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Características Del Indígena Americano


Enviado por   •  9 de Febrero de 2014  •  2.549 Palabras (11 Páginas)  •  863 Visitas

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Aspectos culturales.

El aspecto cultural de los pobladores americanos nunca se presentó con uniformidad. En ello contribuyo altamente la condición geográfica del medio natural, en donde desarrollaron su actividad los diversos grupos aborígenes. Por ello cuando los europeos pisaron las tierras del Nuevo Mundo, a medida que fueron adentrándose en el área continental, fueron hallando a su paso diversas manifestaciones culturales, desde las más elementales apenas conocedoras del fuego, hasta las más avanzadas y con conocimientos técnicos y con organización socio-política y económica bien precisadas.

Es decir, que en el área americana hubo variedad cultural. Esa variedad tuvo núcleos culturales, entre los que resaltaron los siguientes: Los mayas, los aztecas y los incas.

Y en el nivel más modesto, los chibchas en la actual Colombia; los araucanos, en Chile y los Timoto-Cuicas y Tatuyes, en los Andes venezolanos.

El desarrollo de cada una de estas manifestaciones culturales estuvo ajustado a las condiciones presentadas por la geografía, con las que se facilitaba o dificultaba, en diferente forma e intensidad, la actividad común de los pobladores.

Las tres culturas que se que se mencionó anteriormente, fueron núcleos de civilización y constituyen la esencia cultural en América Hispana, en los diversos aspectos del mundo pre-colombino.

Agricultura:

Se descubre nuevos sistemas de cultivo que desplazan a un segundo plano la técnica de las “rozas” (que es desmontar la cubierta vegetal para cultivar pero utilizando el fuego y otros utensilios), estos sistemas se basan en pequeñas canalizaciones de aguas, que se complementan con un aprovechamiento del medio natural, una búsqueda más sofisticada de alimento.

En el curso de mil años, una gran cantidad de especies de plantas fueron domesticadas, creadas y cultivadas en el continente americano. Se calcula que más de la mitad de la producción de cultivos del mundo procede de plantas inicialmente desarrolladas por los indígenas de América. Una lista parcial de los cultivos de origen americano incluye:

Principales cultivos en Norteamérica:

- Maíz -Frijol

- Tomate -Calabaza

En otras culturas indígenas, la actividad económica era recolectora y pescadora y, en casi todos se estableció una relación comercial de trueque.

Música.

En Norteamérica se han podido establecer seis estilos o regiones musicales perfectamente diferenciadas: 1) el inuit y costa del Pacífico; 2) el de California y la vecina Arizona; 3) el de la Gran Cuenca; 4) el athabasco; 5) el de las Grandes Llanuras y el grupo pueblo, y 6) el de los Bosques Orientales. La música del norte de México tiene bastante en común con la de Arizona occidental; más hacia el sur, sin embargo, en las regiones mesoamericanas y andinas, hubo culturas musicales muy avanzadas. Apenas se conserva información acerca de la música de estas civilizaciones, y lo poco que queda de los estilos originales sobrevivió a la conquista española sobre todo en forma de fusión muy compleja y dispar de los elementos indígenas y españoles. En las demás regiones de Sudamérica, la música de los pueblos indígenas se hallaba bastante aislada de las influencias externas.

Los alientos y las percusiones fueron los instrumentos mayormente usados por las culturas indígenas de América. Se suele considerar que antes de la llegada de los españoles, la música era inseparable de las festividades religiosas, festividades que incluían una gran variedad de instrumentos de viento y percusión como tambores, flautas, conchas de caracol y tubos de lluvia. En cuanto a los instrumentos de cuerda, algunos grupos llegaron a emplearlos utilizando elementos naturales como frutos y troncos ahuecados, e incluso la cavidad bucal como caja de resonancia. En general se puede decir que no se tiene una idea precisa de cómo pudo haber sido aquella música, puesto que no se preservan documentos con notación musical.

