Los métodos Específicos De La Reflexión Filosófica
danielavpp28 de Octubre de 2014
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Introducción
El método es el procedimiento de reflexión filosófica que nos ayuda a comprender la razón del mundo y de las cosas dando así una guía para darle orientación y sentido a nuestra vida.
Se puede decir entonces que es básicamente la manera de construir una base para el desarrollo de varias hipótesis las cuales se unen para convertirlas en una verdad.
Su principal importancia del que es un sistema necesario para poder conocer lo que nos rodea y conocerse a uno mismo. Nos permite sortear todo tipo dificultades y así llenarnos de experiencia empírica.
Las características primordiales de este sistema son:
• Ofrece auxilio orientador y apoyo con los fines involucrados en su uso.
• Siempre nace de una idea o noción que comúnmente podemos llamar intuitiva.
• El método siempre tiene un valor por sí mismo a diferencia de que los otros se valen de medios de la vida cotidiana.
El trabajo tiene como objetivo profundizar en los principales métodos de reflexión filosófica, dando a conocer su origen y características.
Los Métodos en Filosofía
La palabra "método" procede del griego Odos y hace referencia al poseer o disponer de cierta vida para alcanzar un determinado fin. Significa literalmente el hecho de seguir un "camino". Consiste en un procedimiento que permite avanzar en el conocimiento, una investigación con un plan prefijado y con unas reglas determinadas y aptas para llevar al fin propuesto. El método se diferencia así del azar y requiere una ordenación. De esta manera, el método científico, el método matemático, el método filosófico, adoptan diferentes modalidades de acuerdo al objeto de estudio, al tipo de conocimiento que se quiere alcanzar.
Los métodos empleados por los distintos filósofos en su búsqueda de certezas, son diversos. Aquí nos referiremos a las metodologías más utilizadas en el transcurso de la historia de la filosofía, principalmente, nos encontramos con el diálogo, el análisis de conceptos, la búsqueda de supuestos y la crítica de argumentos. (Fig. 1) (Fig. 2)
Los métodos específicos de la reflexión filosófica
• El Diálogo
El diálogo (del griego dialógos, conversación) es una discusión organizada mediante preguntas y respuestas entre individuos interesados por un mismo tema, respecto del cual se pueden mantener inicialmente puntos de vista distintos.
Tiene su origen en la antigüedad griega, siendo concebido como el medio propio de expresión del logos que, siendo común a todos los seres racionales, se desarrolla a través de los que confrontan sus logos particulares.
Se dice que Sócrates dialogaba en el ágora o plaza griega con todo tipo de personas, a quienes formulaba preguntas y de cuyas respuestas nacían otras preguntas que conducían a más respuestas. (Fig. 3). Sin embargo, las primeras manifestaciones escritas fueron los diálogos de Platón (Fig. 4). La forma dialogada de su obra escrita fue, probablemente, una imitación de la forma dialógica de conducir el pensamiento por parte de su maestro Sócrates. Con esta forma, que representa el movimiento del propio pensamiento (que es concebido como «diálogo interior del alma consigo misma»), el diálogo aparece como vía dialéctica hacia la intuición de la verdad. De esta manera, si bien en la tradición escrita el diálogo surge con Platón, en cuanto método propio de la filosofía se remonta a Sócrates, para quien el diálogo permitía la crítica de la “doxa” (opinión) y tenía la ventaja de la persuasión racional.
Además de Platón muchos otros autores han utilizado el diálogo como forma de expresar el discurso filosófico: Jenofonte, Aristóteles, san Agustín, Cicerón, Giordano Bruno, Galileo, Berkeley, Malebranche, Hume, y otros. En la época medieval dio lugar a las llamadas disputatio. En la época moderna se reanuda con Hamann, Jacobi, Fichte y W. von Humboldt. La concepción misma del diálogo aparece con la dialéctica de Hegel y Marx.
La dialéctica ha tenido distintos significados a lo largo de la historia: se ha entendido como el arte del diálogo y la discusión; como la lucha de los contrarios por la cual surge el progreso de la historia; como una técnica de razonamiento que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis; como el arte de ordenar los conceptos en géneros y especies; como un modo de elevarse desde lo sensible hacia lo inteligible; etc. También se ha señalado que el mismo proceso del pensar es dialógico, y se desarrolla como un diálogo interior. Su significado está determinado por las fuentes teóricas y científicas y por las categorías fundamentales del movimiento, del espacio y del tiempo.
