ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

TEORIA DEL CONOCIMIENTO

romipinky4 de Junio de 2013

4.612 Palabras (19 Páginas)449 Visitas

Página 1 de 19

Teoría del conocimiento

Autor: David SOBREVILLA

1. La noción de la teoría del conocimiento

La teoría del conocimiento es la disciplina filosófica que estudia el conocimiento a partir de preguntas como: ¿qué es el conocimiento?, ¿es posible el conocimiento?, ¿cuáles son las variedades del conocimiento?, ¿en qué consiste la verdad del conocimiento y cuáles son sus criterios?, y otras más. Estas son solo algunas de las preguntas con las que se ocupa la teoría del conocimiento.

En español la denominación actual de la disciplina que estudia el conocimiento es, como acabamos de decir, “teoría del conocimiento”: teoría, o sea la consideración puramente teórica del conocimiento del mundo –por oposición a la relación práctica y a la relación productiva que tenemos con el mundo. Por conocimiento entendemos aquí –como luego veremos en detalle- la “creencia verdadera y justificada”. En español empleamos la palabra “conocimiento” como sinónimo de “saber”. (“Conocer el inglés” es equivalente a “saber el inglés”; o “conocer el procedimiento de inscripción en la Universidad” es sinónimo de “saber el procedimiento de inscripción en la Universidad”). No obstante, en algunas locuciones existe una diferencia entre “conocer” y “saber”. Nosotros emplearemos aquí “saber” y “conocer” como sinónimos.

Pese a lo anterior, hay que advertir que en el pasado se empleó a partir del siglo XVII la palabra “gnoseología” (del griego “gnosis” y “lógos”, en este caso tratado) para designar la “teoría del conocimiento”. Por entonces se consideraba que la gnoseología era parte de la “metafísica especial” –que tenía como sus otras dos partes a la teología y a la cosmología. El día de hoy se habla en general casi siempre de “teoría del conocimiento”.

En español la expresión “teoría del conocimiento” comprende la “epistemología” , palabra con la que se quiere designar la disciplina filosófica que estudia el conocimiento científico, y, más precisamente, la estructura y dinámica de las teorías científicas .

La “teoría del conocimiento” pertenece al ámbito de la filosofía meramente teórica, ya que solo pretende captar el mundo sin alterarlo, sin conducirse frente a él, o sin elaborarlo para obtener productos artificiales. Aunque casi todos los grandes filósofos del pasado –por ejemplo Platón- trataron del problema del conocimiento, la disciplina filosófica al respecto –la teoría del conocimiento- es un tema relativamente reciente que solo se encuentra a partir de los siglos XVII y XVIII en autores como Descartes, Malebranche, Leibniz, Locke, Berkeley, Hume y en otros más (J. Ferrater Mora).

Tradicionalmente se concibió a la teoría del conocimiento como constando de dos partes. La primera es la teoría general del conocimiento que se ocupaba de los siguientes problemas: de la naturaleza del conocimiento (o sea de lo que es el conocimiento), de su posibilidad (esto es, de si el conocimiento es posible, posibilidad que ha sido negada por el escepticismo, y considerada en forma menoscabada por el relativismo y subjetivismo), del origen y variedades del conocimiento (al conocimiento se le ha asignado a veces un origen solo o predominantemente racional; otras un origen meramente empírico; o se ha defendido que no se puede prescindir de ambas fuentes), del concepto de verdad y de su criterio (problema con respecto al cual hay varias teorías: la de la correspondencia, la de la coherencia, la pragmatista, la del consenso etc.) entre otros problemas más. Y la segunda parte es la teoría especial del conocimiento que tiene como problemas el análisis de las categorías (o sea de los conceptos más generales con los que pensamos la realidad), de la sustancialidad (o esencia), de la causalidad etc.

Contemporáneamente se ha mantenido un interés en el tratamiento de los problemas generales del conocimiento (su naturaleza, posibilidad, origen y variedades, la noción de la verdad y su criterio etc.), pero se ha agregado otros problemas específicos como integrando la teoría especial del conocimiento (como los de la percepción, de la inducción, de la inferencia etc.).

2. Sentidos de la palabra conocimiento. El conocimiento proposicional.

La definición tripartita del conocimiento.