Lengua:

La diversidad lingüística es lo que caracteriza a las lenguas amerindias de Norteamérica, Mesoamérica, Centroamérica y Sudamérica, en todos los aspectos: fonológico, morfosintáctico y léxico-semántico. De hecho, no existen características comunes a todas ellas, lo cual refleja sus orígenes diversos. Tampoco existen características estructurales que se den sólo en América y estén ausentes en el resto del mundo. Lo único que diferencia a las lenguas de América de las de otros continentes es la diferente frecuencia estadística con que se presentan algunos rasgos tipológicos, pero salvo eso no existe ninguna diferencia esencial entre las lenguas de América y Eurafrasia.

El aspecto Lingüístico, les dio característica especial: si no tenían unidad lingüística, tampoco en la composición idiomática dejaron ver muestra de algún idioma europeo o asiático. Una de las mas resaltantes manifestaciones lingüísticas de los aborígenes fue el modo aglutinante como expresaban sus ideas: esto es aglutinamiento de varias partes de la oración (lo que conocemos como poli síntesis) para formar un solo conjunto idiomático para expresar, más que palabras, la idea general.

En la actualidad, en el continente americano se hablan unas mil diferentes lenguas indígenas, y varios centenares más han desaparecido desde la conquista. Los habitantes de algunas regiones no sólo hablaban su lengua nativa sino también las de los grupos con quienes mantenían contacto habitual. En diferentes instancias, una misma lengua servía de idioma común para toda una región multilingüe; por ejemplo, el tucano (área del Amazonas occidental) y el quechua (región andina). Algunas regiones poseían un idioma comercial, lengua simplificada o mezcla de varias de ellas, útil para los comerciantes con una lengua indígena distinta; entre ellas se cuentan la chinook (costa del Pacífico, Norteamérica), el mobilio (Norteamérica, Sureste) y la lingua geral (Brasil). Los lingüistas han agrupado a un gran número de lenguas aborígenes en unas 180 familias, pero otras muchas carecen de filiación conocida; los eruditos difieren a la hora de establecer unas relaciones más amplias entre las familias. Las características gramaticales, los sistemas fonéticos y la formación de las palabras varían mucho de una familia a otra, pero dentro de una misma región una familia puede ejercer una gran influencia sobre otra.

Etnias.

En cuanto al aspecto étnico, entre los rasgos comunes se presentaba los siguientes: frente estrecha, pómulos salientes, ojos rasgados y hundidos, pelo lacio de color negro, piel cetrina amarillenta oscura, nariz con amplias ventanas, y cráneos de forma braquicéfala o casi redondeada y también dolicocéfala y una estatura fluctuante entre unos 1,50 mts. y 1,85 mts.

Vestimenta y adornos.

Los indígenas americanos no concedían demasiada importancia a la vestimenta, pero sí a los adornos. Los pueblos de climas cálidos, por ejemplo, apenas cubrían sus cuerpos, excepto en las celebraciones; en tales ocasiones se adornaban con flores, se pintaban el cuerpo y usaban extraordinarios tocados o penachos de plumas. En los pueblos mesoamericanos y en Perú, los hombres llevaban un taparrabos y una manta anudada al hombro, y las mujeres vestían una falda y una blusa ligera; estos vestidos eran de algodón o, en el caso de Perú, de fina lana de vicuña. Los pueblos cazadores de Norteamérica confeccionaban prendas con pieles curtidas de ciervo, alce o caribú; solían tener forma de túnica, más largas las de las mujeres que las de los hombres, con mangas y perneras desmontables. En el Ártico, los inuit y los aleutianos vestían abrigos, pantalones y botas de caribú o, si era preciso, de piel impermeable de algún mamífero marítimo.

Artesanía

Casi todas las técnicas artísticas conocidas en Europa, Asia y África durante el siglo XVI, resultaban familiares para los indígenas americanos antes de la llegada de los europeos, aunque no siempre se aplicaran de la misma forma. Por ejemplo, aun cuando las naciones andinas contaran con excelentes artesanos del metal, fabricaban muy pocos utensilios metálicos (la gente solía utilizar herramientas de piedra); sin embargo, toda su maestría la aplicaban en la creación de magníficos adornos. Fruto de todo ello fueron el excelente arte y arquitectura pre colombinas.

