Las Cegueras Del Conocimiento

LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO: EL ERROR Y LA ILUSION

Nada es verdad y nada es mentira, todo saber oculta prejuicios, falacias, errores, e ilusiones, es por ello que se afirma que todo conocimiento, incluso científico conlleva el riesgo del error, problema que busca solución en la educación. Si nos preguntan cuál es el error más grande que podemos cometer, la respuesta sería el ignorar que existe un error, y por tanto una clara ilusión es minimizar a la misma ilusión, no reconocerla o simplemente ignorarla.

La misma historia, el mismo pasado está plagado de errores e ilusiones, falsas concepciones de la propia vida, de lo que se hizo, se hace y se debería hacer, de su realidad y mundo.

Es una tarea vital la que tiene la educación al intentar mostrar que no existe conocimiento alguno, que no esté amenazado por el error y la educación, pues no existe una verdad absoluta, además de que todo conocimiento es trascendental, cualquier dato, información o mensaje, está inmerso a errores. Esto se debe a que todo conocimiento nace de la percepción, que a su vez implica una codificación mediante los sentidos, y una interpretación, con infinidad de posibilidades equivocadas, que muestran nuestros miedos, sentimientos y emociones cargadas con riesgos de error. Incluso se ha creído que una manera de eliminar el error del conocimiento es apartándolo de la afectividad, sentimientos de amor, odio, etc., cosa que sería imposible pues ello implicaría también el rechazo de la curiosidad, que es el elemento que mueve al mundo y la pasión. Es decir, sin la afectividad tanto el conocimiento se ahoga como se fortalece. Y a pesar de que la capacidad de razonamiento podría verse afectada por una emoción, no se puede haber una sin otra, es decir se complementan, ambas son indispensables para mantener un comportamiento racional.

Los paradigmas que rigen la ciencia pueden desarrollar ilusiones y ninguna teoría científica, ni tampoco una disciplina esta inmunizada para siempre, pues cada periodo de tiempo es distinto, y quizá hoy algo que se considere un conocimiento científico y verdadero, mañana será una falsedad. En nuestros errores se ven reflejados sueños, necesidades, deseos, imaginación, etc., y todo aquello se encuentra en nuestro interior, se hace presente en nuestro exterior, llenando así una falsa concepción del mundo exterior, e incluso logrando mentirnos a nosotros mismos, manifestando permanentemente el error y la ilusión, y siempre con la justificación como el egocentrismo, etc. Nuestra mente logra de manera inconsciente seleccionar los recuerdos que nos convienen y eliminar los que no nos convienen, nuestra mente llega a ser tan poderosa que puede engañarnos y confundirnos, incluso nos puede hacer creer que hemos vivido algo que jamás paso y creer no haber vivido algo que realmente paso, así, nuestra mente, es tanto una fuente irremplazable de verdad, como una fuente de equivocaciones.

Nuestras ideologías y creencias, no solo están sujetas a error e ilusión, sino que protegen a las ideas propias de ella. Aunque actualmente la ciencia puede ser refutada, aun las teorías mantienen cierto grado de resistencia. Pero de qué manera corregir y evitar los errores, la respuesta la encontramos en la racionalidad, actividad mental que controlara el entorno, la resistencia al deseo y el control de la práctica, de la cultura, la memoria y las operaciones lógicas, es decir la racionalidad que la corrige. La manera en que podemos combatir los errores es a través de teorías coherentes, lógicas y compatibles, que estén abiertas a la discusión y a críticas, pero debemos identificar y tener muy claro que no es lo mismo la racionalización que la racionalidad, la primera, está fundada sobre bases falsas, es cerrada, negándose así a las críticas y discusiones y a la verificación empírica, dando paso a el error y la ilusión. La segunda sin en cambio es la mediadora entre la lógica y la empírica,

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