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Parcial de Epistemología 2018


Enviado por   •  7 de Junio de 2018  •  Resúmenes  •  8.584 Palabras (35 Páginas)  •  111 Visitas

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Platón

  • Nacido en 428-7 en Atenas o Egina. Familia aristocrática.
  • Discípulo de Sócrates.
  • Después de la muerte de su maestro comienza su actividad literaria. Pone a Sócrates como representante de sus pensamientos.

Principales teorías metafísicas:  

  1. Teoría de los dos mundos
  2. Dualismo sustancial
  3. Teoría de la remiscencia

La episteme y su fundamento ontológico

Platón siempre sostuvo la existencia de dos mundos los cuales son el mundo inteligible, es decir aquel en el que se encuentran las ideas; y el mundo sensible que es en el que se encuentran los sentidos y sensaciones. El mundo sensible es un mundo contingente, en cambio el inteligible es un mundo universal, necesario y verdadero. También se considera a este ultimo como el mundo original, y al sensible como una copia. Para él no todo conocimiento es científico, lo que hace que diferencie la episteme de la doxa. La doxa es la opinión que se expresa mediante la experiencia (apariencia subjetiva) y episteme es un verbo griego que significa “saber” o “conocimiento”, los filósofos le dan el significado de “verdadero conocimiento científico” (es objetivo, permanente y universal). Son dos tipos de saber diferentes. La doxa es el saber de la opinión, no requiere de ningún otro tipo de fundamentación que el yo opino, creo. En cambio, la episteme, es un saber que necesita fundamentarse y argumentarse. Es un saber fundamentado. Necesita legitimarse de alguna manera.  

Fundamenta esto a partir de la conocida alegoría de la línea o analogía de la línea dividida. En una línea recta van representados los dominios de lo sensible y lo inteligible, uno de ellos más largo que el otro y que se encuentre en una relación determinada con él, nos dice Platón. Hay que dividirlos en una misma relación, igual a la precedente. Sobre la parte de la línea que representa el mundo sensible habrán dos divisiones: la primera corresponde a las imágenes y sombras de los objetos, y la segunda corresponde a los objetos mismos (cosas). Lo mismo en el lado del mundo inteligible, la primera división corresponderá a las imágenes (objetos lógicos y matemáticos) y la segunda a los objetos reales, las ideas.

Entonces el fundamento sería que si el mundo sensible es la doxa (opinión) y el mundo inteligible es el dominio de la ciencia (episteme) se podría formular la siguiente proposición: la opinión es a la ciencia lo que la imagen es al original. Ya que las imágenes de los objetos materiales son una representación confusa (que llamaremos imaginación),y los objetos materiales dan lugar a una representación más precisa que atraen al sujeto que las percibe (a la que llamaremos creencia); en el mundo inteligible las imágenes de las ideas dan lugar a un conocimiento discursivo, mientras que las Ideas mismas dan lugar al conocimiento intelectivo, al conocimiento “puro” de la inteligencia.  La dialéctica es el proceso por el que se asciende gradualmente al verdadero conocimiento, al conocimiento del ser, de lo universal, de la Idea (es la “escalera del filósofo” para encontrar la verdad).

El conocimiento como reminiscencia

Platón esta en contacto con la cuestión de que el mundo de los sentidos está en constante cambio. Eso lleva a que el piense que en el mundo de los sentidos no puede haber un conocimiento que sea verdadero y cierto. Articula la enseñanza de Sócrates, y de él toma la cuestión de lo innato. El conocimiento verdadero para Platón solo se puede adquirir en el plano de lo conceptual.

Lo primero que descarta es que el mundo sensible pueda dar conocimiento verdadero, lo segundo que afirma es que el conocimiento verdadero está en el plano de lo conceptual. Las ideas.

El conocimiento es la conclusión del sensualismo y relativismo (refuta las derivaciones de Prótagoras y Heráclito). No es particular sino universal.

Deriva al conocimiento como contemplación, reminiscencia y condición tripartita del alma.  La reminiscencia o recuerdo, es el despertar del conocimiento intelectivo de las ideas, y es distinta a la memoria, que es la conservación de las sensaciones. Para explicar a la memoria utiliza la impresión que nos dejan las sensaciones en un bloque de cera inserto en las almas. De acuerdo a la calidad de ese bloque de cera, las impresiones son distintas o confusas, durables o borrosas. De aquí la posibilidad de opiniones verdaderas o falsas. Parte de la idea de que hay dos mundos: posición dualista entre lo sensible e inteligible. Dos realidades, la realidad de lo sensible y la de las ideas. Las ideas son esencias, únicas, eternas, inmutables y están en su plano. En un mundo que no es accesible, habitamos el mundo de lo sensible. Platón ubica ahí cosas mundanas negativas como la corrupción, las cosas que tienen fin, el mundo sensible imita o refleja el mundo inteligible. Usa la alegoría de la caverna: caverna que funciona con una prisión donde los prisioneros están encadenados y solo ven la pared, detrás hay una hoguera que proyecta sombras de lo que está pasando, en la pared que ven los prisioneros. Entonces los prisioneros están convencidos de que el mundo consiste en las sombras que ellos ven, porque no tienen otro conocimiento de la realidad que no sea ese. Uno logra huir de la caverna y accede al mundo real y ve que el mundo no son las sombras, vuelve y le cuenta a los prisioneros que el mundo no es como ellos creían pero no le creen. Esa es la labor del filósofo, le toca convencer a los que están presos del mundo sensible que hay otras cosas a las que se pueden acceder a través de la filosofía.

La verdadera realidad son los arquetipos y las Ideas. El verdadero conocimiento viene representado por la episteme, dado que es el único conocimiento que es infalible. El conocimiento verdadero lo es por lo universal, de aquello que no está sometido a la fluctuación de la realidad sensible, por lo tanto es el conocimiento de las ideas.

Concepción tripartita del alma (pertenece al mundo de las ideas)

Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena. “El hombre no es ni el cuerpo solo, ni el cuerpo y el alma juntos, resulta entonces que el hombre no es nada, o si es algo, no puede ser otra cosa sino el alma”.

Plantea la tripartición del alma como racional, irascible y  concupiscible. Lo asemeja con el mito del carro alado de manera que el carro es dirigido por un cochero que representa la parte racional del alma, es inmortal, inteligente, se acerca a la naturaleza divina y se sitúa en la cabeza. Sus virtudes son la prudencia y sabiduría. El cochero guía un caballo hermoso y bueno y otro feo y malo. El caballo bueno representa a la parte irascible o pasional del alma. Las pasiones nobles, el valor el coraje la fortaleza, se ubica en el pecho y su virtud es la fortaleza. El caballo malo representa la parte apetitiva o sensible, es la fuente de las pasiones innobles, los apetitos y deseos corporales. Se ubica en el vientre, su virtud es la templanza. La conducción resulta dura y difícil. El carro es el alma. El alma está en el mundo de las ideas, tiene sus alas y el carro funciona muy bien, pero luego las pierde y se cae en un cuerpo que es como la prisión o cárcel del alma, es lo que nos ata al mundo sensible. Pero el alma conserva esos tres atributos. El cochero tiene que lidiar con las dos, porque el cuerpo tiene pasiones nobles e innobles y son mortales, se acaban con el cuerpo. Platón cree en la reencarnación

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