Desigualdad entre mujeres y hombres.

V. Marrero

La igualdad entre hombres y mujeres

Hace 50 años, la sociedad establecía grandes diferencias entre las mujeres y los hombres. Hoy en día, se reconoce que todos tenemos los mismos derechos y que no se debe discriminar por ser hombre o mujer.  Pero, ¿en realidad existe igualdad entre la mujer y el hombre? En el 2015, las Naciones Unidas realizó un estudio, que establece que las mujeres ocupan puestos de supervisión es menos de un 20%.  Por años, nuestra sociedad ve a los hombres como mejores o más eficientes.  Las condiciones de la mujer han mejorado comparado con hace más de 50 años. A pesar de los logros, aún hay discriminen y trato diferente.  ¿Por qué la sociedad nos trata diferente?

Los hombres y las mujeres son iguales ante la ley.  Las leyes de Puerto Rico indican que todos tenemos los mismos derechos y libertades; pero la realidad es que todavía hay desigualdad.  No podemos negar que los hombres y las mujeres somos diferentes biológicamente, pero no puede ser motivo para aceptar desigualdad entre ambos sexos.  La igualdad establece que toda persona sin importar si es hombre o mujer tiene las mismas oportunidades de educación, trabajo, salarios, diversión, entre otros. Desgraciadamente, se utiliza la excusa de las diferencias biológicas para justificar el discrimen.

En el trabajo es donde se ve más desigualdad.  Nuestra cultura establece que las mujeres son mejores en unos empleos y los hombres en otros. La sociedad establece que las mujeres deben ser enfermeras, secretarias, maestras, entre otras. Y que los hombres deben ser doctores, mecánicos, ingenieros.  Aunque hoy en día, vemos mujeres y hombres estudiando diferentes profesiones, aún nuestra cultura asocia ciertas profesiones con un sexo determinado.

En el Censo 2010 se indica que el 52% de las personas que trabajan con estudios universitarios son mujeres. Hay mujeres más preparadas en los trabajos pero la mayoría de los puestos importantes son ocupados por hombres.  En muchas ocasiones, hay hombres y mujeres ocupando el mismo puesto pero los hombres reciben mejor sueldo. La desigualdad en el trabajo muchas veces se justifica por la simple razón de que somos diferentes. ¿Cuáles son las excusas más escuchadas y que desgraciadamente las aceptamos? Que las mujeres tienen metas diferentes a los hombres; la mujer le da más importancia a la familia mientras que los hombres le dan más importancia a la competencia y lo económico. Otra razón es que las mujeres son una carga para las empresas y que son una pérdida al emplearlas porque se pueden embarazar, faltan por situaciones con los hijos, etc.  Si se emplea al hombre, la empresa lo ve como una ventaja, ya que no se embaraza, las situaciones de los hijos son atendidas por la esposa, entre otras cosas.  Es muy común que una empresa les otorgue más ascensos a hombres que a mujeres, ya que para ellos tienen menos riesgo.

Otra razón porque no hay igualdad se debe a la responsabilidades familiares que tienen las mujeres. Por costumbre, en Puerto Rico, se establece que la mujer es responsable de cuidar a los hijos, cocinar, cuidar del esposo, realizar las tareas del hogar y llevar la función de ama de casa; sin importar que tenga o no tenga un trabajo.  En muchas ocasiones, las situaciones familiares limitan a que la mujer ocupe o acepte algún trabajo o ascenso.  Los hombres tienen más derechos y menos deberes dentro de la casa. En muchas ocasiones, las mismas mujeres son las que promueven la desigualdad. Dentro del hogar, la mujer no se queja, no comparte tareas o simplemente acepta que esas funciones son para ella.  En los hogares se deben repartir los deberes sin importar si eres el hombre y la mujer; de esta forma cada uno recibe trato igual.

Otra área donde hay desigualdad es en el comportamiento social.  Los hombres siempre se han considerado el sexo fuerte, por lo que se acepta que salgan con sus amigos, se diviertan sin sus parejas, no se casen, entre otras conductas.  Pero si las mujeres se comportan de esa manera, la sociedad las juzgan como malas mujeres.  Socialmente, se critica que la mujer salga sola, beba con las amigas, se vistan de forma provocativa o decidan no casarse.  Vemos noticias a diario donde hay violencia contra la mujer, pero muchas veces preguntamos cosas para justificar la violencia o desigualdad.  Algunos ejemplos son: si violan a una mujer a veces decimos que estaba vestida provocativamente o borracha. Si un hombre le pega a una mujer, preguntamos que habrá hecho la mujer para que el hombre le pegará.  Si la mujer sale de noche y le pasa algo, nos preguntamos qué hacía en la calle a esa hora.  Pero si le ocurre a un hombre, nunca cuestionamos su ropa, qué hacía en la calle o su comportamiento.  Toleramos y aceptamos una conducta para el hombre pero la mujer tiene que comportarse diferente y no recibe el mismo trato cuando se comporta igual al hombre. No hay igualdad y es aceptada.

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