UNIDAD 1: La antigüedad griega. Sócrates y la polis ateniense.
florfaResumen22 de Octubre de 2016
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UNIDAD 1: La antigüedad griega. Sócrates y la polis ateniense.
Platón, Critón.
Este es un diálogo escrito por Platón poco después de la muerte de Sócrates. En el mismo encontramos la intervención de tres personajes: Sócrates, Critón y Las leyes.
Sócrates fue acusado de corromper a la juventud y de no creer en los dioses atenienses, por lo cual es condenado al destierro o a la muerte, debiendo elegir él mismo lo que prefería. Elige morir. Estando ya en prisión, esperando la ejecución de su sentencia, es visitado por su amigo Critón quien a través de diversos argumentos lo instiga a escaparse y así salvar su vida. A cada planteo de Critón, Sócrates opone otro siempre superador. Critón termina convencido de que la decisión tomada por Sócrates es la correcta conforme al pensamiento de un hombre virtuoso.
Estos son algunos de los argumentos:
- Critón tiene miedo de que el vulgo piense que Sócrates elige morir debido a que no cuenta con la ayuda de sus amigos para escaparse porque los mismos son cobardes y no quieren desprenderse de sus riquezas, entonces le dice a su amigo “…no tengas medo de que por salvarte seamos perseguidos, además hay mucha gente dispuesta a ayudarte en el extranjero…”
Sócrates responde diciendo que no vale la pena considerar la opinión del vulgo puesto a que solo debe considerarse la opinión de los entendidos en la materia, de lo contrario siempre se sufrirá un perjuicio.
- Critón señala que el vulgo, sin embargo, es capaz de hacer grandes males.
Sócrates entiende que el vulgo no es capaz de hacer grandes males ni grandes bienes, porque la rectitud de los actos deriva del conocimiento del bien y ellos no lo conocen.
- Critón le dice a su amigo que si no se escapa estaría traicionando a sus hijos, los cuales padecerían la orfandad, por lo cual estaría eligiendo el camino fácil y eso es vergonzoso para alguien que pasó toda su vida hablando sobre la virtud.
Sócrates entonces responde haciéndole una pregunta que él mismo contesta después: ¿Es justo que alguien evada el castigo por incumplir las leyes?, la respuesta, dice el filósofo, debe ser para todos igual, sin tener en cuenta las circunstancias. El plantea que nació en Atenas, se educó en allí al igual que sus hijos, permaneció en ella aunque tuvo la posibilidad de irse a otro lugar que estuviera regido por otras leyes; pero decidió quedarse en Atenas porque creía que sus leyes eran las mejores, se sentía orgulloso de su ciudadanía. El sostiene que hizo un pacto con esas leyes y que sería injusto no cumplirlo porque “…lo justo, lo pactado debe ser cumplido inexorablemente…”. Por todo esto es que entiende que si se fugara estaría rompiendo su compromiso con las leyes y eso sería injusto “…El hombre de bien nunca debe obrar voluntariamente el mal, ni burlar lo convenido justamente porque no es el vivir lo que hay que estimar al máximo, sino el vivir bien y esto es, honesta y justamente…”
- Critón dice que las leyes se equivocaron al condenarlo.
Sócrates finaliza diciendo que él fue quien eligió vivir regido por esas leyes y esas deben tener aplicación universal, porque si son aplicables a todos menos a uno, ese particular tendría más poder que todo el resto. Si las leyes se acomodaran a la conveniencia de cada uno no servirían y el Estado que en ellas se sustenta, dejaría de existir.
Vernant, Los orígenes del pensamiento griego (el universo espiritual de la polis)
La aparición de la polis constituye en la historia del pensamiento griego, un acontecimiento decisivo.
La polis conocerá múltiples etapas y formas variadas. Desde su advenimiento, que se puede situar entre los siglos VIII y VII, por ella, la vida social y las relaciones entre los hombres adquieren una forma nueva, cuya originalidad sentirán plenamente los griegos.
La palabra no es ya el término ritual, la formula justa, sino el debate contradictorio, la discusión, la argumentación. Supone un público al cual se dirige como a un juez que decide en última instancia, levantando la mano entre las dos decisiones que se le presentan.
Todas las cuestiones de interés general están ahora sometidas al arte oratorio y deberán zanjarse al término de un debate (discursos). El arte político, es un ejercicio del lenguaje; y el logos (razonamiento) su origen.
Un segundo rasgo de la polis es el carácter de plena publicidad que se da a las manifestaciones más importantes de la vida social.
