EDUCACION AMBIENTAL EN LA FORMACION DEL PARTICIPANTE
solveira2 de Octubre de 2013
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INTRODUCCION
La educación ambiental
Surge como una necesidad de la sociedad para afrontar los problemas derivados de la crisis ambiental es llegar a la convicción de que cualquier intervención en educación ambiental debe estar apoyada en la reflexión ética sobre nuestra relación con lo que nos rodea, adquirir una visión compleja, dinámica e integrada de los elementos biofísicos, socioculturales y económicos que determinan la realidad ambiental que exige la modificación de nuestros comportamientos individuales y sociales, y por lo tanto, la modificación de nuestra escala de valores.
Los grandes cambios en el medio ambiente ocasionados por las actividades humanas son una de las inquietudes principales de la sociedad actual: el calentamiento global del planeta, la destrucción de la capa de ozono, la sobrepoblación humana, los cambios climáticos, la erosión y la desertificación de los suelos, la escasez de alimentos y de agua, el uso de plaguicidas, la extinción de especies, y la contaminación ambiental local y sus efectos sobre la salud de los habitantes de las ciudades, son problemas ambientales que despiertan gran interés
Conocer y valorar la importancia de la educación ambiental, como estrategia para alcanzar una sociedad materialmente suficiente, ecológicamente sostenible y socialmente justa Identificar que el ámbito de la Educación Ambiental lo constituyen dos sistemas complejos en interacción:
Los sistemas ambientales y el individuo en proceso de enseñanza-aprendizaje.
EDUCACION Y EL AMBIENTE TOMADOS DE LA MANO
"Que cosa extraña es el hombre:
Nacer no pide,
Vivir no sabe,
Morir no quiere"
Autor Desconocido...
La educación ambiental, entendida como una estrategia permanente de protección del medio ambiente, orientada a modificar conceptos, actitudes y prácticas en las relaciones del hombre con la naturaleza, representa una estrategia para promover la participación activa y solidaria en la búsqueda de soluciones a los problemas planteados y optimizar los mecanismos locales de decisión estudiantil para la gestión del desarrollo sustentable. Por ello, a través de los contenidos y actividades de este trabajo, los normalistas tendrán la oportunidad de fomentar las competencias básicas para actuar de manera responsable consigo mismos, con la naturaleza y con la comunidad de la que forman parte, todo ello, con el propósito de impulsar la participación activa, individual y colectiva, en la construcción de una sociedad más justa y ambientalmente sustentable.
La complejidad de los sistemas es el escenario de análisis para la construcción de saberes cuya acción está orientada a analizar la problemática del hombre-naturaleza, sus relaciones directas por el uso de los recursos naturales como fuentes de materia prima y los impactos generados por el uso ilimitado de estos, asociados a ello, la pérdida de biodiversidad, la ocupación desordenada del territorio, la generación de fuentes contaminantes por efluentes y emisiones de los diversos procesos industriales, entre otros; posicionando así, el escenario de discusión desde los espacios locales, más próximos a los actores y su proyección con los espacios regionales, nacionales y globales.
En diferentes escenarios internacionales, nacionales y regionales, se ha planteado la necesidad de impulsar una conciencia ambientalista entre los diferentes grupos y sectores de la población, con el objeto de establecer una relación bidireccional entre el hombre-naturaleza-desarrollo; y consolidar nuevas prácticas de convivencia y solidaridad humana, como fundamento de una sociedad que garantice la conservación y la calidad de vida (Caride, 1991). La Educación Ambiental debe ayudar a construir y divulgar conocimientos científicos y técnicos, a desarrollar nuevas competencias, a clarificar y consolidar nuevos valores y actitudes; todo ello de forma interrelacionada en el proceso de aprendizaje (Aranguren et al., 1998). En este proceso hay que promover la participación de todos los sentidos y afectos, y que no sólo sea un trabajo intelectual, memorístico, sino que se caracterice porque sus primeras fuentes sean la observación y la experimentación. Debe establecerse una relación entre la sensibilización hacia el entorno, la adquisición de conocimiento, la aptitud para resolver los problemas y la clarificación de los valores. La meta de la EA propuesta en la Carta de Belgrado, en 1975, consiste en: en su proceso innovador ha generado cambios desde la perspectiva axiológica y epistemológica, dado que como proceso educativo integrador y transversal intenta sentar las bases desde la comprensión del ecosistema como sistema de relaciones, para la construcción de un proceso participativo centrado en la evaluación consciente de los valores y las actitudes del hombre con sus espacio de convivencia.
