Síndrome de Burnout. Psicología social de las organizaciones y del trabajo

 Síndrome de Burnout

Psicología social de las organizaciones y del trabajo

Enciso Sharon, Salcedo Roselis, y Silvera Elias.

La psicología social tiene postulados básicos acerca de la concepción del ser humano. La psicología social debe ir direccionada a alcanzar el desarrollo pleno de la existencia humana y su papel en las organizaciones debe apuntar a reconocer las necesidades de las personas y determinar la posibilidad de que éstas sean satisfechas dentro de la organización, esto al servicio de la conciencia crítica y de la promoción de la salud  (Schvarstein, 2002).

Por otro lado, uno de los conceptos de la psicologìa social es el de roles, el cual en el ámbito organizacional consiste en  “un modelo estructurado de conducta referido a una posición, es decir, un conjunto de derechos, obligaciones y normas de conducta aprobadas para los individuos que están en esa posición (Yinger citado por Alvaro, Alicia, & Torregosa, 1996, 173). Con relación a lo anterior, Schvarstein (2002) habla de la autonomía como una de las necesidades del ser humano, la cual va más allá de de los límites de la organización y los roles que los empleados desempeñan en ella.

En este mismo orden de ideas, relacionando lo ateriormente citado,  con el caso de “Síndrome del Burnout” la psicología social de las organizaciones debe velar por que las necesidades de los docentes, así como la de cualquier otro trabajador, sean satisfechas y así evitar la degradación de su salud. En el caso de la docente no solo le fue irrespetado el rol que ésta debía cumplir dentro de la organización,  asignándole más tareas de las que le correspondían, sino que además el trabajo que ella desempeñaba no favorecía su autonomía.

Es necesario mencionar también que toda organización posee fuerzas artificiales creadas del hombre. De hecho, la creación de una organización supone que tiene ciertas metas y objetivas que guían el comportamiento organizacional. Por esta razón, el conocimiento del diseño no solo supone tener conciencia de los aspectos condicionales, sino también de las interacciones sociales que ocurren dentro de la organización. El análisis de los objetivos y metas de la organización es necesario abordarlas para analizar el impacto que tiene este sobre la vida social de los individuos (Alvaro y Torregosa, 1996).

El análisis de los puestos y los roles que se dejen ejercer son temas asuntos relacionados del psicólogo social del trabajo. Así,  como se analiza en el caso, se puede denotar que varias demandas superaban los recursos psicológicos del individuo para satisfacer a la demanda. Esta variedad de estresores psicosociales es necesario que los abordes el psicólogo social del trabajo para que busque nuevas alternativas que propicie el bienestar del personal.

En este sentido el psicólogo organizacional debe ser un profesional capaz de encontrar un equilibrio entre el bienestar de los trabajadores y los intereses de la organización. El psicólogo de las organizaciones debe velar por disminuir los factores de estrés, aumentar el bienestar laboral, la calidad de vida de los trabajadores, al tiempo que sus intervenciones deben ir encaminadas a aumentar la productividad. Teniendo en cuenta que el estrés laboral es un problema complejo de muchas variables se recomienda utilizar estrategias organizacionales como también estrategias dirigidas al individuo, todas ellas encaminadas a la prevención más que a la solución de problemas ya dados.

 Buie (citado por Diego R y Diego J. A, 1996), sugiere que “antes de proporcionar informes para que los trabajadores busquen indemnizaciones ante el estrés mental, los psicólogos deberían trabajar para prevenir el desarrollo de desórdenes psicológicos”.  De manera que los psicólogos organizacionales deberían prevenir no solo los riesgos físicos sino también los riesgos psicosociales de cada puesto de trabajo y debe hacérselos saber a los empleados para que ellos mismos sean partícipes del trabajo en pro de su salud. Según Diego, R y Diego J. A, (1996),  las empresas más exitosas serán aquellas que enseñan a sus empleados a reaccionar ante el estrés y como señala la O.I.T. en (1993) hagan de los puestos de trabajo un lugar adaptado a las aptitudes y aspiraciones humanas de los trabajadores.

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