Renacimiento
elizabeth19 de Noviembre de 2013
7.180 Palabras (29 Páginas)344 Visitas
I. ETAPAS DE LA FILOSOFIA MEDIEVAL CRISTIANA
Delimitación histórica y temática
Desde un punto de vista histórico, la Edad Media se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta el Renacimiento, pero temáticamente, según autores como Gilson, la filosofía medieval se inicia en el siglo II con el diálogo entre la filosofía helenística y las grandes religiones monoteístas. Por esto algunos autores sostienen que la filosofía antigua pierde su antigua autonomía y deviene ancilla Theologiae, vale decir, pasa a estar subordinada o con una actitud servil con respecto a la especulación religiosa. Podemos distinguir varias etapas:
1) Un primer momento en que el cristianismo, carente de substrato filosófico y terminológico, recoge aquello que puede aprovechar de los movimientos paganos de la época.
2) Un segundo momento de elaboración, de iniciación de un auténtico pensamiento cristiano. Este movimiento es el iniciado por los Padres de la Iglesia entre los que se cuentan Orígenes, San Agustín, y San Isidoro de Sevilla. Esta etapa se extiende desde el siglo V hasta el siglo VIII.
3) Un momento de esplendor, en el que suele decirse que el pensamiento cristiano llega a su cumbre. La filosofía escolástica cristiana, cuyo representante máximo es Sto. Tomás de Aquino. Este periodo es el comprendido entre los siglos VIII y XIII.
4) Por último, una etapa de crisis, el siglo XIV, en la que se intenta dar nuevas soluciones a los problemas típicos del pensamiento medieval. El autor más representativo de esta etapa es Guillermo de Ockham.
II. ETAPAS DE LA FILOSOFÍA PATRÍSTICA
Lo fundamental sobre la patrística es saber que es, por llamarlo de algún modo, el movimiento, tanto literario y filosófico como cultural, que imperó en la Edad Media. Es el movimiento de asentamiento del cristianismo en la sociedad (sobre todo occidental) desbancando a las otras religiones paganas añadiendo que la religión cristiana era la única y verdadera porque era la “Palabra de Dios”. Este movimiento tuvo tres etapas fundamentales, la Primera Patrística (ss. II y III), la Alta Patrística (ss. IV y V) y finalmente la PatrísticaTardía (ss. VI y VII).
2.1. LA PRIMERA PATRÍSTICA (ss. II y III)
Con esta premisa, los primeros Padres, se inspiraron en la teoría estoica del logos espermatikos, que se basa en que las religiones hasta la fecha lo que habían hecho era una especie de adaptación de la Palabra de Dios (eterna y presente desde el inicio de los tiempos) por no saber interpretarla correctamente. De este modo lograban explicar ciertas similitudes entre las mitologías paganas y la nueva mitología cristiana.
La primera patrística se desarrolló simultáneamente en dos ámbitos distintos, Oriente, representado por Grecia y Occidente por Roma. Estéticamente se produce un cambio sustancial entre la concepción pagana de los antiguos poetas griegos y la nueva literatura religiosa. Mientras aquellos buscaban el placer y la belleza de su obra utilizando para ello artificios y retóricas varias, el cristianismo defiende la palabra pura, según ellos para preservar la verdad de la palabra divina. Pero existía más afinidad entre ambas culturas de la que cabría esperar, ya que los ideales defendidos por los Padres Primitivos (ss. II-III) se correspondían en buena medida con las ideas destacadas por Platón en sus planteamientos filosóficos. Para los Padres la palabra del poeta es falsa ya que la única verdad es la que de mano directa del Espíritu Santo recibe el profeta. No obstante, aceptan estos padres cierto nivel de verdad en la obra de los poetas, la parte de inspiración que los griegos atribuían a la Musa y que los cristianos llaman inspiración divina, pura y libre de parafernalias
.
3.2. LA ALTA PATRÍSTICA (ss. IV y V).
En esta época se produce el asentamiento definitivo de la iglesia cristiana en Occidente por encima del paganismo, lo cual significa también la consecuente politización de la iglesia. Sin embargo, y en contra de lo que cabría esperar por las ideas del periodo anterior, este asentamiento trae consigo un amplio desarrollo de la literatura eclesiástica integrando a su vez los modelos helenos. Al igual que en la primera patrística, ésta también se desarrolla en dos vertientes geográficas, la oriental y la occidental.
3.3. LA PATRÍSTICA TARDÍA
Es un periodo tortuoso, con un importante deterioro social y cultural debido en gran medida a las guerras y las invasiones bárbaras que sumieron la cultura occidental de aquel momento de lleno en la Edad Media. Únicamente destacaron por su labor de recopilación más que creativa Boecio, Casiodoro e Isidoro de Sevilla.
Los dos primeros, Boecio y Casiodoro, conocieron antes de la decadencia un periodo de plenitud artística. Boecio estudió las obras de Platón y Aristóteles con intención de traducirlas en su totalidad aunque por desgracia sólo consiguió hacerlo con una pequeña parte de ellas, que, no obstante, fueron suficientes para constituir la base de lo que más adelante sería la escolástica.
III. ETAPAS DE LA ESCOLASTICA
IV. CONTENIDO DOCTRINARIO FILOSOFICO
FILOSOFIA CRISTIANA
PATRISTICA.
Nombre dado por la Iglesia católica a los autores que establecieron la doctrina cristiana antes del siglo VIII. Los escritos de los Padres, o literatura Patrística, sintetizaron la doctrina cristiana tal y como se encuentra en la Biblia, especialmente en el Evangelio, los escritos de los Padres Apostólicos, las máximas eclesiásticas y las decisiones de los concilios de la Iglesia. Facilitaron un conjunto doctrinal articulado de la enseñanza cristiana para su transmisión por todos los rincones del Imperio romano.
. Nosotros queremos dice San Agustín, hablar no solo con la autoridad de las sagradas escrituras, sino también basados en la universal razón humana (Ratio: relación entre dos cantidades). Si los filósofos han dicho algo que exacto ¿por qué no lo hemos de aceptar?, al fin de cuentas puede incluso servir para razonar la fe y para comprenderla mejor.
. El mundo antiguo estaba en su última etapa. Los bárbaros están llamando desde hace tiempo a todas las puestas del Imperio; a lo largo de sus fronteras se hace sentir la presencia de los pueblos germánicos, que se van infiltrando lentamente, antes de realizar la gran irrupción del siglo V. Y sobre todo el paganismo ha dejado de existir; la cultura romana se agota en el comentario y sigue nutriéndose, al cabo de los siglos de una filosofía la griega que no es capaz de renovar. En este momento aparece San Agustín, la plenitud de la Patrística, que resume en su personalidad inmensa el mundo antiguo, al que todavía pertenece, y la época moderna, que anuncia, y cuyo punto de arranque es él mismo. En la obra agustiniana se cifra este paso decisivo de un mundo a otro.
• SAN AGUSTÍN (354 – 430).
Es una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica, toda la dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan la marca inconfundible que les imprimió. Más aun: el espíritu cristiano y el de la modernidad están influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas.
Tesis filosóficas de San Agustín:
a. Verdad: en encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglas, ideas y normas conforme a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.
b. Dios: el mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.
c. Creación: este concepto no es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría
...