Aspectos Economicos De La Colonia
5 de Febrero de 2015
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ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA COLONIA.
a) Política económica de España.
La política económica seguida por España en la Colonia se caracterizó por obstaculizar el progreso lógico en todos sus aspectos: estableció el régimen de propiedad privada de la tierra e impulsó el latifundismo en sus formas laica y eclesiástica; implantó un sistema de prohibiciones con respecto a ciertos cultivos; favoreció el monopolio y el estanco como medios de impedir el libre comercio; protegió a la industria metropolitana evitando la creación de una industria nacional y monopolizó el tráfico del comercio con el exterior.
b) El régimen de la propiedad.
A raíz de la conquista, toda la tierra fue considerada propiedad del Rey de España, aunque éste la enajenaba a favor de sus súbditos, ya haciéndoles merced (merced real) de las tierras gratuitamente, ya en pago de servicios o bien mediante cierta cantidad de dinero. Propiedad comunal: A las ciudades, villas y pueblos indígenas se les respetó la propiedad comunal, que consistía principalmente en montes para hacer leña, pastos para los ganados y ejidos o lugares cercanos a las poblaciones destinados a descargar y limpiar las cosechas de los vecinos. Para premiar los servicios de Cortés y sus compañeros, se formaron grandísimos latifundios, despojándose muchas veces de sus tierras a los pueblos indígenas (montes, pastos, ejidos) Esto hizo que desde un principio la propiedad estuviera tan mal repartida, que para fines de la época colonial toda la propiedad rústica y urbana estaba en manos de un quinto de la población de la Nueva España
c) La agricultura.
La base de la alimentación en esta época fueron los cultivos indígenas: el maíz, el fríjol y el chile, que se producen en casi todo el país.Muy importante también fue el cultivo del maguey de pulque, pues la embriaguez se extendió de manera alarmante entre los autóctonos después de la Conquista. En cambio los conquistadores aclimataron nuevas plantas: el trigo, que prosperó en las tierras templadas y frías; el plátano, el arroz y la caña de azúcar se extendieron en la tierra caliente. La plantación de árboles frutales traídos de España se difundió rápidamente, aun entre los nativos, debido a los misioneros. El cultivo de la morera y la cría del gusano de seda adquirieron enorme importancia en el Siglo XVI, pero luego fueron prohibidos, así como el cultivo de la vid y el olivo. Otros cultivos coloniales preferidos fueron los de la cochinilla, insecto que se cría en los nopales y produce un color púrpura; el de la vainilla, el añil y el tabaco. Las causas del atraso en la agricultura en la época colonial mexicana fueron las siguientes: La mala distribución de la tierra, que originó el latifundismo; los mayorazgos, cuyos poseedores estaban ausentes o no tenían interés en sus propiedades; los bienes de manos muertas, que dejaban sin cultivar grandes extensiones; la falta de buenos sistemas de irrigación, y la prohibición para ciertos cultivos.
d) Ganadería.
La caballada y el ganado vacuno, traídos de España, se propagaron rápidamente. Lo mismo ocurrió con la cría de ovejas, cerdos y gallinas, aún entre los conquistados. A fines del Siglo XVI existían manadas de toros y caballos sin dueño. Se inició también un comercio muy intenso de ganado vacuno y de productos de los mismos. Los cueros se enviaban a España con el objeto de aprovecharlos en las industrias.
e) La minería.
Fue ésta la actividad más importante de la Nueva España, debido a que el concepto de riqueza de la época se basaba en la cantidad de metales preciosos que poseyeran tanto los pueblos como los individuos. Otros factores favorecieron el desarrollo de la minería: La mano de obra muy barata o gratuita de los esclavos; los privilegios concedidos al gremio de los mineros; el interés de la Corona por el Real Quinto que percibía y la no intervención de la Iglesia en los negocios de minas. Centros mineros: una vez consumada la conquista, comenzó a explorarse el territorio de la Nueva España en todas direcciones por los gambusinos en busca de minas. A fines del Siglo XVI eran conocidos varios de los minerales más importantes de oro y plata; los centros mineros más importantes fueron: Zacatecas, Sombrerete, Fresnillo, Nombre de Dios, Santa Bárbara, Guanajuato, Tasco, Tlalpujahua, Pachuca, Oaxaca, etc. En el Siglo XVII las minas más importantes que se descubrieron fueron las de San Luis Potosí, y en el Siglo XVIII, las de Real de Catorce.
f) La industria.
