Título: El derecho de la union civil relacionado con Charles Taylor y Hannah Arendt

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

ESTUDIOS GENERALES LETRAS

TRABAJO INDIVIDUAL

Título: El derecho de la union civil relacionado con Charles Taylor y Hannah Arendt  

Nombre: Miguel Angel Aguilar Bardales

Tipo de evaluación: Ensayo

Curso: Etica

Horario: 0585

Comisión: 0805

Profesor: Adriana Cecilia Lucía Añi Montoya

Jefe de Práctica: Emily Karen Noejovich Olivero

SEMESTRE 2014-2

Durante el 2013, Carlos Bruce presentó ante el Congreso un proyecto de ley de la unión civil entre parejas del mismo sexo. Este proyecto causó gran revuelo dentro de la sociedad civil, despertó algunas reacciones homofóbicas y se originaron grandes grupos opositores. La repercusión de este proyecto fue tan grande que dejó en evidencia la tan arraigada discriminación por orientación sexual e identidad de género existente en el Perú, caracterizada por ser una sociedad altamente machista. Muchas fueron las marchas, movimientos y campañas que se levantaron en contra de la propuesta del congresista, así como también fueron muchas manifestaciones las que se pusieron a favor del mencionado proyecto.

Repercusiones como ésta podrían ser analizadas a partir de diversas ciencias y campos de estudio, siendo una de ellas la filosofía. En este ensayo propongo hacer un paralelo entre las propuestas filosóficas de dos autores contemporáneos, y las repercusiones y trascendencia del proyecto mencionado anteriormente. El primer autor que usaré será Charles Taylor a partir de su obra “Las Fuentes del Yo: la construcción de la identidad moderna”, mientras que la segunda será Hannah Arendt, a partir de su obra “La Condición Humana”.

1. Reconocimiento de Charles Taylor

Charles Taylor es un filósofo canadiense nacido en el año 1931, y una de sus máximas obras se llama “Fuentes del Yo: la construcción de la identidad moderna”. De esta obra, sacaré tres propuestas principales que servirán para este trabajo. En la primera, Taylor nos dice que el hombre nace en un ambiente en el que su identidad se va formando en relación con el otro, a lo que él llama el “carácter dialógico del hombre”. Nos dice que la relación dialógica de yo con el otro se teje en medida en que, por ejemplo, el lenguaje del otro va formando mi lenguaje, las expresiones del otro van formando mis expresiones, etc. La segunda propuesta nos dice que, aunque está relación sea fuerte, no es determinando. Aún así uno esté condicionado por el ambiente, no significa que uno vaya a ser así, pues siempre se tiene la habilidad para expresarse. Por último, Taylor nos dice que cuando hablamos de cultura e identidad, nos vamos a encontrar con horizontes. Los horizontes son la cultura, las instituciones y la historia de las personas, y estos horizontes son ineludibles. A estos horizontes uno no puede renunciar, pero si se pueden ampliar, es decir, comprender el valor de algo, y Taylor en su obra nos habla de la importancia de poder ampliar nuestros horizontes.

¿Cómo poder relacionar esto con el tema del Proyecto de la Unión Civil? Para esto, es necesario saber un par de cosas acerca de la sociedad peruana. El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (PROMSEX), elabora cada año un informe anual de los Derechos Humanos de la población LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) en el Perú, y en el informe del año 2012 nos explica que vivimos en una sociedad donde predomina la heterosexualidad:

“Desde la infancia toda persona es socializada para ser heterosexual (…) Las referencias normativas de cómo ser hétero (o como no serlo) están en todos lados, son tanto obvias y materiales como sutiles e impalpables. Las y los niños empiezan a ser héteros cuando asumen las normas de la heterosexualidad como propias, cuando asumen que son así “porque sí”, cuando ‘interactúan’ siguiendo ‘espontáneamente’ todo lo que se les inculcó. Primero, asumen los roles de género aprendidos (…) y luego ponen en práctica las pautas aprendidas de interacción (…). Para aprender a ser hétero basta mirar alrededor: al maridaje de papi y mami, al de tías y tíos, abuelas y abuelos; a la convivencia conyugal de amistades y vecinos; al ejercicio de la maternidad o paternidad de la gente; a las parejas de enamorados, novios o casados (ya sea en la calle, en el centro de estudios o en el trabajo); a la televisión, el cine, la literatura, los diarios, las enciclopedias, los cursos de la escuela y/o la universidad, las leyes, la institución matrimonial, las iglesias cristianas, los grandes discursos políticos o las simples conversaciones cotidianas. Las referencias de la heterosexualidad desbordan toda percepción y abruman los sentidos.” (Promsex 2013)

Así como en esa cita nos explicó como la sociedad nos inculca la heterosexualidad, aquí tenemos otra que nos explica las implicancias de esto:

“Se puede decir que todas las normas que regulan la existencia humana de acuerdo a las pautas de la heterosexualidad conforman una normatividad específica, concreta. Conformarían, entonces, una heteronormatividad. (…) Mas el carácter unitario de la heteronormatividad es bastante extremado y duro, alcanza tal radicalidad que deviene, sin ambages, en monista, es decir, que no admite variantes ni diversidades genéricas o sexuales de ninguna clase (…) Se trata, además, de una normativa totalitaria (pues involucra al cuerpo, sus capacidades sensoriales y su performatividad (…). El régimen, entonces, deshumaniza a todo aquel que se aparte de la norma. Las personas, en la medida que crecen dentro del monista y totalitario régimen heterosexista, aprenden a odiar lo distinto, lo diverso (lo no heterosexual). Las personas que crecen con sentires genéricos y sexuales diversos, aprenden a odiar no solo a sus congéneres sino también a sí mismos. He aquí el origen del odio mal llamado homofobia, lesbofobia, homofobia, bifobia o transfobia.” (Promsex 2013)

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