Al respecto propone considerar en el proceso educativo los siguientes principios:
1. Desde lo ético:
a. Postura del hombre con relación a su entorno.
b. Comprender que toda nuestra actividad diaria está implicada en la dialéctica hombre-ambiente.
c. Solidaridad.
2. Desde lo conceptual:
a. Concepción global y sistémica del ambiente
b. El educando debe pensar y hablar en ciclos.
3. Desde lo metodológico:
a. Sustituir (en lo posible) las representaciones simbólicas de la realidad por las experiencias directas en el ambiente.
b. La pedagogía ambiental en y desde la práctica.
c. El educador como facilitador de procesos, proble matizador de sí mismo, en diálogo con la sociedad y con los educandos.
d. Relacionar la escuela como escenario para construir y apropiarse de las herramientas para la vida.
Las distintas problemáticas humanas y su relación con el mundo natural ocurren constantemente, con características que le son propias y generadoras de situaciones que se denominan “ambientales”.
Entendiéndose por ambiente, desde una postura sistémica, al sistema surgido de la interacción de los subsistemas sociales, económicos y ecológicos susceptibles de provocar efectos sobre los seres vivos y las sociedades humanas (Foguelman- Brailovsky).
Esta acepción incluye al hombre dentro del sistema natural, lo que lo compromete aún más con su entorno biótico y abiótico.
Retomando la idea de que el hombre es parte del sistema natural, podemos decir que es algo más que una realidad biológica, puesto que está inmerso en una realidad cultural que le permite evaluar y ponderar su rol en la naturaleza.
A lo largo de la historia, “este eslabón” ha quebrantado la ley del equilibrio natural: así el hombre hace impotable el agua, irrespirable el aire, contamina el suelo hasta su infertilidad, e implementa planes de manejo y distribución de recursos socio-económicos con desigualdad e inequidad. Este panorama suele ser denominado como “crisis ambiental”.
Desde que el hombre adquiere conciencia de su intervención en el mundo, surgen los planteos éticos. El ejercicio racional de la moral, convierte al hombre en juez y parte de sus propias obras.
Específicamente al constatar los efectos de sus comportamientos agresivos hacia la naturaleza, evidencia la necesidad de tomar medidas paliativas, encaminadas a subsanar el deterioro en su relación con el medio.
Resulta entonces imperioso e indispensable preguntarnos a que se refiere cuando se plantea: “educar” en materia ambiental. Para responder a esto es necesario examinar, aunque someramente, el concepto de educación, pues “ambiental” únicamente califica la temática de la que hablaremos.
La educación excede ampliamente la simple acepción que lo vincula a la institución escolar, e involucra otros sentidos desde la dimensión antropológica. Puede señalarse que desde la cotidianeidad, el hombre vive procesos educativos. Estos, abarcan diferentes aspectos de la vida humana, planteando objetivos específicos, requiriendo metodologías y acciones orientadas a problemáticas diversas, en procura de brindar en su conjunto, una formación integral e integradora del ser humano.
La educación tiene una responsabilidad ilimitada, que se extiende más allá de la escuela y del medio social, y afecta a la propia vida y ser del propio Estado. El futuro del Estado y, empero, su supervivencia, depende de la calidad de su educación y este es un asunto de valores espirituales (Lawrence, E. 1972).
Y es que la educación, en tanto que practica social, es el medio que traduce los ideales de la sociedad en cuestión.
La educación ambiental como un proceso permanente
En el que los individuos se conciencian de su medio ambiente y adquieran los conocimientos, valores destrezas, experiencia y también la determinación que les permitirá actuar – individual y colectivamente – para resolver los problemas ambientales presentes y futuros” ,
Los objetivos de la educación ambiental.
En referencia a la doble condición humana, personal o individual, social o colectiva son:
Objetivos de conocimiento: Adquisición de conocimiento comprensivo acerca del medio ambiente, de la problemática ocasionada por la irracionalidad humana, y de la necesidad de proteger el medio ambiente del que forma parte el hombre. Objetivos que debe considerarse en las dimensiones individuales y sociales.
Objetivos actitudinales: Concienciación sobre la necesidad de proteger
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