Crisis el antiguo Régimen y cuál fue el nuevo orden político.

Crisis el antiguo Régimen y cuál fue el nuevo orden político.

Generalmente se toma a la revolución francesa de fines del siglo XVIII como límite entre la edad moderna y la contemporánea. Este acontecimiento es ciertamente característico de la transición, pero forma de hecho una unidad con la revolución inglesa, anterior en algo más de un siglo y con la independencia de Norteamérica. En el aspecto político se implantan sistemas parlamentarios en muchísimos países y queda abolido el absolutismo monárquico, el mundo se entrega en una unidad, en que cualquier acontecimiento importante que tiene lugar en alguna parte afecta rápidamente a todos los países, al mismos tiempo aumentan las contradicciones y conflictos que desembocan en las guerras mundiales, en las crisis económicas y en las revoluciones del presente siglo.

En el siglo XVIII, que fue marcado por la forma de gobierno que Vivian muchos países, pero hay otro que empiezan a experimentar una serie de cambios que serán las bases del mundo contemporáneo. Así pues en este siglo se manifestaron grandes revoluciones que cambiaron la forma de vida de muchos pueblo o estados, por ejemplo la revolución industrial que propicio un incremento en la economía, que comenzó en Inglaterra, y por otro lado se inició la revolución liberal con fines políticos la cual comenzó su lucha en Estados Unidos y Francia. Pues bien se empleó termino que se usa para distinguir esta época para aludir a lo que hay antes de estas transformaciones es Antiguo Régimen, empleándose por primera vez en una asamblea constitucional francesa en 1790 para poder referirse a esta época prerrevolucionaria. Para comprender un poco más acerca de este término lo se puede definir como un conjunto que conforma un sistemas políticos, socioeconómicos y culturales partir de los siglos XVVI, XVII, y XVIII de las sociedades europeas anteriores a la revolución francesa y cuyas transformaciones se inician a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Se caracterizaba principalmente por la forma de gobierno monárquica absoluta, manifestando la divinidad de su emperador ya que creían en aquella época que “dios otorga el poder divino al rey” “Todo para el pueblo pero sin la intervención del pueblo”, por lo que el pueblo tenía que obedecer los deseos y mandatos del su emperador, pero en el siglo XVIII se combinó con las ideas reformistas que eran defendidas por los ilustrados, dando lugar al despotismo ilustrado. Las reformas que se pretendían consistían en unificación política para acabar con los privilegios de la nobleza y el clero, la unificación fiscal, reforma de la educación y acabar con el regalismo de la cual la iglesia era privilegiada y privilegiaba a cambio de un privilegio, sin embargo como todo sistema que goza de los beneficios del poder, estas reformas no fueron aceptadas por los nobles y el

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