Al convertirse en elementos de una cultura común, los conocimientos, los valores son llevados a la plaza pública y sometidos a crítica y controversia.
La discusión, la argumentación, la polémica pasan a ser las reglas de juego intelectual, asi como también del juego político. La supervisión constante de la comunidad ejerce sobre las creaciones del espíritu lo mismo que sobre las magistraturas del Estado. La ley de la polis exige que las unas y las otras sean igualmente sometidas a “rendiciones de cuentas”, para demostrar su rectitud mediante procedimientos de orden dialéctico. La escritura suministrará en el plano propiamente intelectual, el medio de una cultura común y permitirá una divulgación completa de los conocimientos anteriormente reservados o prohibidos.
La escritura constituirá el elemento fundamental de la paideia (educación) griega. Se comprende así el alcance de una reivindicación que surgió desde el nacimiento de la ciudad: la redacción de las leyes, las cuales se transformaran en un bien común, regla general, susceptible de ser aplicada por igual a todos. En virtud de la publicidad que le confiere la escritura, la diké, sin dejar de aparecer como un valor ideal podrán encarnarse en un plano propiamente humano, realizándose en la ley (regla común a todos pero superior a todos, norma racional sometida a discusión y modificable por decreto pero que expresa un orden concebido como sagrado).
Cierto es que la verdad del sabio, como el secreto religioso es revelación de lo esencial, descubrimiento de una realidad superior que sobrepasa en mucho al común de los hombres pero al confiarla a la escritura la expone a plena luz ante la mirada de la ciudad entera.
Se agrega otro rasgo mas a la polis, el cual caracteriza su universo espiritual. Los que componen la ciudad, por diferentes que sean en razón de su origen, de su categoría, de su función, aparecen en cierto modo “similares” los unos a los otros. Esta similitud funda la unidad de la polis, ya que para los griegos sólo los semejantes pueden encontrarse mutuamente unidos por la Philía (amor fraterno, incluyendo amistad y afecto), asociados en una misma comunidad. Todos cuantos participen en el Estado serán definidos como semejantes y mas adelante en forma más abstracta, como iguales.
En el plano político, se concibe a los ciudadanos como piezas intercambiables dentro de un sistema cuyo equilibrio es la ley y cuya norma es la igualdad.
Unidad 2. Platón: la dialética, el conocimiento y el “mundo de las ideas”
Platón,
La República - Libro VI.
Los verdaderos filósofos son los capaces de comprender lo que existe siempre de manera inmutable, es decir, el Ser de cada cosa en sí. Es propio de la naturaleza filosófica contar con las siguientes cualidades: el valor, la grandeza de alma, la facilidad para aprender y la memoria.
En este texto, Adimanto (hermano de Platón), realiza un interesante planteo, el le dice a su hermano lo siguiente “…por tu manera de hablar y persuadir nadie puede oponerse a tus razonamientos, puesto que son preguntas acorralas a tu interlocutor, logras que se contradiga y terminas por convencerlo… todos los que se dedican a la filosofía son malvados o inútiles para la ciudad…”
Platón explica: que los filósofos son inútiles porque los que gobiernan no se valen de ellos, no piden su consejo o colaboración, “el médico no golpea la puerta del enfermo, es este último el que lo busca para que lo cure”, quienes desean ser gobernados debe golpear las puertas de quien realmente pueda gobernarlos.
En cuanto a las causas de perversidad, Platón sostiene que las cualidades propias de una naturaleza filosófica aparecen en muy pocos hombres, sin embargo son muchas las causas que pueden provocar la corrupción de esa noble naturaleza. Cabe solo decir al respecto, que todo aquello que los hombres comúnmente consideran bienes (riqueza, poder, belleza) es en realidad lo que pervierte el alma.
Platón indica que es la buena educación de la que depende que un alma noble no se pervierta y adquiera todas las virtudes. En contraposición a esta educación se encuentra la impartida por los sofistas.
Los sofistas son los malos educadores, los que enseñan lo que el común de la gente considera correcto y a eso llaman sabiduría, son particulares mercenarios que llaman bueno a lo que causa placer y malo a lo que molesta.
Por todo esto es que los guardianes de la ciudad deben ser los filósofos.
Paradigma de la línea:
En la dimensión superior encontramos todo lo existente en sus diversas formas. En la dimensión inferior encontramos las diversas formas de conocimiento que se corresponden con los diferentes grados del ser que están arriba.
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