Posmodernidad

Posmodernidad

Origen de la Posmodernidad

El concepto de posmodernidad cuyo origen arquitectónico y estético se remonta a principios de los setenta, representa hoy un espacio de debate intelectual importante para las ciencias sociales.

El concepto aparece por primera vez en la obra de críticos literarios norteamericanos como Leslie Fiedler e Ihab Hassan, a principios de los setenta. Pronto el termino se generalizo en el campo de la estética y las artes, particularmente en la arquitectura y las artes plásticas, en el cine y la música. Hacia mediados de la misma década, el concepto llego a Europa, para converger con una robusta corriente intelectual francesa: el posestructuralismo, con autores como Derrida y Deleuze, Foucault y Lyotard, Kristeva, entre muchos otros, quienes potenciaron el sentido crítico y de ruptura de que hoy disponen las visiones posmodernas.

En el arte y la cultura, Frederic Jameson define al posmodernismo como la "dominante cultural" de nuestros días como una concepción perfectamente integrada y funcional a la sociedad contemporánea, a la sociedad posindustrial o a lo que el mismo denomina la "lógica cultual del capitalismo tardío"

Otro de los componentes básicos de la cultura posmoderna es su intimidad con las formas más abiertas de comercialización y divulgación del arte y su fascinación por los nuevos medios de comunicación de masas. La cultura posmoderna se fascina ante la vulgaridad, la cursilería y la trivialidad de los nuevos y cada vez más variados productos de la industria cultural de masas. Esta fascinación por la cultura de masas tiene sus implicaciones; se trata de reivindicar el valor estético de todos y cada uno de los subgéneros de la cultura popular moderna: de las grandes series de televisión, del comic, de la música popular, de la publicidad, literatura.

Esta reivindicación apunta a un rompimiento de la barrera entre alta cultura y cultura popular. se trata de un populismo estético, que contrasta significativamente con las posiciones clásicas de la escuela marxista en arte y cultura y la escuela de Frankfurt.

En términos políticos, es esencial quien decide lo que es saber y quién sabe lo que conviene decidir. La aproximación epistemológica de la posmodernidad propone una ruptura radical con esa diferenciación típica del pensamiento moderno que distingue entre ciencia (conocimiento), moral (política) y cultura (arte).

De hecho la posmodernidad, según distintos autores, podría definirse como la condición del saber en las sociedades desarrolladas, donde la identificación entre poder y saber es absolutamente patente y donde la problemática acerca del saber se plantea como una cuestión de gobierno.

La posmodernidad, en el terreno de la arquitectura, constituye una crítica radical de los postulados del modernismo, de su estética y de su simbolismo político. Se trata sin duda de una democratización de la arquitectura, en el sentido de practicar un franco y abierto populismo estético, se caracteriza por la heterogeneidad radical, por un eclecticismo sin límites, por el saqueo indiscriminado de todos los estilos del pasado. Precisamente por ello, por la ausencia de todo estilo y de toda ideología la posmodernidad puede definirse como una nueva forma de superficialidad.

Contextualismo

el "contexto" es un término recientemente nuevo dentro de la arquitectura, que apenas comenzó a aplicarse en la segunda parte del siglo XX, cuando en plena decadencia de la arquitectura funcionalista moderna en la que el contexto valía menos que nada, surgió un fuerte movimiento que abogaba por la valoración de todos los factores históricos que incidían en la generación de los espacios. De allí nace el contextualismo.

En otras palabras la arquitectura contextual no sólo ve un edificio por sí mismo, sino que también la influencia que éste ejerce en su entorno.

Sus fundamentos son:

• respetar el entorno

• ensamblar lo nuevo para que no sea una pieza aislada

• crear un orden armónico

• buscar la integración con el paisaje

El Contextualismo ofrece una novedosa forma de acercamiento a la obra arquitectónica, dado que la pone en relación íntima con el "habitar" humano. Ello le exige al intérprete poner de presente no sólo la contingencia e historicidad de la obra, sino también las relaciones que ésta establece con el entorno.

Contexto: Un sistema siempre estará relacionado con el contexto que lo rodea, 0 sea, el conjunto de objetos exteriores al sistema, pero que influyen decididamente a este, y a su vez el sistema influye, aunque en una menor proporción, influye sobre el contexto; se trata de una relación mutua de contexto-sistema. Tanto en la Teoría de los Sistemas como en el método científico, existe un concepto que es común a ambos: el foco de atención, el elemento que se aísla para estudiar. El contexto a analizar depende fundamentalmente del foco de atención que se fije. Ese foco de atención, en términos de sistemas, se llama límite de interés.

