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Resumen Platon (carpio)


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2018  •  Resúmenes  •  4.235 Palabras (17 Páginas)  •  1.421 Visitas

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I. La obra de Platón y su influencia:

Platón nació en Atenas en 429 ó 427, y murió en la misma ciudad en 348 ó 347 a.C. Después de dedicarse a la poesía, pronto se consagró a los estudios filosóficos. A los veinte años entró en contacto con Sócrates, que determinaría decisivamente su pensamiento, y en cuya boca puso la mayor parte de sus propias doctrinas -máximo homenaje del gran discípulo al maestro. Estableció su escuela, la Academia donde se cultivaron no sólo la filosofía sino todas las ciencias y duró más de 900 años. Sus obras, afortunadamente, nos han llegado completas.

Platón no fue sólo filósofo, su poderosa personalidad abarca todos los intereses humanos.  Fue uno de los escritores más grandes de todos los tiempos. Platón es el artista griego por excelencia.  Platón es factor esencial, puede decirse, que si no hubiese existido seríamos muy diferentes de lo que efectivamente somos

2. Planteo del problema: Como su maestro Sócrates, Platón está persuadido de que el verdadero saber no puede referirse a lo que cambia, sino a algo permanente; no a lo múltiple, sino a lo uno. Ese algo invariable y uno lo había encontrado Sócrates en los conceptos. Pero -y aquí comienza la crítica de Platón- Sócrates, por una parte, no se preocupó por aclarar convenientemente la naturaleza del concepto, su status ontológico; y, por otra parte, limitó su examen al campo de los conceptos morales -piedad, justicia, virtud, valentía, etc.-, de modo que no llegó a encarar el problema en toda su universalidad. Platón se propondrá completar estas dos lagunas: precisar, de un lado, la índole o modo de ser de los conceptos -que llamará "ideas"-, e investigar, de otro lado, todo su dominio: no sólo' los conceptos éticos, sino también los matemáticos, los metafísicos, etc.

Hay un saber que lleva impropiamente este nombre, y es el que se alcanza por medio de los sentidos, el llamado conocimiento sensible, que es siempre vacilante, confuso, contradictorio: el remo fuera del agua nos parece recto, hundido en ella se nos muestra quebrado. Si nuestro saber se edificase sobre las cosas sensibles, la consecuencia entonces sería el relativismo.

El verdadero conocimiento deberá ser de especie totalmente diferente del que proporcionan los sentidos; no vacilante y contradictorio, sino constante, riguroso y permanente, como cuando, por ejemplo, se afirma que "2 más 2 es igual a 4": porque esto es verdad  siempre y absolutamente. La ciencia, pues, el verdadero conocimiento, habrá de referirse a lo que realmente es. Platón busca lo inmutable y absoluto, lo verdaderamente real, única manera, de hacer posible la ciencia y la moral.

3. El modo de ser de lo sensible, y el de las ideas. Los dos mundos.

Como lo permanente e inmutable no se encuentra en el mundo de lo sensible, Platón postula otro mundo, el mundo de las "ideas" o mundo inteligible, del que el mundo sensible no es más que copia o imitación.

La palabra "idea" significa "ver"; literalmente, "idea" sería lo "visto", el "aspecto" que algo ofrece a la mirada. En Platón, la palabra alude, no al aspecto sensible, sino al "aspecto inteligible", es decir, de la "esencia". Para Platón las ideas son algo real, las cosas verdaderas, metafísicamente reales, más reales que montañas, casas o planetas.

Las cosas iguales, pues, "aspiran" a ser como la igualdad en sí, pero en el fondo siempre les falta algo para serlo plena o perfectamente, son insuficiente o imperfectamente iguales, deficientemente iguales. Observada con detención, toda figura triangular resulta ser imperfecta (por ejemplo, porque con una lupa se vería que sus lados no son perfectamente rectilíneo, sino irregular). Por tanto, no es lo mismo el triángulo en sí -la idea "triángulo"- que las cosas o figuras sensibles triangulares.

Por ende, cosas sensibles e ideas representan dos órdenes de cosas, dos modos de ser, totalmente diferentes. Pero si bien cosas sensibles e ideas representan dos órdenes diferentes del ser, con todo hay entre ambos una relación, que Platón dice es una relación de semejanza o copia o imitación;  esto supone que de alguna manera ya conocíamos la igualdad; no podríamos pensar que dos cosas sensibles son iguales, si no supiésemos ya de alguna manera qué es la igualdad, es preciso que el conocimiento de las ideas lo hayamos adquirido "antes" de venir a este mundo.

Antes de nacer, el alma del hombre habitó el mundo de las ideas, donde las contempló y conoció en su totalidad y pureza. Al venir a este mundo y a este cuerpo, atraviesa un río, el río del Olvido, y ese saber suyo de las ideas se olvida, si bien queda latente. "Aprender no es sino recordar".

4. El conocimiento a priori

Lo que primordialmente interesa es la afirmación de tal tipo de conocimiento independiente del conocimiento sensible, lo que se llama conocimiento a priori . Conocimiento a priori quiere decir conocimiento no "anterior" temporalmente, sino independiente de la experiencia; no que se lo haya obtenido sin experiencia ninguna, sino un conocimiento tal que, cuando se lo piensa con claridad, nos damos cuenta de que la experiencia no puede jamás cambiarlo, ni tampoco fundamentarlo, porque lo que afirma vale con independencia de lo que la experiencia diga. Conocimiento de este tipo es, por ejemplo, la afirmación "dos más dos es igual a cuatro". Esto lo hemos aprendido, sin duda, con ayuda de la experiencia, pero, se trata de una afirmación universal y necesaria, es decir, que vale para todos los casos, y que forzosamente tiene que ser así y no puede ser de otra manera.; pero nuestra afirmación, precisamente por ser a priori, por ser necesaria, exige que la experiencia se amolde a ella.  

5. Los dos mundos; doxa y episteme

Según Platón, entonces, resulta haber dos mundos o dos órdenes del ser: el mundo sensible, de un lado, el mundo de las ideas o mundo inteligible, del otro; y consiguientemente hay dos modos principales de conocimiento, la doxa u opinión, y la episteme (el conocimiento o "ciencia").

6. Grados del ser y del conocer:

Es necesario precisar las subdivisiones de ambos mundos y sus respectivos modos de conocimiento. Ello lo realiza Platón en la República, valiéndose de un segmento, en lo que se conoce como ejemplo o paradigma de la línea, un diagrama o esquema con que se representan las distintas zonas o grados del ser, desde la nada hasta el ser en toda su plenitud, y, paralelamente, los grados del saber, desde la ignorancia hasta el conocimiento absoluto.

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