• El Análisis de Conceptos
Análisis de conceptos (del griego, analysis, disolución, resolución) o filosofía analítica, es un movimiento teórico aparecido en el siglo XX, dominante en Gran Bretaña y Estados Unidos desde la II Guerra Mundial, que trata de aclarar el lenguaje y analizar los conceptos filosóficos a través del análisis: un enunciado posee, más allá de su superficie gramatical, una estructura lógica susceptible de ser rigurosamente analizada y que determina su significado. El objeto de esta actividad es solucionar las disputas filosóficas y resolver los problemas filosóficos, los cuales, afirman, se originan en la confusión lingüística.
Este movimiento ha recibido diversas designaciones, análisis lingüístico, empirismo lógico, positivismo lógico, análisis de Cambridge y filosofía de Oxford.
Como procedimiento metodológico, consiste básicamente en la descomposición de un todo (fenómeno, problema, texto) en sus partes componentes con la intención de comprenderlo. El término «análisis» aparece en los Elementos de Geometría, de Euclides (ca. 280 a.C.). (Fig. 5) (Fig. 6). Este procedimiento metodológico, se mezcló durante la Edad Media con el procedimiento de la composición, o síntesis, y de la resolución, o análisis, que la Escolástica relacionaba con los aspectos deductivos e inductivos del método científico. Aristóteles lo expone en sus Analíticos primeros y Analíticos segundos. A través de la llamada escuela de Padua, la idea del análisis como momento de resolución en el método resolutivo-compositivo pasa a los autores de la ciencia moderna: Galileo y Newton, por ejemplo.
Descartes (Fig. 7) aplicó a la filosofía la idea de un método fundamentalmente analítico, proveniente del método matemático, para dar a la especulación filosófica la misma certeza y seguridad que existía en las matemáticas.
• La Búsqueda de Supuestos
La búsqueda de supuestos se basa en el que unas creencias tengan a otras por fundamentos, aunque no siempre de manera explícita.
Un supuesto es, por definición, algo que se da por sentado y existente sin estar debidamente demostrado. Normalmente un supuesto está escondido o implícito en la conclusión de un argumento. El ideal de la Filosofía implica ir demostrando racionalmente todas las verdades a las cuales va llegando. Hemos visto cómo Descartes quiere deshacerse de todos sus supuestos: (creencia en Dios, creencia en la existencia del mundo) y partir absolutamente en blanco, sin aceptar nada como verdadero si no se le presenta en forma evidente. Es el caso más claro de rechazo a los supuestos. (Fig. 7).
Cada cultura parte de algunos supuestos que parecieran para ellos, verdades obvias, por lo cual no sienten necesidad de demostrarlas.
Ejemplo de algunos supuestos:
- Los griegos suponían que la materia era eterna por lo cual su cuestionamiento del mundo se centraba, especialmente, en los cambios. (Fig. 8)
- Los judeo-cristianos parten del supuesto que Dios es el origen del mundo por lo cual uno de los problemas que más les preocupa es el de la existencia del mal.
• El razonamiento a partir de situaciones ficticias y de la vida cotidiana
La Filosofía, se pregunta y busca respuestas que atañen a la vida misma del hombre, por lo que trabaja, a menudo, sobre situaciones vitales. Lo vemos muy claro en los existencialistas: Sartre, por ejemplo, se plantea el problema de la libertad del hombre para aceptar o no la guerra (Fig. 9); Heidegger filosofa sobre el aburrimiento; Camus, sobre el suicidio.
Desde sus orígenes hasta hoy, se ha considerado legítimo utilizar en filosofía tanto recursos argumentativos provenientes de distintas expresiones de la imaginación como referencias a hechos reales, para poder analizar mejor ciertas problemáticas humanas y además hacer accesible el conocimiento de una doctrina a personas con pocos conocimientos sobre el tema. Baste recordar los mitos de Platón, la Utopía de Moro, etc.
• La argumentación racional
Este método consiste en hacerse cargo de la posición contraria, rebatirla y desarrollar la posición propia. (Fig. 10).
En la crítica de argumentos, analizamos y evaluamos según ciertos principios y normas implícitos en nuestras aseveraciones, o bien las establecemos explícitamente.
Hacer críticas,
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