¿Qué relación existe entre la teoría marxista y la filosofía latinoamericana?

¿Qué relación existe entre la teoría marxista y la filosofía latinoamericana?

“El marxismo es un reflejo de la dinámica socioeconómica entre Latinoamérica y Europa que pone en evidencia la necesidad de una filosofía libertaria”                                                                                                                 Laura Valentina Manrique Martínez

El presente texto tiene como objetivo relacionar la teoría filosófica, política y económica planteada por Karl Marx y Friedrich Engels a mediados del siglo XIX con la realidad latinoamericana de subyugación y dependencia frente a las denominadas potencias mundiales; para lograrlo se llevó a cabo un análisis minucioso de la funcionalidad de algunos conceptos claves en la propuesta marxista, a saber, lucha de clases, capital y trabajo, enfocados en el contexto de América Latina. Cabe aclarar que la manera de abordar la dinámica entre dominadores y dominados, se basa en los preceptos ideados por el pensador Enrique Dussel en la Filosofía de la Liberación, movimiento intelectual surgido en Argentina a comienzos de la década de 1970, cuya importancia radica en brindar una mirada crítica a la filosofía clásica, calificada de eurocéntrica y opresora. Del mismo modo, es relevante mencionar que se llevará a cabo una aproximación a la teoría marxista a través de las palabras del propio Karl Marx, así como de su interpretación dusseliana, lo cual brindará una perspectiva más amplia y cercana a los lectores latinoamericanos que busquen reivindicarse.

En primera instancia, se conoce como marxismo al conjunto de ideas para concebir el mundo, la vida social y la política, que se deriva de la obra de Karl Marx y Friedrich Engels. Este modelo teórico de la realidad humana ha servido como base ideológica de lo que se conoce como materialismo histórico y dialéctico, del comunismo y de los diferentes tipos de socialismos, así como de distintas sublevaciones a través del tiempo, como se muestra en la revolución rusa, china o, en América Latina, la cubana. El principal argumento en el que se basa es que el capitalismo, sistema económico y social fundamentado en la importancia de la propiedad privada, el mercado y el capital como generador de riqueza, es erróneo, al ocasionar la explotación de los trabajadores, y, por tanto, debe ser reemplazado por otro que abolirá el sistema de propiedad burguesa y le transferirá el poder a aquellos que producen.  Según la economía marxista, el valor de una cosa es determinado por la cantidad de trabajo necesario para su elaboración, el cual nunca llega a ser remunerado por el salario, dando origen a un esquema de explotación y enajenación del trabajo, al separar al obrero de su producto tanto física como emocionalmente. Lo anteriormente mencionado, genera un enfrentamiento entre los intereses de la burguesía y de los trabajadores o proletariado, denominado lucha de clases.

Según Marx (1859) “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general”, lo cual se refleja notablemente en la situación latinoamericana en los aspectos mencionados, por lo que es posible afirmar la existencia de una relación análoga entre los sistemas burguesía-proletariado y Europa-Latinoamérica, tomando en consideración las implicaciones de la lucha de clases; en primer lugar, Marx (1844) afirma “el capitalista puede sostenerse más tiempo sin el obrero que este sin aquel”, aplicando esta afirmación a la situación latinoamericana, podemos evidenciar su dependencia económica hacia los países industrializados, acrecentada por la globalización actual, mas aun, teniendo en cuenta que el ámbito económico es también un determinante social y político; por lo que es una consecuencia lógica que la población de América Latina se vea negada ante la cultura europea, al igual que el trabajador se ve negado cuando el capitalista le arrebata su producto, por consiguiente, podemos aseverar que el hombre latinoamericano vive enajenado ante la presión de Europa, a la cual idealiza por sentirse inferior. El segundo factor a considerar es que tomando como referencia la teoría marxista, las agrupaciones de capitalistas son habituales y efectivas, mientras los sindicatos suponen daños; lo cual se ve reflejado en el hecho de que las asociaciones compuestas por países industrializados tales como la OTAN, el G7 y la Unión Europea tengan un mayor peso en todos los aspectos que aquellas compuestas por países latinoamericanos que necesitan apoyo para crecer. Lo anteriormente mencionado se pudo notar desde el primer contacto que tuvo América Latina con el continente europeo en la época colonial, en vista de que se registraron constantes choques entre las distintas castas que formaron parte de una jerarquizada estructura, expresamente diferenciada por las leyes y las instituciones impuestas por las potencias colonialistas; este mítico proceso civilizador tiene su origen en la naturaleza, el trabajo y el capital, en base a las ideas planteadas por Enrique Dussel.

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