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Tres pensadores una misma historia


Enviado por   •  29 de Abril de 2018  •  Apuntes  •  2.482 Palabras (10 Páginas)  •  156 Visitas

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Durán N. Gerson A.

C.I.- 18.989.323

gduran34@yahoo.es

Escuela de Filosofía-UCAB

Tres pensadores, una misma tierra, un mismo sueño

Resumen

Desde los inicios del siglo XIX hubo sucesos y procesos fundamentales que permiten comprender y situar el aporte de muchos pensadores. Desde esta perspectiva, las guerras independentistas en América Latina generaron sociedades anarquizadas en las cuales debía imponerse un nuevo orden de cara al progreso.

Tres pensadores, una misma tierra, un mismo sueño. Muestra algunas ideas claras de los pensadores en estudio, que ayudarían a los procesos de integración que se dieron en el contexto de la independencia, en la unión de naciones por la lucha de libertad. Bilbao expone la unión no solo como una temática geopolítica, sino también la posibilidad de desarrollo y progreso armónico de los pueblos de la América. Para él, nada haría imposible la unidad de los pueblos del sur, y ella representaría el verdadero patriotismo americano. Para Alberdi, la expresión América Latina tiene un significado fuertemente europeo. Sostiene que la revolución independentista en América fue hecha por “el pueblo europeo de origen y de raza, no el pueblo de nacionalidad indígena y salvaje”.

José Martí, en su texto de Nuestra América, tiene ideas que va hiladas al   pensar de Alberdi y Bilbao:  La necesidad de superar lo europeo que parecía endémico en las élites y también en importantes fracciones de los pueblos latinoamericanos y se expresaba, entre otras cosas, en recurrir a modelos foráneos de organización política. Al dilema de la población barbarie, contraponía la verdadera batalla entre “la falsa erudición y la naturaleza”. También se hace critico al concepto de raza. La cuestión del desarrollo de un conocimiento propio, de las raíces de Nuestra América.

Palabras claves: América, Latinoamérica, Unión, Imperialismo, Revolución, Independencia, Libertad.

Abstract

        From the beginning of the 19th century, there were fundamental events and processes that allow us to understand and situate the contribution of many thinkers. From this perspective, the independence wars in Latin America generated anarchist societies in which a new order was to be imposed in order to progress.

Three thinkers, the same land, the same dream. It shows some clear ideas of the thinkers under study, which would help the processes of integration that took place in the context of independence, in the union of nations by the struggle for freedom. Bilbao exposes the union as not only a geopolitical theme, but also the possibility of development and harmonious progress of the peoples of the Americas. For him, nothing would make the unity of the southern peoples impossible, and it would represent true American patriotism. For Alberdi, the expression Latin America has a European meaning. He maintains that “the European people of origin and race, not the people of indigenous and savage nationality”, made the independence revolution in America.

José Martí, in his text of Our America, has ideas that are spun at the thought of Alberdi and Bilbao: The need to overcome the European that seemed endemic in the elites and also in important fractions of Latin American peoples and expressed, among other things , in resorting to foreign models of political organization. To the dilemma of the barbaric population, he opposed the real battle between "false erudition and nature". The concept of race is also criticized. The question of the development of an own knowledge, of the roots of Our America

        

Key words: America, Latin American, Union, Imperialism, Revolution, Independence, Liberty.

Introducción

        Desde los inicios del siglo XIX hubo sucesos y procesos fundamentales que permiten comprender y situar el aporte de muchos pensadores. Desde esta perspectiva, las guerras independentistas en América Latina generaron sociedades anarquizadas en las cuales debía imponerse un nuevo orden de cara al progreso. Es por ello que sectores importantes de la intelectualidad de la época asumieron el rol de ser patrocinadores y reproductores de un sistema ideológico para la unión americana.

El positivismo se instauró a todas luces en el paradigma dominante, esto no significó que el estamento intelectual de Latinoamérica no se aproximara a otras corrientes del pensamiento político y filosófico, ni que todos fueran positivistas confesos. La avanzada se acercó al socialismo utópico. El positivismo era insuficiente para proporcionar respuestas y soluciones a la mayoría de los males de la sociedad de la época, tales como la exclusión histórica de los sectores populares en el proceso de construcción del orden democrático, que fue monopolizado por las elites. Se empieza a elaborar un discurso antiimperialista, capaz de configurar un imaginario novedoso.

Dentro del pensamiento latinoamericano se puede decir que el positivismo y el socialismo son planteamientos teóricos desvinculados, desconociendo las relaciones orgánicas existentes entre ambas tendencias. Aunque para el momento se podía ser socialista sin estar divorciado por completo de las ideas del positivismo ya que, en último término, ambos pensamientos eran, para la intelectualidad, un vehículo para solventar los razonamientos contradictorios emanados del proceso de formación de los estados nacionales. Ambas ideologías asumían posturas materialistas en el contexto de la modernidad política. En definitiva, la sociedad que se pretendía configurar debía, a su vez, y como es lógico, ser capaz de crear un nuevo hombre emancipado mentalmente, que actuara en armonía con los preceptos de orden y progreso. Así, de una forma u otra, la doctrina positivista se asume como el paradigma que guiaría a esta nueva sociedad.

        Juan Bautista Alberdi

Fue uno de los intelectuales más importantes e influyentes de Argentina y América Latina durante el siglo XIX. Muchas de sus ideas y propuestas se plasmaron en el régimen político. Atrevido opositor al gobierno de Juan Manuel de Rosas, debió expatriarse y pasó casi toda su vida en el exilio. Hacia 1840 concluyó sus estudios de Derecho en Montevideo. Más tarde viajó por Europa y Sudamérica. Finalmente se estableció en Chile, donde se dedicó a su profesión de abogado. En 1855 fue nombrado consejero del gobierno del general Justo José de Urquiza y representante plenipotenciario de la Confederación Argentina en las legaciones de París, Madrid y Londres. Regresó al país por un breve periodo de tiempo, pero volvió a Francia, donde murió en 1884.

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