UNIDAD I ANTECEDENTES Y DESARROLLO DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA
pablorojas00Apuntes5 de Septiembre de 2017
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UNIDAD I ANTECEDENTES Y DESARROLLO DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES COMO DISCIPLINA CIENTÍFICA.
INTRODUCCIÓN
Resulta de gran importancia identificar y analizar los antecedentes del estudio de las Relaciones Internacionales,
así como su posterior desarrollo como ciencia a partir de las aportaciones de las escuelas anglosajonas en el
siglo pasado.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1.1. Realiza la lectura del material que se presenta en esta unidad.
1.2. Elabora un cuadro con los diferentes conceptos que se presentan en la unidad.
1.3. Elabora un cuadro de las principales de los antecedentes de las Relaciones Internacionales a partir de su
aparición en universidades inglesas y norteamericanas.
OBJETIVOS PARTICULARES
Analizar los antecedentes de las Relaciones Internacionales a partir de su aparición en universidades inglesas y
norteamericanas.
CONTENIDOS
1.1 Orígenes de las Relaciones Internacionales.
1.1.1 La escuela inglesa.
1.1.2 La escuela norteamericana.
1.1.2.1 La hegemonía de las teorías norteamericanas desde 1918 hasta nuestros días.
1.1.3 Objetivo de los estudios internacionales.
1.1.4 La evolución de los estudios acerca de las Relaciones Internacionales en México.
LA TEORÍA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Ni duda cabe de que dentro de las ciencias sociales, las relaciones internacionales son una de las más jóvenes
disciplinas. Su nacimiento como tal parte propiamente de los años veinte de este siglo, justamente en una época
en que el idealismo existente en el ámbito de las cuestiones internacionales era mucho, pero también mucha la
urgencia de resolver prácticamente múltiples problemas. Recién salido el mundo de entonces de la pesadilla de
la Primera Guerra Mundial que aún hoy -por sus dimensiones particulares- es conocida como la Gran Guerra, y
como consecuencia de todo ese estado de ánimo, fue lógico que se elaborasen algunos esquemas realmente
fantásticos sobre un gobierno mundial. El objetivo era producir paz internacional más que un conocimiento
disciplinario; aunque, desde luego, se reconoció la necesidad de una teoría y de la sistematización de una serie
de datos de la vida internacional con el objeto de lograr la paz internacional y evitar, de una u otra manera, la
repetición cataclismos como el de 1914-1918. En términos generales se puede decir que hacia esa época no se
había explorado suficientemente el sistema internacional como un complejo social y como un sistema político
sui generis.1 .
El tratar de estudiar las relaciones internacionales como una disciplina autónoma con un campo de estudio
propio, ha sido el fruto de consideraciones de tipo práctico más que de carácter teórico: Los cambios ocurridos
respecto al enfoque tradicional en el estudio de las relaciones internacionales fueron un reflejo de las
necesidades del ejercicio de estas relaciones, más que el resultado de elaboraciones teóricas.2
Aunque, como expresábamos, la teoría de las relaciones internacionales como disciplina científica tiene sus
orígenes en la posguerra de la Gran Guerra, alcanza su plena expresión al término de la Segunda Guerra
Mundial. La estructura internacional surgida de ésta se caracterizó por haber reducido el equilibrio de poder a
dos polos, representados por los Estados Unidos y por la Unión Soviética, como superpotencias de sistemas
ideológicos incompatibles, por la aparición de armas nucleares de una capacidad de destrucción
inconmensurable y por la aparición de nuevos Estados, antiguas colonias europeas de un nacionalismo saturado
de agresividad.3
La necesidad de analizar las circunstancias que en veinte años llevaron al mundo a una segunda conflagración
mundial, fue una de las razones objetivas para el incremento de los estudios internacionales que,
circunscribiendo paulatinamente su campo de acción, llevaron a una 'mayor delimitación de lo propio a la teoría
de las relaciones internacionales, separándolo de todo aquello que incida en lo internacional; pero ajeno, desde
un punto de vista metodológico, a lo que ha venido a ser la ciencia de las relaciones internacionales; a saber, y
adelantando criterios: la sociología de la política internacional.