La Arquitectura no está exenta de ese discurrir de modas y tendencias, derivadas del excesivo apego a los catálogos y revistas que circulan de despacho en despacho, alrededor del mundo, induciendo a los arquitectos a copiar estilos, sistemas constructivos y usos que, si en un contexto son idóneos, no siempre están indicados para el contexto al que se les traslada. las tendencias formales europeas y occidentales, adecuadas a un medio geográfico con sus características particulares, no necesariamente encajan en otro contexto.

La preocupación por los barrios históricos difiere con bastante frecuencia de a quien vaya dirigida la pregunta, si es a la Municipalidad o Instituto Nacional de Cultura (INC) a quienes se pregunta, estos dirán que es necesario salvar el patrimonio, el arqueológico y el arquitectónico.. Pero creemos que lo más importante es salvar la vida de la ciudad, el hombre es lo importante. El patrimonio cultural Indudablemente va unido a la calidad de vida del hombre.

Está demostrado que un espacio deprimido es mejorado si en éste se implanta una pieza arquitectónica capaz de darle vitalidad, esa pieza no tiene necesariamente que imitar estilos pasados, más al contrario debe dejar constancia de su tiempo y en algún caso "provocar" a su entorno, esa nueva construcción debe servir para, incrementar el patrimonio arquitectónico. Naturalmente una vez conocidos los déficit en los usos del barrio, la arquitectura nueva deber ir unida a la función que le corresponde. Cuando la implantación ha sido bien hecha la memoria del ciudadano se pierde, el nuevo espacio, la nueva pieza es asumida en poco tiempo aunque haya habido ruido provocado por la renovación.

Se trata de un valor, que construcciones modestas comparten con los grandes edificios que se encuentran en sus cercanías, por lo que respecta al desarrollo continuo y armonioso de una ciudad en contraposición a algunas ciudades sin tradiciones ni alma se erige como fuente de identidad urbana.

El análisis ideológico plantea precisamente el valor que tiene la plasmación de formas urbanas, los modelos ideológicos de relación interurbana. La estructura social puede ser leída en la textura urbana, en la trama de los usos del suelo y en la forma de los poblados.

La arquitectura es pensada como expresión cultural donde la variación de las formas es significativa y donde la difusión de los patrones arquitectónicos en el espacio significará difusión de ideas en el mismo ámbito.

El estilo arquitectónico refleja unos determinados valores o necesidades sociales, independientemente de la obra que se construya (casas, fábricas, hoteles, aeropuertos o iglesias)

La prueba de que una ciudad es una cosa viva y que su diseño no es un ejercicio abstracto es que al fundar una ciudad se engendra a un ser que va a tener vida propia y a veces distinta a la que pensaron sus creadores.

Posmodernidad Norteamericana

La pintura norteamericana postmoderna se desarrolla con posterioridad a la Europea, aunque alcanza su momento de afirmación también en la década de los años ochenta. En Estados Unidos, no obstante, la pintura de este momento se desarrolla de una forma mucho más espontánea y aislada, donde además se superponen diversas tendencias y propuestas. No existen por tanto movimientos estructurados como la Transvanguardia o el Neoexpresionismo, y además sus manifestaciones, sobre todo al principio, tienen un carácter popular mucho más marcado. Coinciden artistas que renuevan la pintura del momento en aquel país a base de utilizar soportes cotidianos o populares como el cómic o los graffiti que decoran el metro de Nueva York (lo que se ha llamado Arte de frontera), con otros autores, que cada uno con su particular estilo seguirán otras líneas postmodernas en la ciudad de Nueva York. Como abunda la pintura figurativa también se le ha denominado a este movimiento en EEUU, Nueva Figuración.

En los años 80 se dieron en Estados Unidos diferentes tendencias que tenían un objetivo en común, retomar la pintura y superar los esquemas de la modernidad.

En esta situación empezaron a conformarse dos tendencias que compartían gustos similares hacia el gusto por la imagen, la apropiacionista enfocada a la teoría de la imagen y al universo de los medios de comunicación y representada por artistas como Robert Longo, Sherrie Levine y Cindy Sherman

paralela

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