta?


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  2.473 Palabras (10 Páginas)  •  185 Visitas

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Introducción:

En este trabajo trataremos un problema epistemológico muy importante, el tema de la verdad. La epistemología es la rama de la filosofía que  trata los problemas del conocimiento, y por ello el tema de la verdad es muy frecuente. Siendo uno de los principales problemas analizados por los epistemologos.

En este trabajo trataremos el siguiente problema:

¿La verdad de la ciencia es única y absoluta?

Justificación:

Desde sus orígenes el ser humano ha buscado conocer, esta incesante sed de saber, le ha llevado a crear mitos y leyendas, a adorar seres divinos, y ha sido capaz de descubrir los secretos más bien guardados de la naturaleza. O al menos eso es lo que todos creemos.

La ciencia se muestra hoy como “dueña de la verdad” y sin cuestionar la aceptamos. De la misma forma que en otros tiempos se acepto la verdad de los dioses como única y legitima. La ciencia tiene limitaciones y su propia historia lo ha mostrado muchas veces teorías científicas aceptadas mostraron ser ineficientes e incluso completamente equivocadas.

La ciencia parece omnipotente, libre de errores y sin embargo sabemos que pueden esconderse hechos para que no se perciban los errores de ciertas teorías, así como se hizo en el pasado, por ejemplo cuando los pitagóricos escondieron la irracionalidad de la raíz de dos y al dodecaedro.

Hoy en día se está tratando de plantear un paradigma, en el cual la ciencia es una construcción del ser humano y por ello puede tener errores, aun así, esta sigue expresando su conocimiento como único, irrefutable y superior a todos los demás.

Hipótesis:

La ciencia si bien produce conocimientos que nos ayudan en nuestras vidas, no podemos considerar esos conocimientos como verdades absolutas, sino como teorías que explican e interpretan la realidad, pero no tienen solamente virtudes tiene también defectos.

Por eso debemos ser cautelosos, esto no significa que no debamos creer en la ciencia, solo no debemos hacerlo ciegamente. Todo conocimiento adquirido debe ser reflexionado, pensado y analizado críticamente, inclusive el conocimiento científico.

Debemos ser concientes de que estos conocimientos pueden cambiar. Y que al ser dogmáticos no somos capaces de percibir los errores que poseen determinadas teorías y esto nos limita y no nos permite aceptar el cambio.

Verdad:

Empezaremos considerando qué entendemos por verdad.

Al tratar la cuestión de la verdad, suele señalarse la distinción existente entre las acepciones hebrea y griega. La voz hebrea para designar verdad es 'emeth, cuyo radical ('aman) significa sostener algo firmemente para que no caiga. Entre los sinónimos que acompañan o sustituyen a `emeth, el principal es `emunah, /fidelidad.

Por su parte, el término griego correspondiente a verdad es alétheia que indica la condición de desvelamiento, descubrimiento o des-ocultamiento del ser. Así, alétheia remite a una dualidad: lo que aparece ante nosotros y el fundamento de lo que aparece o, en otros términos, la auténtica verdad. De modo que la noción griega de verdad remite a lo permanente, mientras que la hebrea refiere a un aspecto más bien dinámico.

La verdad según Parménides, ha de ser eterna, inmutable, para  él la razón nos proporciona la verdad, mientras que las sensaciones que proceden de los sentidos no son sino apariencias. Platón sitúa la verdad en el cosmos noetós; la verdad de las cosas está en su eidos, y este está separado. Las cosas sensibles gozan de cierta participación del eidos y, por ello mismo, gozan también de cierta verdad. Pero para captar esa verdad, el filósofo debe salir de la caverna y contemplar lo mutable a la luz de lo inteligible. En Platón se observa un influjo de Parménides, junto a un intento de justificar lo sensible, el ámbito de nuestra experiencia.

Por otra parte, Aristóteles distingue tres dimensiones de la verdad: la vertiente lógica, la semántica y la pragmática. Tales vertientes están presentes tanto en la verdad teórica cuanto en la práctica. En el Órganon se subraya especialmente la dimensión lógica de la verdad, a la que se considera como, “verdad-coherencia”. Entre sus escritos lógicos cabe destacar el, “De interpretatione”, donde sienta la doctrina que ha llegado hasta nosotros de que sólo es susceptible de verdad el discurso enunciativo. En el conocimiento tiene lugar la patentización de la verdad, pero no en el plano del concepto, sino en el del juicio o relación de conceptos y en el del razonamiento o relación de juicios. Los juicios son verdaderos, siempre y cuando se correspondan con los hechos.

Para Nietzsche por ejemplo la verdad es como un arma a servicio de un tipo de vida, una circunstancia histórica, una tonalidad psicológica, una opción metafísica. Nietzsche plantea, no a la verdad, sino mi verdad, tu verdad.

Utilizaremos el concepto aristotélico de verdad para este trabajo, por ser el aceptado socialmente y por se la que utiliza la ciencia y como tal nos permitirá un mejor análisis de esta.

Argumentación:

El conocimiento humano esta limitado a lo que podemos percibir, ya sea a través de nuestros sentidos o de las delicadas maquinas que hemos construido. En este punto se pueden dar dos situaciones que hagan que nuestro conocimiento no sea correcto, una es que no percibamos la realidad tal cual ella es porque no somos capaces de hacerlo, o porque la realidad es muy compleja y no se muestra en su totalidad, haciendo que tengamos una visión parcial de ella.

Kant trata el primer caso. Según é nosotros seres humanos poseemos formas a priori que si bien nos permiten observar el mundo, no permiten que lo veamos tal cual es, sino que lo vemos a través de esas formas como el espacio, el tiempo y las categorías. Considerando esto podemos entender que la ciencia no estudia la realidad, sino lo que los científicos a través de sus categorizaciones a priori perciben de esa realidad. El espacio y el tiempo son las condiciones  en que el sujeto organiza la información que recibe de los sentidos, y por lo tanto toda información que recibimos de nuestras experiencias, todos los conocimientos que tenemos no son netamente sensoriales ni puramente racionales, por lo que no son el reflejo del mundo en que vivimos ni de nuestra razón, sino que son una interpretación del mundo hecha por nuestra mente al guardar la información. Siendo así no podemos considerar la verdad de la ciencia como una verdad, pues en realidad no se corresponde exactamente con los hechos.

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