Teoría Del Conocimiento
juanseprieto17 de Abril de 2013
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¿Es posible justificar todas nuestras creencias?
A través del tiempo, los humanos hemos tenido vastas creencias. Por ejemplo, en algo superior, como Dios; o en algo que se ha transmitido de generación en generación, como la mitología. Sin embargo, muchas veces se ponen en duda todas estas creencias y hacen que nos preguntemos si: ¿Es posible justificar todas nuestras creencias?
No se pueden justificar todas las creencias, ya que para justificarlas de manera correcta se debe tener ciertos elementos que apoyen la creencia y estos deben complementarse desde diferentes puntos de vista. Para responder a la pregunta, debemos detenernos a analizar cada punto de vista pertinente como: primero, la definición de creer y los términos vinculados a esta palabra, y, segundo, la relación directa entre el saber y la creencia.
Antes de continuar, conviene definir la palabra creencia. Entonces, creer se define como “una idea que es considerada verdadera por quien la detenta” (Ortega y Gasset, 1984). Por esta razón, el “creer” no necesariamente tiene justificaciones racionales, y esta bajo un rango de verdad y falsedad. Se deduce entonces, que la creencia es modificada al libre albedrío por quien la posee, y también cabe decir que a partir de esto, la persona puede argumentar su creencia con oraciones que tal vez no estén justificadas con un método óptimo, como por ejemplo, el método científico . Específicamente, este método es utilizado con el fin de demostrar una hipótesis , y por último pasar del creer al saber. Pero, ¿qué es saber? Saber “es atenerse modestamente a la realidad de las cosas” (Fernández Tejada, 2000), es decir que saber tiene las suficientes justificaciones para asegurar de manera correcta que no hay posibilidad de error frente a lo que se está afirmando. Por consiguiente, la creencia no es una afirmación del todo válida, ya que para que cumpla esta condición no debe ser una creencia, sino un saber. Sin embargo, existe un tipo de saber que no necesariamente requiere de una justificación, este es el axioma, el cual es una “verdad evidente”, ya que se justifica a sí mismo y sobre este se “construye el resto de conocimientos por medio de la deducción” (DRAE, 2003).
En contraste de lo anterior, no todas las justificaciones le otorgan a la creencia una total validez, ya que esta debe cumplir una serie de condiciones de verdad según la Teoría de Justificación .
Dejando de lado las definiciones, debemos enfocarnos también en la relación que existe entre los términos para así resolver concretamente la cuestión de conocimiento. Recordemos que en orden, el saber esta antes de la creencia, ya que está justificado verdaderamente y de forma racional. Por esta razón, podemos afirmar que la creencia es simplemente una proposición que se encuentra en un amplio rango de validez o invalidez. Indiscutiblemente, el saber tiene una ventaja o superioridad, ya que es algo totalmente legítimo hasta que se demuestre lo contrario. Es imposible afirmar que se pueden justificar todas las creencias, ya que no todas son verdaderas, y para algunas no existe un método de justificación válido. Por eso, es indispensable la diferenciación entre el creer y el saber. Un ejemplo de esto es la creencia en Dios. Hasta ahora, no se ha podido comprobar la veracidad de esta creencia, sin embargo, tampoco se ha podido comprobar del todo la falsedad de esta. Pero a pesar de estar o no comprobado, mucha gente siente la necesidad de creer en algo superior y omnipotente como Dios. Desde mi punto de vista, Dios es simplemente una necesidad humana reflejada en una creencia. Cabe citar otro ejemplo que justifica que no es posible justificar totalmente nuestras creencias, y es un adivino. Un adivino transmite una creencia de lo que puede suceder en el futuro, no obstante, esta creencia no puede ser justificada de ninguna
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