Manual de Carreño para la convivencia

 Manual de Carreño para la convivencia

    La buena convivencia en un grupo de personas, como, por ejemplo, un salón de clases depende de como se mantengan ciertas reglas de convivencia entre los involucrados, debido al pobre sentido de convivencia mostrado en cierto grupo de estudiantes, es imperativo un repaso de “El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras”, para repasar diversas normas sociales a tener en cuenta dentro del ambiente de estudio.

    Todas las maravillas de la creación, riquezas y comodidades que la tierra tiene para ofrecernos, forman la sabiduría y la grandeza de Dios y todo se lo debemos al amor, la bondad y la misericordia de Dios. Debemos tener la confianza puesta en nuestro Dios, quien nos creó a su imagen y semejanza de Él, todo lo que somos y tenemos se lo debemos a Él. En los deberes para con Dios se encuentran reunidos todos los deberes sociales y todas las obligaciones de la moral; De esta manera, la persona verdaderamente religiosa será siempre el modelo de todas las virtudes, el padre más benévolo, el hijo más obediente, el marido más fiel, el ciudadano más útil a la Patria.

     Desde que nacemos, nuestros padres nos saludan con cariño, con beso de bendición, protegen nuestra debilidad y castidad; y allí comienza la cadena de contemplación, condescendencia y sacrificio que triunfa sobre todo obstáculo, todo incidente, e incluso su propia maldad, y termina sólo con la muerte. Como hijos, debemos respetar y honrar a nuestros padres, quienes recogieron y secaron nuestras primeras lágrimas, quienes sufrieron los inconvenientes de nuestra niñez, quienes nos hemos entregado a la difícil tarea de nuestra educación somos para nosotros los más privilegiados y respetables viven en la tierra. Agradecerles por inculcarnos valores y obligaciones que nos hacen capaces de crecer en una sociedad honesta. Nuestras familias, seres queridos, amigos y conocidos que nos han visto nacer y crecer y conocen y aprecian nuestras cualidades, que nos aman y forman con nosotros una comunidad de afectos, alegrías, tristezas y esperanzas, todo lo que existe en nuestro país, todo en él confluye, y une nuestro futuro y el de tantas cosas que nos da la vida.

     Debemos amar a nuestros semejantes, respetarlos, respetarlos, tolerar y ocultar sus sufrimientos y carencias; En definitiva, trátalos de manera amistosa, de la misma manera que nos gustaría que se comportaran con nosotros. La cortesía es un conjunto de reglas que debemos seguir para demostrar dignidad, decencia y elegancia en nuestras acciones y palabras, y mostrar a los demás que son notados y respetados.

     Es también la omnipresencia de las obligaciones morales, y como tal, todas sus reglas tienden a mantener el buen orden y la armonía que deben reinar entre los hombres y estrechar los lazos entre ellos, por las gratas impresiones que se producen unos a otros.

     Al estudiar las reglas de la sociedad, podemos obtener buenos modales o buenos modales, es decir, cortesía y comportamiento en nuestras acciones, mostrando así nuestro nivel de educación y nuestra cultura. La etiqueta no debe tener este caché de élite normalmente asignado. La etiqueta simplemente consiste en un conjunto de reglas para hacer las cosas bien y más fáciles; es la expresión oficial de las buenas costumbres necesarias para que cada uno de nosotros pueda vivir en sociedad.

     Nada transmite mayor grado de belleza, admiración y elegancia que el aseo y la limpieza. Los hábitos de aseo también revelan hábitos ordenados, precisos y metódicos en otros actos de la vida. La limpieza de nosotros los humanos es de gran importancia en nuestro trabajo diario; y siempre debemos tomarnos el tiempo necesario para ello. Cuidar tu lavado de manos nunca estará de más y mucho menos cuidar tus dientes. Rascarse la cabeza o meterse las manos en la ropa es antihigiénico y antiestético. Escupir, eructar, toser sin pañuelo, entre otros muchos malos hábitos cotidianos, son comportamientos de ineducación. Tampoco debemos usar los dedos para limpiarnos los ojos, los oídos, los dientes y mucho menos la nariz, la higiene de la ropa es muy importante, la ropa debe estar limpia, sin arrugas y sin olores, recordemos que cuando nos ven, nos tratan de la misma manera.

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