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Ética aplicada. Ética de la vida

Andres gutiérrezApuntes1 de Marzo de 2024

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Experimental

“Rafael María Baralt”

Vicerrectorado Académico

Programa Administración

Unidad III. ÉTICA  APLICADA

Realizado por:

Andrés Gutiérrez. 31.545.129

Carla Valera. 31.449.292

Crisbel salcedo.  32.577.598

Julio Aguilar. 31.220.378

Lismary Mendoza. 26.606.428

Desarrollo

  1. ÉTICA DE LA VIDA.

La ética de la vida es un tema muy amplio y complejo que abarca diferentes aspectos de la existencia humana y su relación con el entorno natural y social. Según algunas fuentes¹², la ética de la vida se refiere a:

- La reflexión filosófica sobre el sentido, el valor y el propósito de la vida, así como los criterios para distinguir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo bello y lo feo.

- La búsqueda de la felicidad, el bienestar y la calidad de vida, tanto individual como colectiva, respetando la dignidad y los derechos de los demás seres vivos.

- La responsabilidad y el compromiso con la preservación y el cuidado de la vida en todas sus formas, desde la concepción hasta la muerte natural, y con la protección y el mejoramiento del medio ambiente.

- La voluntad de vivir con gracia, gusto, imaginación y pasión, superando el miedo, el egoísmo, la indiferencia y la violencia.

La bioética: Es una rama de la ética que estudia el modo en que investigamos con los seres vivos, con valores morales y principios de conducta adecuados¹. La bioética se ocupa de cuestiones como el aborto, la eutanasia, la genética, la clonación, la donación de órganos, la relación entre médico y paciente, el medio ambiente y los derechos de los animales.

La bioética surgió como una disciplina en la década de 1970, impulsada por el bioquímico y oncólogo Van Rensselaer Potter, quien acuñó el término y lo definió como un "puente" entre las ciencias de la vida y la ética clásica². Sin embargo, la bioética tiene sus antecedentes en el Juramento Hipocrático, la Deontología Médica y la Teología Moral.

Los cuatro principios básicos de la bioética son: el respeto por la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia. Estos principios orientan la toma de decisiones y la resolución de conflictos éticos en el ámbito de la vida y la salud. La bioética es, por tanto, una disciplina que promueve el bienestar, la protección y la equidad de los seres vivos.

La bioética general es la disciplina que estudia los problemas éticos relacionados con la vida, especialmente la vida humana, en el contexto de las ciencias biológicas y la tecnología. Los ámbitos de la bioética general son los siguientes:

- La clínica médica: se ocupa de los dilemas éticos que surgen en la práctica médica, como el respeto a la autonomía del paciente, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia.

- La investigación científica: se refiere a los aspectos éticos de la investigación biomédica, como el consentimiento informado, la protección de los sujetos humanos y animales, la manipulación genética, la clonación, etc.

- Los problemas ecológicos y ambientales: se enfoca en la responsabilidad ética de preservar y cuidar el medio ambiente y la biosfera, así como de evitar el uso de armas químicas o nucleares, el control de la población, el hambre, etc.

- La influencia social y política: se trata de las implicaciones éticas de las decisiones bioéticas en el ámbito legislativo, educativo, sanitario, religioso, etc.

- La neuroética: se dedica a analizar los problemas éticos derivados de la relación entre la neurología y la ética, como el uso de neurotecnologías, la neuroimagen, la neurofarmacología,

La vida humana: Es un valor fundamental porque implica el reconocimiento de la dignidad, los derechos y el sentido de cada persona. La vida humana es un don que debe ser respetado, protegido y promovido desde su concepción hasta su muerte natural. La vida humana también es una vocación que invita a cada individuo a desarrollar sus potencialidades, a contribuir al bien común y a buscar la trascendencia. La vida humana es, en definitiva, un valor que nos hace seres únicos, libres y responsables

El que hacer ético de la vida: Es el conjunto de acciones y decisiones que realizamos en nuestra vida cotidiana, de acuerdo con nuestros valores y principios morales. El que hacer ético de la vida implica:

- Ser conscientes de nuestras acciones y de cómo afectan a los demás¹.

