San Agustin

La obra “Confesiones de san Agustín” nos muestra los procesos por los cuales a inicios de la edad media, se creía que el conocimiento giraba en torno al designio de Dios, cosa más equivoca ya que con el avance intelectual que han hecho diversos filósofos y pedagogos en materia teológica y antropológica, han demostrado que el conocimiento es producto del hombre y es él quien decide el desarrollo de esta y quien es el arquitecto del aprendizaje, no es por arte divino que la sabiduría llega en forma de iluminación al hombre, como se estilaba en esa época.

San Agustín fue uno de los padres de la patrística, movimiento por el cual la imagen de Dios permeaba en todo lo que existía, no solo el hombre y lo que lo rodeaba, sino hasta la epistemología del aprendizaje; a lo largo de su obra san Agustín lucha por conocer y entender los designios de Dios para él y la humanidad, el papel de su madre juega un papel importante en su evolución fisiológica e intelectual, narra como de ser un completo pagano al final acepta los brazos de su redentor y acepta la palabra de Dios en su ser. Para ello la vida le muestra diversos caminos y conoce gente, que al interactuar con ellas sus pensamientos se aclaran, sufre un conflicto interno por sus razonamientos a priori que tiene de Dios y la interacción con obras clásicas de los principales filósofos de la cultura griega, en donde la razón no es producto de un dios, sino de un hilemorfismo y una dialéctica de la sociedad y el entorno en el cual el ser humano pertenece; como todos los humanos cuando conocemos algo y nos llega a nuestros sentidos un conocimiento más revolucionado y derriba las creencias en las cuales crecimos, nuestra mente duda la conciencia se hace mas consiente y la razón debe dominar a la fe, contra ello lucho san Agustín pero dejo que la fe gobernara sus conocimientos y dejando todo en manos de Dios, creador de todo lo que el hombre conoce y quien es perfecto y arquitecto del saber del sujeto.

En toda sociedad la madre juega un papel importante, ella nos da la vida y nos cría, a quien vemos como lo más grande que hay en nuestra vida, ella nos educa y planea ser el diseñador de nuestro vivir, si está bien que sea así, pero nosotros debemos en base a nuestras experiencias ser quienes edifiquemos nuestra existencia, debemos ser agradecidos y tomar en cuenta cada palabra que nuestra mentora nos diga, pero ser dueños de nuestra biografía; san Agustín es su obra es agradecido y mira a su madre con un amor inmenso como también es su amor por Dios, su madre quiso ver en él un hombre religioso, un obispo era su ideal, cosa que al final después de muchos sinsabores de la vida y al ser iluminado por la fe y la razón del creador, fue lo que tanto deseo su madre y pudo constatar, algo que la lleno de orgullo, que su idealización se hiciera realidad ver en una investidura religiosa a su hijo.

Hoy día, ese mismo pensamiento casi todas las madres idealizan de sus hijos ser personas de bien, de provecho para la sociedad; al igual que san Agustín vivimos experiencias e interactuamos con gente que creer tener toda la razón aunque solo sean buenos

...