ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

San Agustin


Enviado por   •  12 de Agosto de 2014  •  6.873 Palabras (28 Páginas)  •  227 Visitas

Página 1 de 28

Introducción

En este trabajo dedicado a la vida de San Agustín, vamos a destacar sobre todo sus razones para haber cambiado de principios, así como la acertada y buscada decisión de convertirse en cristiano tras rechazar la secta con la que él contó durante un periodo importante de su vida, el maniqueísmo.

Gracias a su filosofía, Agustín pudo tomar las decisiones más importantes de su vida. También la meditación y el tiempo que le dedicó a éstos momentos son admirables ya que todo lo que decidía era con unas buenas razones que en realidad, tomar ejemplo de ellas no vendría nada mal para reflexionar acerca de las cosas que nos inquieten.

Biografía

Nació en Ta¬gaste (África) un 13 de Noviembre del 354 d.p.(siglo IV) y murió en el año 430 (siglo V) viviendo así 76 años. Tagaste era una pequeña población cerca de Numida y alejado del mar. Sus padres eran de cierta posición económica pero no ricos. Su padre, Patricio, era un pagano de temperamento violento y madre, Mónica cristiana. Agustín tenía varias hermanas. En 365 se trasladó a Madaura, donde estudió gramática y los clásicos latinos. En el año 369 volvió a Tagaste, y tras un año de residencia allí, se dirigió a Cartago, donde estudió retórica y comenzó a intere¬sarse en problemas filosóficos y religiosos. En 374 regresó a Tagaste y poco después de nuevo a Cartago, donde abrió una escuela de retórica. En 383 partió hacia Roma, donde asimismo abrió otra escuela de la misma disciplina. En 384 se trasladó a Milán para enseñar retórica. En Roma y Milán trabó conocimiento con las doctrinas escépticas de la Academia platónica. Fue en Milán donde manifestó sus primeras fuertes inclinaciones a las creencias cristia¬nas, en parte por la influencia de los sermo¬nes de San Ambrosio. Las lecturas de los Evangelios y de San Pablo lo confirma¬ron en su nueva creencia, reci-biendo el bautismo en 387. En esta época comenzó ya su intensa actividad de escritor, produciendo, entre otras obras, los libros Contra académicos, los SoIilo quia y el De inmortalitate animae. Agustín residió un breve período en Roma, y en 388 se tras¬ladó a Cartago, donde residió hasta 391 como miembro de una comunidad monás¬tica. En 391 fue orde¬nado sacerdote en Hipona. En 395 fue consagrado obispo auxi¬liar de Hipona, y en 396, a la muerte del obispo Valerio, obispo de dicha ciudad. En 400 comenzó a redactar los libros De Trinitate, y en 401 ex¬tensos comentarios al Génesis. A partir de 411 sostuvo polémicas con¬tra los pelagianos, y entre 412 y 426 com¬pletó varias de sus más importantes obras (incluyendo De libero arbitrio y De civitate Dei). Hasta su muerte siguió desarrollando una intensa actividad literaria; el falleci¬miento tuvo lugar durante el sitio de Hipona por los vándalos.

San Agustín como persona

Su personalidad y forma de ser.

Agustín, posee una gran inteligencia y un gran corazón. La descripción más importante y verdadera de él se registra en alguno de sus libros y que podremos ir comprobando a lo largo de su vida. Ésta dice que gozando de existencia, ya tenía vida que le hicieran tener unos sentimientos propios. Él se recreaba con su verdad y sus pensamientos. Que lo engañen era una cosa que no le gustaba nada. Tenía una muy buena memoria , se educaba en el lenguaje, le encantaba la amistad, huía del dolor, de la bajeza, de la ignorancia. Todas estas cualidades, manifestaba que eran dones de Dios, que no las había conseguido él. También era muy sensible y emotivo. No tenía un cerebro ni duro ni seco, aunque era un intelectual. Así era Agustín. Entendimiento y corazón siempre de la mano. Éste hombre jamás estuvo solo, porque le era imposible vivir feliz sin amigos. Tal vez esto se deba al sentimiento de solidaridad de los africanos.

• Solo quería la verdad

Su pasión por la verdad se iba haciendo cada vez más grande, y se hizo un tenaz luchador para conseguir la verdad. Fuera de las controversias mostraba un gran sentido de la modestia. Él mismo declara en uno de sus escritos: “No pretendo que alguien acepte mis opiniones, de modo que él o ella me siga ciegamente, excepto en aquellos puntos en el que el lector ha llegado a la convicción de que yo no estaba equivocado.” Él mismo declaró que no era consecuente en todo. Él nunca fue perfecto, y simular la perfección en una de éstas obras sería más bien un acto de falsedad, cosa que no hizo y rechazó.

En una carta que escribió a una joven escribía que buscar todas las respuestas en él iba a ser algo totalmente absurdo, porque no se presenta como un maestro que todo lo sabe, sino como un hombre que busca la luz, para aquellos que habían solicitados ser iluminados. No quería que le confundiesen con un maestro porque él era simplemente un ser humano.

No nos debe quedar duda de que Agustín era un hombre que negaba las respuestas, simplemente por la razón de que él aún no las había encontrado. Cuando estas dudas que él tenía, dejaran de serlo, tenía claro que a los iluminados les iba a enseñar el camino. Su pasión por la verdad le hizo un gran luchador por las cosas que con más deseo quería descubrir. Esto nos enseña a que en esta vida no nos debemos rendir ante lo posible ya que al final encontraremos la respuesta verdadera que nos hará reflexionar y que lo más seguro es que aprendamos sobre ella.

Inquieta búsqueda del amor

Finalizados sus estudios en Tagaste, Agustín se fue a estudiar a Madaura, que tenía mayor nivel cultural que Tagaste. Al cumplir los 16 años decidió volver a su tierra. Fue un año de inactividad, y que cuyos sentimientos se anidaron en su cabeza y no había nadie que se los pudiese sacar de ella. Con la ayuda de Volusiano Agustín llegó a Cartago a estudiar Retórica, que era el arte de hablar y escribir, esto era la cumbre de la cultura en aquella época y una era una rama para acceder a las carreras políticas.

Agustín todavía no se había enamorado aunque suspiraba por amar. Para él amar y ser amado era una dulce ocupación, sobre todo si lograba disfrutar del cuerpo de la persona amada. Tras su hincapié, encontró una amante de rango social inferior a él, pero a la cual guardó fidelidad durante unos 14 años. Tuvieron un hijo llamado Adeodato que murió a sus 18 años de edad. En Cartago, a sus 19 años leyó un libro de Cicerón que elogiaba el amor a la sabiduría. Esto se le quedó bien marcado, a partir de ahí la búsqueda de la verdad y la sabiduría le inspiró durante toda su vida. El fallo que encontró en Cicerón es que allí no encontraba el nombre de Cristo, el cual le desilusionó bastante. Mucho más tarde se ve cumplido su sueño de ser monje y filosófico cristiano.

Sus principales ideas filosóficas

La mayor parte de las ideas surgieron al hilo de las polémicas teológicas

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (41 Kb)  
Leer 27 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com