• Trabajo en piedra

El arte más antiguo conocido por los arqueólogos es el trabajo de sílex o lascas de piedra. Entre el 9000 y el 6000 a.C. se fabricaron con gran destreza puntas de piedra para flechas y dardos. Mientras que el trabajo en sílex desaparecía lentamente en algunas áreas culturales, en Mesoamérica el arte de tallar la sílice y sobre todo la obsidiana continuaba gozando de alta consideración. A finales del periodo arcaico, después del 300 a.C., la técnica del horadado y pulimentado (en vez de la talla) alcanzó el nivel de arte. Entre el 1500 y el 400 a.C., los olmecas fabricaron en Mesoamérica pequeños adornos de piedras semipreciosas, así como delicadas esculturas naturalistas en piedra de tamaño natural. En cuanto a la arquitectura, las culturas andinas prehispánicas desarrollaron al máximo la construcción en piedra, acoplando los bloques de piedra pulimentados con tanta precisión, que se hacía innecesario el uso de argamasa en muros que después se han mantenido en pie más de mil años Los pueblos mesoamericanos también construían con piedra, pero por lo general recubrían los edificios con yeso o escayola y los adornaban con murales.

• Cerámica

La cerámica más antigua del continente data del año 3500 a.C. aproximadamente. Hacia el 2000 a.C. ya habían aflorado varios estilos conocidos de cerámica y en los objetos de los siglos posteriores se pueden diferenciar las piezas de cocinar a diario de la vajilla de comer. Entre los estilos más excepcionales destacan las vasijas mayas decoradas con escenas de la realeza y la mitología.

• Cestería

Desde su nacimiento como arte del periodo arcaico en América (hacia el 8000 a.C. o incluso antes), la labor de cestería no ha cesado de evolucionar alcanzando niveles muy altos de artesanía. En casi todo el continente se conocían diferentes técnicas para confeccionar cestos y canastos, entre las que destacan el tejido, trenzado y enrollado de fibras vegetales; las técnicas de decoración incluían el bordado y la aplicación de plumas vistosas, conchas de mar y abalorios.

• Tejidos

En toda América se practicaba algún tipo de tejido, pero esta artesanía alcanzó su máximo desarrollo en las culturas andinas. En la antigua Sudamérica parece ser que en un principio se utilizaba el trenzado, que tanto en Norteamérica como en Sudamérica servía para confeccionar bolsas, cinturones y otros artículos. Casi tan difundido como el trenzado se hallaba el uso del telar de correa y el de cintura. En este tipo de telar, un artesano experto podía fabricar tejidos de enorme finura, aunque algo estrechos. Los telares de torzal hicieron su aparición en el Perú hacia el año 2000 a.C., permitiendo confeccionar telas más anchas. Los tejedores peruanos fabricaron con algodón y con lana de llama y vicuña algunos de los tejidos más finos, desde gasas ligeras hasta brocados por ambas caras.

• Metalistería

En la parte alta del Medio Oeste de Norteamérica, durante el periodo arcaico tardío (c. 2000 a.C.) se batía el cobre para confeccionar cuchillos, punzones y otros utensilios y adornos (véase Metalistería). Sin embargo, el uso del cobre en esta región no constituía una auténtica metalurgia, ya que el metal que se batía procedía de yacimientos puros en vez de su fundición.

La metalurgia más antigua de América proviene de Perú y se remonta hacia el 900 a.C.; dicha técnica se difundió por Mesoamérica, probablemente procedente del sur del continente a partir del año 900 d.C. A lo largo de los siglos intermedios fueron emergiendo diferentes técnicas, entre ellas la aleación, el dorado, la fundición, el moldeo a la cera perdida, la soldadura y el trabajo de filigrana. Nunca llegó a fundirse el hierro, y se empezó a utilizar el bronce poco después del año 1000 d.C. El trabajo al que se dedicaba mayor atención era a los metales preciosos: el oro y la plata.

