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¿Sentido Común o Experiencia?


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2015  •  Ensayos  •  1.684 Palabras (7 Páginas)  •  217 Visitas

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Instituto Nacional de Bellas Artes.

CEDART Luis Spota Saavedra.

Ciencias Sociales.

Profesor: Raffles López Gandarela.

    “¿Sentido Común o Experiencia?” 

Análisis de la Relación entre “El Nabo”,

de los hermanos Grimm y las filosofías Platónica y Aristotélica.

Alicia Vélez Mendoza. 2º C2.

México, D.F., Diciembre de 2015.

El cuento “El Nabo”, de Jacob y Wilhelm Grimm contiene en su trama aspectos de las filosofías Platónica y Aristotélica que quizá en un primer momento no se distinguen con facilidad, pero que al analizar el contenido de ésta obra y dichas filosofías, resultan además aplicables a muchos sectores de la vida cotidiana.

Con base en esto, nos propusimos exponer de la manera más clara posible cuáles son los puntos de relación que guarda con la filosofía de Platón y Aristóteles, y cómo es que se pueden aplicar a la vida.

“El Nabo” es un cuento para niños, breve, fantástico y con una moraleja, como la mayoría de los cuentos infantiles. Trata sobre dos hermanos, ambos soldados, uno rico y el otro muy pobre, éste último decide abandonar su puesto y dedicarse al campo para vivir mejor. Cierto día se encuentra con que uno de los nabos de su huerto ha crecido de manera descomunal, y no hallando qué hacer con él, resuelve llevárselo al Rey a modo de tributo. El monarca se queda maravillado ante las proporciones del nabo y a cambio le otorga al campesino oro, joyas y otras riquezas. Al enterarse el hermano rico, sintió envidia y quiso llevarle al Rey mucho oro y regalos más valiosos que un simple nabo, seguro de que éste le recompensaría con un tesoro aún mayor. Pero el Rey, en cambio, le agradeció con “lo más magnífico y extraordinario”: El Nabo Gigante. Lleno de cólera, el hermano rico encarga a dos espadachines que maten a su hermano. Cuando los guerreros se disponen a matarlo, oyen ruidos de caballos y lo dejan dentro de un saco, colgando de una rama. El campesino logra sacar la cabeza por un agujero y llamar la atención del joven que se acercaba cabalgando, un estudiante torpe y crédulo que cae en el truco del campesino: “Estoy metido en el saco de la sabiduría (···) Si vos estuviereis aquí adentro, verías las maravillas que contiene.”[1] Con esto consigue que lo baje y desate, después el estudiante se mete en el saco, el campesino lo cuelga de la rama y huye en el caballo del joven. Luego de una hora, envía a sus criados a rescatar al estudiante, quien se maldice por haberse dejado engañar.

La primera postura filosófica que se encontró fue la Platónica. Platón fue un filósofo griego nacido en Atenas en el año 427 a. C. Es la figura central de los tres grandes pensadores de la tradición filosófica europea (Sócrates, platón y Aristóteles).

Su obra abarcó más de cincuenta años, y fue a partir del método de Sócrates (su maestro) que Platón desarrolló sus ideas filosóficas y políticas en los diálogos. El contenido de éstos escritos es fundamentalmente metafísico, pero con orientación práctica. Existen dos temas que prevalecen: por un lado, el estudio de la naturaleza del conocimiento y las condiciones que lo posibilitan; por otro, la moral, de gran importancia en la vida práctica y la realización de la aspiración humana a la felicidad. Todo ello se resuelve en un sistema filosófico basado en la teoría de las Ideas.

La teoría de las Ideas

La doctrina de las Ideas se fundamenta en que más allá del mundo de lo físico existe lo que Platón llama el mundo inteligible. Tal mundo es un reino espiritual constituido por las ideas, como la Belleza. Las ideas son perfectas, eternas e inmutables; también inmateriales, simples e indivisibles.

El mundo de las Ideas posee una jerarquía: en el nivel más alto está la idea del Bien, que ilumina a todas las demás; le siguen la Justicia y la Belleza, del Ser y de Uno. A continuación, las que se contraponen, como Idéntico-Diverso o Movimiento-Reposo; luego las de los Números y finalmente las de los seres del mundo material.

El mundo de las Ideas es eterno e inmutable. Cada idea del mundo inteligible es el modelo de una cosa particular del mundo sensible, es decir, el mundo en el que vivimos, constituido por seres cuyas propiedades son opuestas a las de las Ideas: cambiantes, imperfectas, perecederas. En el mundo inteligible están las ideas de Piedra, Árbol, Color, Belleza o Justicia; y las cosas del mundo sensible son sólo imitación, copias imperfectas de las ideas perfectas.

En “El Nabo”, ésta visión la encontramos en casi todos los personajes: El más evidente es el estudiante, que, deseando los enormes conocimientos que guarda el “Saco de la Sabiduría”, se deja aprisionar en el mismo y ser colgado del árbol. El joven permite que sus ideas rebasen su Sentido Común, que Platón define como un conocimiento formado a partir de la opinión popular.

Asimismo, hallamos un pensamiento idealista en el hermano rico, al imaginar que si obsequia grandes riquezas al Rey, se verá recompensado con un tesoro aún mayor. La postura platónica dice que la Imaginación surge a partir de nuestras impresiones, puesto que el hermano rico se formó un juicio acerca de lo que ocurriría sin más sustento que el haber visto a su hermano recibir una recompensa, se puede afirmar que actuó con base en su propia impresión.

Por último, el Rey nos lleva también al mundo de las ideas; al mostrarle el nabo el campesino, se expresa así:

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