Todas las leyes dictadas por el Consejo de Indias en materia de industria tuvieron un carácter prohibitivo para la Nueva España. No se permitió la fabricación de vinos, ni la elaboración de sedas. Al efecto se mandaron destruir inmensos plantíos de caña de azúcar, de vid y de moreras. Si a lo expuesto agregamos que la técnica usada era rudimentaria, pues los peninsulares, al pasar a América, implantaron en estas nuevas tierras las formas más retrasadas de trabajo, lastre del decadente feudalismo en que se debatía España. La Corona Española no ahogaba las iniciativas de producción industrial, sino las frenaba para que ellas se mantuvieran en nivel que a ella convenía. Los obrajes. Las industrias carecieron de capitales que permitieran la introducción y renovación de maquinaria. Las primeras fábricas que hubo en México recibieron el nombre de obrajes. La vida que llevaron los trabajadores era verdaderamente espantosa. Se les mantenía presos por deudas, se les azotaba por la menor falta hasta matarlos a golpes, y sin darles casi de comer, se les encerraba en piezas subterráneas, mezclados con criminales. Todo esto a pesar de que las leyes lo prohibían. Los gremios. El taller artesano de españoles, en cambio, disfrutó de privilegios. Estaban agrupados, por la religión, en cofradías, bajo el patronato de algún santo; por la ley, en gremios. Cada oficio tenía el suyo, minuciosamente reglamentado por medio de ordenanzas que prohibían, entre otras cosas, admitir como miembros a los indios, negros y mulatos.
g) El trabajo.
Los sistemas de trabajo empleados por los españoles en la agricultura y la minería fueron: la encomienda, el repartimiento y el peonaje. La encomienda significó el reparto de indígenas entre los conquistadores, a fin de que ellos se encargaran de cristianizarlos y de protegerlos, a cambio de utilizar sus servicios. A pesar de este espíritu humanitario de la encomienda, la explotación de los autóctonos fue sistemática y las violaciones constantes, pues frecuentemente los encomendaderos alquilaban a “sus” indios para el peligroso y agotante trabajo de las minas. A pesar de las disposiciones reales para acabar con la encomienda, los encomendadores lograron su perpetuación hasta por cinco vidas. Sin embargo, la encomienda empieza a perder importancia a fines del Siglo XVI, mas no como resultado de las leyes ni del espíritu justiciero de algunos españoles, sino por la introducción de otro sistema de trabajo más agotante y más perjudicial para la población indígena: el repartimiento. El repartimiento consistía en la facultad que tenían los alcaldes mayores de sacar de pueblos de indios toda la gente que fuera indispensable para atender al cultivo de los campos propiedad de los españoles y el trabajo de las minas durante el término de una semana. Este trabajo tenían que desempeñarlo en lugares distantes de sus pueblos, a jornadas de dos a tres semanas; prestar servicio en minas y campos, para regresar con sus familias hambrientos, miserables y enfermos. El peonaje puso fin a la encomienda, pues el indio encomendado se convirtió en peón de las haciendas (laicas y eclesiásticas), de las minas y de los obrajes..
h) El comercio exterior.
El monopolio comercial. Sin embargo, esta política de monopolio y de proteccionismo que siguió España, lejos de favorecerla, le ocasionó su empobrecimiento y decadencia económica, pues fomentó el contrabando, la salida de moneda y la piratería, que enriquecieron a todos los países europeos menos a la propia España. El comercio. Los artículos principales que España enviaba a México, por medio de flotas que anualmente hacían su recorrido, eran aceites, aguardientes, objetos de hierro, lencería, telas manufacturadas en Holanda e Inglaterra, jarcias, papel, vajillas, etc., además de los productos procedentes de las Filipinas que la Nao de China traía al puerto de Acapulco.
RELIGION
La religión en Nueva España fue la católica, única permitida por el régimen virreinal. La aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531 propició la conversión de muchos autóctonos, y durante toda la colonia su santuario fue el más importante de Nueva España. La vida cotidiana está supeditada a la religión. Todos los santuarios religiosos del país tenían fiestas varias veces al año y solían recibir cuantiosas donaciones por parte del gobierno o de los españoles acaudalados. Cada orden religiosa era identificada por su vestimenta o hábito,por los diversos elementos que lo constituía, como tipo de túnica, escapulario, capucha, capa, cinturón o cordón. Muy importantes fueron los colores de cada indumentaria, quegeneralmente están relacionados con los ideales del fundador y con sus tareas evangelizadoras. Asimismo, cada congregación tenía su divisa o escudo con significados diversos, los que suelen aparecer en el hábito o en los diversos objetos que utilizan para su ministerio.
LOS HÁBITOS RELIGIOSOS DE LA NUEVA ESPAÑA
Vale la pena mencionar, en primer lugar, que es a través de los variados testimonios que han llegado a nuestros días, como grabados, pinturas y esculturas del período virreinal, como podemos conocer cómo vestían y qué símbolos identificaban a las diversas órdenes religiosas
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