Manifiesto Comunista
danielanoro24 de Enero de 2013
13.222 Palabras (53 Páginas)479 Visitas
M A N I F I E S T O
C O M U N I S T A
C A R L O S M A R X
F E D E R I C O E N G E L S
Ediciones elaleph.com
Editado por
elaleph.com
ã 2000 – Copyright www.elaleph.com
Todos los Derechos Reservados
M A N I F E S T O C O M U N I S T A
3
Nota Preliminar
De las varias ediciones castellanas del Manifiesto
pocas son buenas y ninguna excelente. La primera
fue hecha, según parece, por José Mesa, traductor
también de Miseria de la filosofía, de Carlos Marx.
En ediciones sucesivas, y alguna de ellas en la
Argentina, se reprodujo ese texto, descuidadamente
y sin revisarlo siquiera con la edición francesa,
excelente por más de un concepto. Más tarde se
publicó una nueva versión española, hecha sobre la
traducción francesa de Carlos Andler. La traducción
de Andler está hecha sin ningún escrúpulo y con
una interpretación tan poco rigurosa de muchos
pasajes, que desvirtúa más de un concepto. Es
natural que la edición castellana que tomó esta base,
adolezca de los mismos defectos. En el año 1924
CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS
4
García Quejido hizo una edición que hasta el
momento es la mejor. Conociendo todas las
anteriores, siguió la francesa de Laura Lafargue, y
mejoró el texto de la primera, que se supone de
Mesa. En estos intervalos, especialmente después de
la revolución rusa, se publican dos o tres ediciones
anónimas y tan malas que sólo merecen una
referencia condenatoria. Dos se han publicado
últimamente en España: la primera traducida por un
tal Antonio Atienza y la segunda por E. González
Blanco. Ambas exigen un juicio análogo al de las
anónimas que hemos mencionado.
En nuestro país se reprodujo hace años la
primera versión española y también se hizo una
edición de la de García Quejido. Tanto en la
primera como en la segunda se siguió el pernicioso
"sistema editorial" de copiar simplemente, sin
averiguar la fidelidad del texto ni hasta dónde es
posible mejorarlo.
Para esta edición hemos tomado como base la
de García Quejido y la francesa de Laura Lafargue.
La versión de Laura Lafargue es de una notable
concisión y conserva toda la fuerza poderosa del
modo de expresión que tuvieron los autores del
Manifiesto. En algunos párrafos García Quejido ha
M A N I F E S T O C O M U N I S T A
5
diluido esa característica de Marx y Engels, tan
visible en el Manifiesto, lo que va en perjuicio de su
prolijo trabajo. El texto de esta edición está más
aproximado al límpido de la de Lafargue.
El Manifiesto Comunista es el documento
revolucionario más importante y de ideas históricas
más seguras que nunca se haya escrito. Siempre es
necesario acudir a él como la fuente más clara de la
doctrina para así conocerla incontaminada y evitar
el contagio reformista. Y avalorar esta edición con
el ensayo de Antonio Labriola es acompañarla del
pensamiento de uno de los más hondos y sagaces
expositores del marxismo.
M. P. ALBERTI.
NOTA.– Se han publicado dos nuevas ediciones
castellanas mientras ésta estaba en prensa. Una,
hecha en París por la Biblioteca Marxista, se
anunció como la "primera edición fundamental de
esta obra en lengua española", y no es más que una
copia, con leves modificaciones, de la de García
Quejido. La obra tiene el mérito de ser traducida del
alemán, con notas muy extensas de Riazánof, con el
nuevo ensayo de Labriola y varios apéndices. En
CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS
6
cuanto a interpretación, su texto no difiere en nada
del presente.
