Resumen Capitulos de Ester 7-8.
Sherly FuentesResumen11 de Abril de 2016
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MARCOS 7-8
Los capítulos 7 y 8 de Marcos hablan mayormente sobre las grandes obras de Jesucristo. El capítulo 7 comienza narrando que los fariseos y escribas que venían a Jerusalén, al ver que los discípulos de Jesús comían pan sin antes lavar sus manos, los juzgaban. Lavarse las manos antes de comer era una tradición que había sido pasado a ellos mediante los ancianos, y esta se seguía diligentemente. Por esta razón, algunos fariseos y escribas le preguntaron a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?” (Marcos 7:5) a lo cual Jesús les contesta que son hipócritas ya que lo honran, pero su corazón está lejos de él. Jesús les dice que lo honran en vano ya que toman las doctrinas/tradiciones del hombre y las hacen pasar como si fueran mandamientos de Dios. También, les da como ejemplo que Moisés les dijo: “Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente.” (Marcos 7:10), pero ellos invalidan la palabra de Dios al no ayudar a sus padres ya ancianos económicamente; daban una ofrenda (Korbán) al Templo, que según su tradición, los exoneraba de tener que ayudar a sus padres. Culmina diciéndolos a todos los que se encontraban a su alrededor que la maldad sale del hombre, y no de sus alrededores; que nada que este afuera del hombre puedo contaminarlo, sino que el hombre se contamina a sí mismo y a los demás.
Luego, Jesús va a la región de Tiro y Sidón. Él intenta ocultar su presencia allí, pero es descubierto por una mujer que tenía una hija con un demonio dentro de ella. La madre le suplica que expulse el demonio de su hija y cuando regreso a su casa, vio que su hija estaba durmiendo, y el demonio había sido expulsado.
Después de esto, Jesús pasa por la región de Decápolis, y le traen un sordomudo para que lo sanase. Jesús tomo al sordomudo aparte de la gente, le metió los dedos en las orejas, lo escupió, tocó su lengua, y proclamó al cielo; el sordomudo ya podía escuchar y ver. Jesús les pide a todos que no le dijesen a nadie lo que él había hecho, pero sin embargo, lo divulgaron y la gente se maravilló.
El capítulo 8 comienza narrando más buenas obras y milagros que hizo Jesús. Jesús andaba con sus discípulos y junto a ellos le seguía una multitud de gente desde hace 3 días que no tenían qué comer. Jesús demostrando su compasión, no permite que la multitud se vaya a sus casas hambrientos que posiblemente se desmayen en el camino. Él les pregunta a los discípulos cuantos panes tienen, y ellos le responden que solo tienen siete. Al escuchar esto, Jesús manda a la multitud que se recostara en la tierra, él toma los panes y los bendice, los parte y manda a sus discípulos a ponerlos frente a la multitud. También, hace lo mismo con unos cuantos peces que tenían. La multitud de como 4,000 personas pudo comer, y ahí Jesús los despidió.
Luego, Jesús pasa por la región de Dalmanuta, y se encuentra con unos fariseos que intentando provocarlo, le piden una señal. Jesús les dice que esa generación jamás recibiría una señal, y los deja.
Jesús entra en la barca junto con sus discípulos, y ellos le dicen que no tienen de que comer más que un pan ya que se les había olvidado conseguir más. Jesús les dice que guarden la levadura, y ellos le dicen que no trajeron pan. Jesús los reprende por cuestionarlo recordándoles como de 7 panes y unos cuantos peces el logro alimentar a una multitud.
Después de haberse bajado de la barca, Jesús viene a Betsaida donde le traen a un ciego para que lo sanase. Llevo al ciego fuera de la aldea, le escupió los ojos, le puso las manos encima y le preguntó si podía ver. El ciego le contesto que podía ver, pero su vista no era muy clara. Jesús le puso las manos sobre los ojos nuevamente, y le dijo que los abriera, es ahí cuando la visión del ciego se restablece completamente. Luego de haberlo sanado, Jesús le dice que no le comente a nadie en la aldea de lo que él hizo.
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