EL CUERPO Y EL ALMA

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Resumen:

En este ensayo se pasara  a hablar sobre los conceptos de Alma y Cuerpo según Aristóteles y Platón. También sobre las teorías de las ideas de Platón bajo el interrogante de: ¿El cuerpo y el alma son uno mismo?

El alma.

¿Qué es?

Aristóteles considera al alma como la organización del cuerpo vivo, la entidad primordial de los cuerpos naturales para que tengan vida.  También postula, que el alma no es un ente separable del cuerpo, ya que carece de existencia sin este mismo. Lo que hace que el cuerpo y el alma sean una forma o estructura de un tipo de cuerpo vivo y conjunto, siendo dependiente una de la otra.

Por lo contrario, Platón define al alma como un ente espiritual e inmortal, ya que plantea que cuando el cuerpo muere, el alma abandona sus restos y emigra hacia un más allá donde recibirá premios o castigos según su comportamiento en la vida anterior. Estos pueden resolverse en nuevas rencarnaciones, tanto en cuerpos humanos como en especies animales. (gipuzkoakultura, 2007)

En conclusión, sin el alma el cuerpo no tendría vida ya que esta es la que le da sentido a la existencia, en otras palabras, el alma es la realidad que nos permite alcanzar el intelecto, de igual manera nos hace sentir emociones, y nos establece intenciones, objetivos y necesidades para poder subsistir en el mundo. Si el alma en su proceso no se deja influenciar por cualquier placer y no se deja llevar por aquellas cosas que obstaculizan su camino, se llega a la gran combinación.

Personalmente considero que la postura de Platón se asemeja más a mi opinión, creo que el alma es un ente que hace la esencia de las personas y que después de la muerte, nuestra alma queda andando sin un rumbo fijo, en busca de reencarnar en un nuevo cuerpo, ya sea para una evolución divina o para satisfacer sus “deseos carnales”. Aunque no considero que las almas reciban castigos o premios según lo hecho en su vida terrenal ya que esto depende del tipo de religión que se tenga.

Aun después de llegar a una conclusión, las preguntas siguen estando y las dudas no se van. ¿Realmente existe el alma? ¿El alma es la esencia de las personas?, Si creemos en la existencia del alma, cuando morimos, nuestra alma reencarna o se van con el cuerpo?

El cuerpo

Para Platón, el cuerpo es la parte mortal y material del ser humano, también la considera como la cárcel del alma. Nuestro cuerpo es un estorbo y un mal para el alma, por las necesidades que le crea al alma como los deseos, las pasiones, entre otros.  Por estas tendencias, se creaba un conflicto contra los ideales y valores del alma, dificultando su proceso de liberación hacia la “verdad y el bien”. (La filosofia de Platón, s.f.)

En cambio, con Aristóteles, el cuerpo pasa a adquirir una gran valoración, deja de ser considerado como malo y como la cárcel del alma, para ser apreciado como una realidad idéntica con el hombre mismo, sin el cual el hombre no puede ser entendido como hombre.  

En la actualidad se suelen usar expresiones como "hacer lo que me pide el cuerpo" y esto tiene mucho que ver con el pensamiento de Platón.  A veces, tenemos ganas de hacer cosas que sabemos que no deberíamos como comer en exceso, ser perezosos, entre otros. Las adicciones a sustancias como el alcohol o el tabaco también son ejemplos de que el cuerpo puede "pedir" cosas que perjudican a la razón, que no son razonables. O que, como diría Platón, estorban al alma.

Ahora bien, el cuerpo ¿Realmente es la realidad idéntica del hombre? ¿Por qué se considera al cuerpo como la cárcel? ¿Existe realmente algo real del hombre? ¿El cuerpo puede ser malo o bueno?

Para entender y desarrollar mejor la postura de Platón sobre el cuerpo y el alma, se llega a relacionar con la teoría de las ideas, el cual planteaba la existencia de una realidad dividida en dos mundos: El mundo sensible y el mundo inteligible.

El  mundo de las ideas o inteligible representa más al alma. Ahí habita nuestra mente, relacionada con la consciencia y nuestra capacidad de pensar, es una entidad que a pesar de ser eterna, ha quedado encerrada provisionalmente en una prisión material (nuestro cuerpo).  A este mundo no se puede acceder con el uso de los sentidos sino que se llega a él gracias a la razón.  

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