- Cultivar la empatía y el respeto por la diversidad¹.

- Ser honestos y transparentes en nuestra comunicación¹.

- Buscar el bien común y la justicia social².

- Desarrollar una conciencia crítica y reflexiva sobre nuestros problemas éticos.

- Buscar la felicidad y el sentido de nuestra existencia.

- Actuar de forma coherente con nuestra dignidad y nuestros derechos humanos.

El que hacer ético de la vida es, en definitiva, una forma de vivir que nos permite ser personas íntegras, responsables y solidarias.

La norma moral en el campo de la bioética: es el criterio que orienta el juicio y la acción de los agentes morales frente a los problemas éticos relacionados con la vida. La norma moral se basa en los principios, valores y virtudes que se consideran fundamentales para el respeto y la protección de la dignidad humana y de todos los seres vivos.

Existen diferentes enfoques o metodologías para establecer la norma moral en la bioética, como el principalismo, la casuística, la ética de la virtud, el método narrativo, etc. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y limitaciones, y se aplica según el contexto y la situación específica que se enfrenta.

La norma moral en la bioética no es una imposición externa o dogmática, sino una guía para el discernimiento ético, que respeta y protege todas las creencias y busca soluciones enriquecedoras. La norma moral en la bioética también implica una responsabilidad individual y colectiva, que nos llama a actuar de forma coherente, honesta y solidaria.

La bioética se basa en cuatro principios fundamentales: El respeto a la autonomía, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia¹. Estos principios orientan las decisiones y acciones de los profesionales y los individuos que se enfrentan a dilemas morales relacionados con la vida, la salud y el medio ambiente.

El principio eminente de la bioética es aquel que tiene más peso o relevancia en una situación concreta, y que puede variar según el contexto y las circunstancias. No hay un criterio único para determinar cuál es el principio eminente, sino que depende de la valoración de los implicados y de los expertos en bioética. Algunos autores han propuesto diferentes métodos para establecer el principio eminente, como el de la jerarquía, el de la ponderación o el de la especificación.

Los principios subalternos de la bioética: Son aquellos que se derivan de los cuatro principios básicos: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia.

Algunos ejemplos de principios subalternos son: el principio de la libertad y de responsabilidad, el principio de la proporcionalidad, el principio de la subsidiariedad, el principio de la solidaridad, el principio de la precaución, el principio de la participación, el principio de la sostenibilidad, entre otros.

 Estos principios subalternos buscan orientar la acción moral en situaciones concretas y complejas, teniendo en cuenta los valores, los fines y las circunstancias de cada caso.

 La bioética es una disciplina que reflexiona sobre las implicaciones éticas de las ciencias de la vida y la salud, y que busca el respeto a la dignidad de las personas y de la naturaleza.

El principio de totalidad o principio terapéutico: es uno de los principios subalternos de la bioética, que se derivan de los cuatro principios básicos: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia.

Este principio sostiene que la persona humana y su organismo corpóreo constituyen una totalidad, y que el valor del todo es superior al de las partes.

Por lo tanto, es lícito intervenir en una parte del cuerpo cuando no hay otra forma de sanar o preservar la totalidad del cuerpo. Por ejemplo, se justifica la amputación de un miembro gangrenado o la extirpación de un órgano afectado por un tumor, si con ello se evita un daño mayor al organismo.

Este principio busca respetar la integridad y la dignidad de la persona, así como su libertad y responsabilidad para decidir sobre su salud.

Los retos éticos de la ciencia y la tecnología: son las situaciones en las que el uso o el desarrollo de la ciencia y la tecnología pueden tener implicaciones morales o sociales. Algunos ejemplos de estos retos son:

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