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Nuestra sociedad es masculina y hasta que no entre en ella la mujer, no será humana


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2015  •  Trabajos  •  5.259 Palabras (22 Páginas)  •  171 Visitas

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Análisis  de  la obra  Casa de muñecas

Plano del contenido y Estructura

“Nuestra sociedad es masculina y hasta que no entre en ella la mujer, no será humana”

“Lo esencial para mí ha sido describir a seres humanos, sentimientos humanos, y destinos humanos basados en ciertas condiciones y posturas sociales”

(H. Ibsen)

PLANO DEL CONTENIDO[pic 5]

TEMA CENTRAL: La emancipación de la mujer en una sociedad machista

SUBTEMAS:

  • El amor y el matrimonio
  • La búsqueda libertad
  • El papel de la mujer en la sociedad burguesa
  • La moral burguesa
  • La importancia del dinero en la sociedad burguesa

IDEAS SOBRE EL CONTENIDO DE LA OBRA

IDEA CENTRAL: La emancipación de la mujer en una sociedad machista es una necesidad fundamental para la dignidad femenina.

IDEAS SECUNDARIAS:

  • El amor y el matrimonio no se encuentran enlazados en la sociedad burguesa.
  • La búsqueda de libertad surge a raíz de la falta de igualdad de derechos.
  • El papel de la mujer en la sociedad burguesa está subyugado a la voluntad y decisiones del hombre.
  • La moral burguesa está basada en la hipocresía.
  • La importancia del dinero en la sociedad burguesa forma parte primordial de la idiosincrasia propia de la época.[pic 6]

FUNDAMENTA LOS TEMAS CON CITAS TEXTUALES DE LA OBRA

SENTIMIENTOS

  • El temor y la angustia se presencia en las partes cumbres de la trama, sobre todo en la protagonista Nora, al evitar que su esposo, Helmer, logre ver la carta enviada por el señor Krogstad. Asimismo, cuando el doctor Rank alude a su muerte en las conversaciones que posee con Nora.

  • El amor, es uno de los sentimientos más evidentes, sobre todo en las conversaciones de Nora con su esposo Helmer al inicio de la obra. Sin embargo, también se presencia el amor hacia los hijos cuanto Nora logra entablar conversación con ellos para contarlas sobre su paseo y luego jugar con ella.

  • El enojo toma protagonismo en las conversaciones de Nora con Krogstad. Este sentimiento de apodera de la señora al momento de que el señor le cuenta lo que hará si es que no intercede por el para evitar que su marido, el señor Helmer, no lo despida del trabajo.
  • La decepción se presencia en el desenlace de la obra cuando Nora se da cuenta de que todo este tiempo ha sido una muñeca a manos de Helmer, y que solo le preocupa el qué dirán de la gente y no en el bienestar de ella en el hogar.

Argumento

La obra se centra en Nora quien está casada con su Torvaldo Helmer hace ocho años. Él es un hombre exitoso, abogado y próximamente director de un banco, y forman una familia aparentemente feliz con tres pequeños hijos.

Durante la época navideña, la familia es notificada sobre el ascenso laboral de Torvaldo, quien en Año Nuevo sería nombrado director del banco en el que trabaja. A raíz de ello, su esposa expresa su alivio por no tener la presión del ahorro, pero Torvaldo le aconseja tener cuidado ya que su primer sueldo correspondiente al flamante cargo que se le ha asignado recién llegará tres meses más tarde.

En medio de esos cambios, aparece en escena Christine Linde, a quien Nora, en un momento de confesiones de ambas partes, le cuenta a Christine cómo ha sido hasta el momento su vida de casada y, en ese contexto, le revela haber falsificado la firma de su propio padre para poder viajar a Italia junto a su marido y su primer hijo, una actitud que, tras ser descubierta por un abogado, la ha convertido en víctima de una extorsión.

Tiempo después, Torvaldo toma conocimiento de la estafa cometida por su esposa y la acusa de ser una mujer mentirosa e hipócrita. Sin embargo, decide ocultar el hecho para que su reputación social no se vea salpicada. En este contexto, el abogado Krogstad se acerca a Torvaldo una vez más, pero, en esta oportunidad, para hacerle saber su decisión de perdonar a Nora. A partir de entonces, el esposo decide disculpar a su esposa y retomar su aparente felicidad matrimonial sin tener en cuenta que ahora será Nora quien experimente una sensación de decepción frente al comportamiento egoísta de su compañero. Se da cuenta de que está cansada de ser tratada como una muñeca, por lo cual decide abandonar a su familia convencida de su incapacidad de educar a sus hijos sin antes formarse ella misma.

Técnicas de expresión: diálogo, monólogo y el aparte.

DIÁLOGO

ELMER.- ¿Hace mucho tiempo que ha venido la ardilla?

NORA.- Acabo de llegar. (Guarda el cucurucho de confites en el bolsillo y se limpia la boca). Ven aquí, Torvaldo; mira las compras que he hecho.

HELMER.- No me interrumpas. (Poco después abre la puerta y aparece con la pluma en la mano, mirando en todas direcciones). ¿Comprando, dices? ¿Todo eso? ¿Otra vez ha encontrado la niñita la manera de gastar dinero?

NORA.- Pero, ¡Torvaldo! Este año podemos hacer algunos gastos más. Es la primera Navidad en que no nos vemos obligados a andar con escaseces.

HELMER.- Sí ..., pero tampoco podemos derrochar ... (Acto I. Escena I)

MONÓLOGO

Helmer:

Sí, está bien; procura tranquilizarte y reponerte, pajarito asustado. Descansa tranquila, yo tengo alas lo suficientemente grandes para cobijarte.

¡Oh, que hogar tan tranquilo y acogedor! Aquí estás segura; te guardaré como a una paloma perseguida a quien hubiese arrancado sana y salva de las garras del gavilán. Poco a poco lo conseguiré. Nora, créeme. Mañana lo verás todo de otra manera. Pronto la vida empezará a ser como antes y no habrá necesidad de repetirte que te he perdonado, porque, sin duda, lo advertirás por ti misma. ¿Cómo puedes pensar que me pasara por la imaginación repudiarte ni recriminarte por nada? ¡Ah! Nora, no conoces la bondad de un verdadero hombre. ¡Le es tan dulce perdonar a su propia mujer cuando lo hace de corazón! Es como si fuese dos veces suya, como si hubiera vuelto a traerla al mundo, y ya no ve en ella sólo su mujer, sino también su hija. Eso es lo que vas a ser para mí desde hoy, criatura inexperta. No tienes que temer nada, Nora. Yo supliré lo que te falte de voluntad y de conciencia. (Acto III. Escena final)

APARTE

No se presentan

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