M A N I F E S T O C O M U N I S T A
7
I
PREFACIOS
La Liga de los Comunistas, Sociedad obrera
internacional que no podía vivir sino en secreto,
dadas las condiciones de la época, encargó a los que
suscriben, delegados al Congreso celebrado en
Londres en 1847, que redactaran y publicaran un
programa detallado del Partido, a la vez teórico y
práctico. Tal es el origen de este Manifiesto, cuyo
manuscrito fue enviado a Londres para su
impresión algunas semanas antes de la revolución
de Febrero. Publicado primero en alemán, se han
hecho en este idioma lo menos doce ediciones
diferentes en Alemania, Inglaterra y América. Ha
aparecido en inglés en Londres en l850, en el "Red
CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS
8
Republican", traducido por la señorita Elena
Macfarlane, y en 1871 se han hecho al menos tres
traducciones diferentes en América. Apareció en
francés en París algún tiempo antes de la
insurrección de junio de 1848, y recientemente en
"L’Socialiste", de Nueva York. Se prepara en este
momento otra edición. Hízose en Londres una
edición en polaco poco tiempo después de la
primera edición alemana, En Ginebra apareció en
ruso algunos años después de 1860. Ha sido
traducido al danés a poco de su publicación original.
Aunque las condiciones hayan cambiado mucho
en los últimos veinticinco años, los principios
generales expuestos en este Manifiesto conservan
en conjunto todavía la mayor exactitud. Algunos
puntos deberían ser retocados. El mismo Manifiesto
explica que la aplicación de los principios dependerá
siempre y en todo caso de las circunstancias
históricas existentes, y que, por tanto, no debe darse
mucha importancia a las medidas revolucionarias
enumeradas al final del capitulo II. Este pasaje sería
redactado hoy de muy distinta manera en más de un
punto. Dado el desenvolvimiento colosal de la
grande industria en los últimos veinticinco años, y la
organización de 1a clase obrera en partido, que se
M A N I F E S T O C O M U N I S T A
9
desenvuelve paralelamente; dadas las experiencias,
primero, de la revolución de Febrero, y después,
sobre todo, de la Comuna de París, que eleva por 1a
primera vez al proletariado, durante dos meses, al
Poder político, este programa está envejecido en
ciertos puntos. La Comuna ha demostrado
principalmente que "no basta con que la clase
obrera se apodere de la máquina del Estado para
hacerla servir a sus propios fines". (Véase "La
guerra civil en Francia", notabilísimo Manifiesto del
Consejo General de la Asociación Internacional de
los Trabajadores, donde esta idea está más
extensamente desarrollada). Además, evidente
mente, la crítica de la literatura socia1ista es en estos
momentos incompleta, pues sólo llega a 1847, y al
propio tiempo, si las observaciones que se hacen
sobre la posición de los comunistas ante los
diferentes partidos de oposición (capítu1o IV) son
exactas todavía en sus trazos generales, están
envejecidas en detalle, pues la situación política ha
cambiado completamente y la evolución histórica ha
hecho desaparecer a la mayoría de los partidos que
se enumeran. Sin embargo, el Manifiesto es un
documento histórico: que no tenemos derecho a
modificar. Una edición posterior quizá sea
CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS
10
precedida de una introducción que pueda llenar la
laguna entre 1847 y hoy; la actual reimpresión ha
sido demasiado rápida para poder escribirla.
CARLOS MARX FEDERICO ENGELS
Londres, 24 de junio de 1872.
M A N I F E S T O C O M U N I S T A
11
II
EL MANIFIESTO COMUNISTA
Desgraciadamente, tengo que firmar solo el
prefacio de esta edición. Marx, el hombre a quien la
clase obrera de Europa y América debe más que a
ningún otro, Marx reposa al presente en el
cementerio de Highgate y sobre su tumba verdea ya
el primer césped. Después de su muerte no es
ocasión de rehacer o de completar el Manifiesto.
Creo, pues, necesario recordar aquí explícitamente
lo que sigue.
La idea fundamental e íntima del Manifiesto – a
saber: que la producción económica y la estructura
social que resulta forman indefectiblemente, en cada
época histórica, la base de la historia política e
CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS
12
intelectual de esta época; que, por consecuencia
(después de la desaparición de la primitiva
propiedad común del suelo), toda la historia ha sido
una historia de luchas de clases, de luchas entre las
clases explotadas y las clases explotadoras, entre las
clases dominadas y las clases dominantes, en los
diferentes estados de su desenvolvimiento histórico;
pero que esa lucha atraviesa actualmente una etapa
en que la clase explotada y oprimida (el
proletariado) no puede emanciparse de la clase que
la explota y oprime sin emancipar al propio tiempo,
...