¿La teoría de las relaciones internacionales es una disciplina propia, diferente de la sociología, por ejemplo, de la
misma manera que la sociología es distinta de la ciencia política o de la economía? ¿Se puede estudiar
independientemente o debe ser estudiada como una subdisciplina, digamos, como la ciencia política? ¿Puede
1 Cfr. Kaplan, Morton A., "Is International Relations a Discipline" en The Journal of Politics, vol. 23, núm. 3, August 1961, Florida, USA, p. 463.
2 Cfr. Ojeda Gómez, Mario, "Problemas Básicos en el Estudio de las Relaciones Internacionales" en Foro Internacional, vol. V, núm. 1, julio-septiembre de 1964, México,
p. 84.
3 Burton, J. W., International Relations, A General Theory, Cambridge, Cambridge University Press, 1967, p. 24.
considerarse la materia propia de las relaciones internacionales como algo susceptible de ser objeto de un
estudio disciplinario en una forma coherente y unitaria, con un conjunto de reglas generales, de principios y
métodos siempre aplicables?
Antes de considerar los aspectos sustantivos y metodológicos de esta materia se requiere una determinación de
su autonomía científica; pero la multiplicidad de criterios enunciados sobre esto y, sobre todo, la manera misma
y las condiciones en que fue surgiendo esta disciplina, han hecho un tanto difícil una respuesta tajante y
definitiva al respecto.
Hagamos, antes de proseguir sobre el tema de la autonomía de la disciplina de las relaciones internacionales,
unas consideraciones referentes a términos que pueden aclararnos desde ahora problemas de metodología.
La primera dificultad que surge respecto de las relaciones internacionales es de orden semántico. Es decir, por la
denominación misma que se da a la ciencia o disciplina en cuestión, la confusión surge respecto del objeto
mismo de la ciencia en relación con la ciencia en sí. Relaciones internacionales, como disciplina, trae o debe traer
implícito el término de teoría de las relaciones internacionales o ciencia de las relaciones internacionales, y no
tiene nada que ver en este sentido con las situaciones reales de interacción entre los Estados, es decir, las
relaciones internacionales en sí mismas. En otras palabras, las relaciones internacionales que pueden ser el objeto
de conocimiento de la teoría de las relaciones internacionales, no deben ser confundidas con ésta, la cual
debería más propiamente denominarse: sociología de la política internacional.
¿Por qué ese nombre? Porque las relaciones internacionales como teoría solamente deben pretender el análisis y
el estudio sistemático de los actos de la política internacional, no como un fin de conocimiento en sÍ, sino como
un medio necesario para establecer, a base de ese análisis, las constantes que se derivan de los actos de los
Estados en sus interrelaciones, las reglas generales que pueden obtenerse del estudio de las tendencias de la
sociedad internacional y el establecimiento de las hipótesis que pueden enmarcar el análisis científico de la
prospectiva de la conducta de los Estados en términos constantes.
La teoría de las relaciones internacionales no es, pues, la política internacional, sino la ciencia o. teoría que extrae
los principios científicos de aplicación general para la interpretación de la acción de los Estados como sujetos
activos o pasivos de la política internacional, con referencia a acciones pasadas, presentes y en ciernes.
Es igualmente erróneo considerar que el derecho internacional contempla el deber ser de los Estados en sus
relaciones recíprocas y las relaciones internacionales el ser o conducta real de los Estados en esas mismas
relaciones, pues en ese caso se estaría enfrentando al derecho internacional con la política internacional.
Debe quedar claro de tal manera, contrariamente a lo que aún suele creerse, que relaciones internacionales no
es la contrapartida de derecho internacional; es algo más diferente que todo eso; es una disciplina que debe
tener, efectivamente, como objeto dé conocimiento la política de los Estados entre sí, pero para lograr el
establecimiento de una serie de principios válidos que permitan anticipar científicamente, con la precisión que
10 permiten las ciencias sociales y frente a un conjunto de circunstancias dadas, cuáles pueden ser las probabilidades
de una conducta determinada o de una pluralidad de conductas de un Estado, sin ocuparse, por su
categoría de disciplina científica, de elementos valorativos como el de la oportunidad o el de la justicia, campos
o valores, éstos, propios de la política.
La disciplina cuyo nombre fue acuñado tempranamente por Jeremy Bentham4 como relaciones internacionales
es algo más que una mera combinación de la política exterior de varios países y de la historia diplomática, pues
incluye también el estudio de la sociedad internacional como un todo y el
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