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Parcia I De Filosofia


Enviado por   •  19 de Junio de 2014  •  2.197 Palabras (9 Páginas)  •  178 Visitas

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 ¿Cómo se originan las leyes según los sofistas y cómo se originan las leyes según Platón? Relacione su respuesta con la concepción de conocimiento que tenían los sofistas y Platón. 

Los sofistas fundaron el relativismo, para ellos la Ley Natural, era la que el hombre tenía como parte de la naturaleza, La ley de la naturaleza se identifica con el derecho del más fuerte, este derecho no debe probar su legitimidad sino imponerse. Por ello, frecuentemente la naturaleza y la ley se contradicen: según la naturaleza lo peor es siempre lo más desventajoso, por ejemplo padecer la injusticia; según la ley: lo peor es cometerla porque la ley está hecha por los débiles, por la mayoría. Ellos hacen la ley y deciden sobre lo que es digno de elogio y de crítica atendiendo únicamente a su interés personal. Sin embargo, la naturaleza nos prueba que para que haya una buena justicia, aquel que más vale debe triunfar sobre el que vale menos. La marca de lo justo, es la dominación del poderoso sobre el débil y su admitida superioridad. Ninguna ley positiva, o humana podrá ser justa o injusta, pues es el resultado de cada pueblo, de sus costumbres. Las leyes surgen meramente de lo "impuesto" por el "legislador"

Platón dirá que la ley debe basarse en la Idea de "Justicia", externa a este mundo. Y sostiene que cualquier ley positiva (creada por el hombre), es imperfecta, ya que es una mera copia de ese ideal de Justicia.

CORRECCION DEL PROFESOR: FALTA ESTABLECER LA RELACION CON PLATON Y LOS SOFISTAS CON EL RESTO DE LA RESPUESTA DEMANERA CONCRETA

Explique qué es la materia y qué es la forma, y cómo se relacionan para constituir la realidad. Señale cuál es la materia y cuál es la forma del Estado, de las leyes y del ser humano según la teoría aristotélica. 

Dentro de la realidad Aristóteles explica la teoría hilemórfica. Para él lo real sólo se puede explicar admitiendo una unión indisoluble entre la idea y la materia física. Todo ser, natural o artificial, está constituido por dos principios: la materia; y la forma. La segunda es el ?que? de la cosa. Forma no significa la ?figura de algo?, como podría ser ?cuadrada? en el caso de la mesa, pues esto es un accidente; sino que forma equivale a ?esencia?.

Para Aristóteles cada cosa tiene la forma que debe tener, es decir que define la cosa. La forma de algo es lo que confiere un sentido a ese algo; y ese sentido es la finalidad.

Si la materia y la forma son los ingredientes necesarios para el advenimiento de la cosa, entonces ese advenimiento, consiste en que a la materia informe sin forma, se añade, se agrega, se sintetiza con ella, la forma, que es el principio causal esencial, que hace ser a la cosa lo que es y le da sentido o finalidad. La cosa llega a ser lo que es porque su materia es informada, plasmada y recibe forma.

Por otro lado. La materia es aquello de lo cual algo esta hecho, su ?material?. El contenido o material de algo, aquello ?de que? este algo esta constituido.

Aristóteles distingue entre:

1. Materia próxima: que es, por ejemplo, el bronce o la carne y los huesos.

2. Materia primera: que es algo indeterminado carente de forma, cualidades o extensión e incapaz de existir independientemente

La materia y la forma no se pueden separar y ambos constituyen la sustancia la característica de este ser es el cambio, teniendo cuatro tipos: el sustancial, que es la conversión de una realidad sustancial en sustancia; el cuantitativo, aumento físico o disminución de cualquier objeto; cualitativo, alteración o mutación del cuerpo; y local, cambio de un lugar en el espacio. Se observa que el equilibrio entre forma y materia es inestable, de manera tal que, o bien se da una preponderancia creciente de la forma sobre la materia, o bien, a la inversa, de la materia sobre la forma. Por ejemplo, en el proceso de fabricación de una mesa: mientras el carpintero trabaja la madera, se produce un pasaje de la madera, de algo en que se destaca mas la materia, hacia un predominio cada vez mayor de la forma, hasta que llega el momento, terminada la mesa, en que lo que sobresale es primordialmente el ser ?mesa?, es decir, la forma. Pero este equilibrio, a su vez, no es estable, porque en cualquier momento puede romperse, por ejemplo, siguiendo un proceso inverso al anterior, si se destroza la mesa con el fin de obtener leña para el fuego: aquí se habrá pasado del predominio de la forma al de la materia, se habrá hecho menos forma y más materia.

Según la idea de Aristóteles el hombre parte de una concepción dualista del ser humano pero progresivamente llega a pensar que el alma humana está ligada al cuerpo que muere con él. Y cree que el alma es la forma del cuerpo y éste a su vez es la materia, sin impedir que el cuerpo a su vez sea forma de los órganos, de los tejidos. Desde este punto de vista el alma es la fuerza superior que tiene como consecuencia que el alma no es un ser que pueda subsistir por si mismo. El alma no es una sustancia, la única sustancia es el hombre. Según Aristóteles todos los seres vivos tienen alma, un principio vital. El hombre tiene alma racional, el animal alma sensible y la planta vegetativa. Cada una se caracteriza por sus funciones: vegetativa, nutrición y reproducción, que son comunes a todos los seres vivos; sensible, sensación y locomoción (apetito); racional, capacidad de pensar y entender. El pensamiento de Aristóteles es uno de los más equilibrados de la historia del pensamiento político. Afirma que la democracia del pueblo puede ser una buena forma de gobierno al igual que la monarquía -gobierno de uno-, o la aristocracia -gobierno de los mejores-.Lo importante es que cualquier forma de gobierno, se funde en la virtud de la justicia distributiva, que debe regular el reparto de bienes, derechos y obligaciones entre los ciudadanos. Cuando los gobernantes, dejan de gobernar con justicia, es decir dejan de atender al bien común, y buscan sólo su propio beneficio o el de su grupo de amigos, entonces se producen formas corrompidas. La monarquía se transforma en tiranía; el gobernante oprime al pueblo con leyes injustas; la aristocracia en oligarquía, gobierno de unos pocos que se aprovechan del poder en su propio beneficio desatendiendo los intereses comunes. Y, por último, la democracia se transforma en demagogia, es decir no hay una real y auténtica participación del pueblo en el poder, sino que los representantes engañan al pueblo haciéndoles creer en su libertad, cuando es todo una farsa. A través de la persuasión, consiguen que los ciudadanos los voten, para después actuar según sus criterios o intereses. Realmente

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