Social.

Estaba determinada por la organización social totémica o enlazados por ancestros comunales que unían varias tribus, aún cuando hubo organizaciones avanzadas.

En Norteamérica y en la región de la selva tropical los diversos grupos indígenas vivían en poblados y formaban una alianza más o menos organizada con las comunidades vecinas. Cada una de las comunidades y la propia alianza estaban gobernadas por consejos, formados a su vez por representantes de cada una de las familias, y el consejo de la alianza estaba constituido por los representantes de cada comunidad. El consejo elegía a un hombre o a una mujer (especialmente en el sureste de Norteamérica y en la selva tropical de Sudamérica) que actuaba como jefe, es decir, presidía el consejo y actuaba como portavoz principal a la hora de negociar con otros pueblos. En muchas regiones las familias de los poblados se agrupaban en clanes, denominados ayllus en Perú. Éstos solían disponer de recursos como terrenos agrícolas y pozos de pesca que asignaban, según las necesidades, a las familias.

En México y Perú, los reinos que habían contado con cientos de miles de súbditos quedaron estratificados en clases y se fundaron imperios de millones de personas. Los ciudadanos admitían la religión oficial, aunque a veces se permitía que las prácticas religiosas locales coexistieran con la religión oficial, mientras que los prisioneros de guerra y los deudores se convertían en esclavos.

Religión.

Las creencias y prácticas religiosas de los indígenas americanos eran muy variadas. Los pueblos mexicanos y andinos, los del suroeste, sureste y algunos grupos de la costa del Pacífico de Norteamérica disponían de jefes religiosos que ocupaban todo su tiempo en las tareas propias de su cargo, así como de templos o edificios dedicados a la adoración de sus respectivos dioses. Los pueblos de otras regiones tenían sacerdotes que desempeñaban esta actividad durante parte de su tiempo y por lo general carecían de templos permanentes. Los sacerdotes de medio tiempo y los chamanes o curanderos aprendían a dirigir las ceremonias ayudando a los más ancianos; en las culturas más importantes, los sacerdotes recibían su formación en escuelas anexas a los templos.

La mayoría de los grupos indígenas creía en una fuerza espiritual como origen de toda la vida. En muchas áreas del continente americano, la fuerza divina se plasmaba de diversas formas: como luz y fuerza de vida, centrada en el Sol; como fertilidad y poder, ubicada en la Tierra; como sabiduría y poder de los dirigentes terrenales, reflejada en ciertas criaturas como el jaguar, el oso o las serpientes. En la mayor parte de América, los devotos religiosos potenciaban sus facultades de percepción de la divinidad utilizando a veces plantas alucinógenas, como el peyote, o en ocasiones ayunando y entonando canciones hasta alcanzar visiones espirituales.

Los indígenas americanos creían que el alma de los difuntos viajaba a otra parte del Universo, donde disfrutaba de una existencia placentera mientras que desarrollaba las actividades cotidianas. El alma de las personas desdichadas o perversas vagaba por los alrededores de sus antiguas viviendas, provocando desgracias.

Tecnología.

La limitada distribución de animales de carga disponibles para la domesticación sin duda es uno de los factores que dificultó el transporte en la América prehispánica. Además la configuración del continente orientado según el eje norte-sur dificultaba la difusión de ciertos cultivos al variar el clima mucho con la latitud. Tiene una orientación predominante este-oeste lo que permitió la difusión de ciertas tecnologías y cultivos a lo largo de franjas en que la latitud variaba poco.

Hay un desarrollo técnico que se manifiesta sobre todo en la artesanía, la elaboración de utensilios en la vida diaria, y algo muy importante que son el descubrimiento de las fibras textiles y el desarrollo de los primeros talleres textiles y además el artístico y se producen innovaciones técnicas en la arquitectura.

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