Empleamos la palabra “conocimiento” (o la palabra “saber” que, como ya dijimos, la utilizamos como su sinónimo) en diferentes sentidos. Uno de ellos es el del conocimiento como capacidad: así decimos “yo sé cantar” en el sentido de “yo tengo la capacidad de cantar” (y en forma correspondiente “yo sé nadar” como “yo tengo la capacidad de nadar”; o “yo sé bailar” como “yo tengo la capacidad de bailar”). Un segundo sentido es el del conocimiento como “conocimiento directo”. Así “yo conozco Cajamarca” significa “yo he estado en Cajamarca” (en contraste con el conocimiento de Pedro quien nunca ha estado allí, pero que, como ha leído bastante al respecto tiene un “conocimiento meramente ‘por referencia’ de Cajamarca”). Y en un tercer sentido entendemos por “conocimiento” el “conocimiento proposicional”: cuando decimos “yo conozco que...” y agregamos una proposición, como por ejemplo: “yo conozco que el Manchester United se impuso al Chelsea en la Championshipscup del 2008”; o “yo conozco que San Martín proclamó la independencia del Perú el 28 de julio de 1821”; o “yo conozco que el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de sus catetos” (el teorema de Pitágoras).

De estos tres sentidos de la palabra “conocimiento” el que históricamente más ha concitado la atención de los filósofos al escribir sobre teoría del conocimiento ha sido el tercero, quizás porque está ligado a conceptos como los de creencia, verdad y justificación, como veremos. Por lo tanto nosotros nos referiremos a continuación al conocimiento en el sentido del conocimiento proposicional al hacer nuestro análisis de la definición tripartita del conocimiento.

En la Antigüedad Platón (428-347 a.C.) había tratado extensamente del problema del conocimiento en su diálogo Teeteto (también en el diálogo Menon). Allí uno de los protagonistas del diálogo, el joven aprendiz de matemático Teeteto, aparecía ofreciendo hasta tres definiciones del conocimiento. La tercera es la más interesante. Teeteto sostenía allí que “el conocimiento es la opinión verdadera más una explicación” (201c – 210 b), definición que no era aceptada por Sócrates (que casi siempre figura en los diálogos como el interlocutor que conduce la conversación en prácticamente todos los diálogos platónicos). Pese a tratarse de una definición muy notable no tuvo mucho éxito en la época posterior.

Esta definición fue recogida y reformulada en los años 40 y 50 del siglo XX por el filósofo inglés Alfred Ayer y por el norteamericano Roderick M. Chisholm. Estos autores dieron lugar a la así llamada “definición tripartita del conocimiento” que lo presenta como “la creencia verdadera y justificada”, en torno a la cual ha girado toda la discusión última en torno al conocimiento. Esta definición tiene tres elementos o condiciones –y por ello ha sido denominada “definición tripartita del conocimiento”, que son los siguientes:

S cree que p (donde S es cualquier sujeto y p la proposición del caso; por creer se

entiende aquí el adherir teóricamente a aquello que se cree)

p es verdadero (comprendiendo aquí por verdad el coincidir lo afirmado con el

estado de cosas o a los hechos a los que se refiere la proposición)

S tiene razones justificadas para creer que p” (“razones justificadas” son aquí los

fundamentos garantizados)

Esta definición parecía poder dar cuenta de todo tipo de conocimiento. Así por ejemplo del conocimiento cotidiano. En efecto, si Juan cree que el Manchester United ha ganado la Campionshipscup del 2008, tiene realmente este conocimiento porque lo afirma así (lo cree), porque esta afirmación es verdadera (coincide con el resultado del partido entre el MU y el Chelsea), y porque tiene razones justificadas para creerlo o afirmarlo (vio el partido definitorio por TV, o leyó el resultado en los periódicos, o se lo contaron amigos que vieron el partido por TV). Se aplica también al conocimiento histórico: si Pedro cree que San Martín proclamó la independencia del Perú el 28 de julio de 1821, posee este conocimiento, pues lo afirma así, esta afirmación o creencia es verdadera, y tiene razones justificadas para hacerlo (recuerda bien que su profesor de historia lo explicó así, o que lo leyó en su libro de historia, y siempre ha encontrado esta afirmación reproducida en los diarios y libros que revisa). Pero la definición se cumple también en el caso de los conocimientos matemáticos: si Teresa cree que el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los catetos (a2 = b2 + c2; donde a = la hipotenusa, y b = un cateto y c = el otro cateto), entonces tiene este conocimiento (el del teorema de Pitágoras). En efecto, Teresa lo cree así (lo sostiene); esta afirmación es verdadera, y ella tiene razones justificadas para su creencia (conoce la demostración del teorema, o por lo menos recuerda la explicación al respecto de su profesor de matemáticas, o que la leyó en un libro).

La definición tiene además distintas ventajas. Permite por ejemplo descartar

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (29 Kb)
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com