ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Literatura AmericaNA


Enviado por   •  5 de Febrero de 2014  •  17.956 Palabras (72 Páginas)  •  390 Visitas

Página 1 de 72

Literatura.

Objetivos:

Que el alumno o la alumna pueda:

1. Reconocer y diferenciar las principales características de la novelística del realismo social.

2. Crecer en hábito, sensibilidad y gusto por la lectura de obras de este periodo y descubrir cómo, además, son una vía para comprender la historia de Latinoamérica.

3. Crecer en habilidad para analizar textos literarios del periodo y para sistematizar el producto en comentarios y composiciones elaborados con sentido de creatividad y buen uso del idioma.

Contenidos:

1. Sociedad y cultura en la primera mitad del siglo XX.

2. La novelística de tema social.

1. Sociedad y cultura en la primera mitad del siglo XX.

Los grandes conflictos sociales y políticos. El siglo XX se ha caracterizado por grandes conflictos sociales y políticos; y además por muchos avances tecnológicos. Estos elementos, aunque lentamente, conducen a la humanidad hacia la democracia. Los conflictos sociales estuvieron presentes en el siglo XX. Dos grandes conflictos mundiales (las dos guerras mundiales) hablan claramente de la tendencia guerrerista del ser humano. Pero más que los conflictos mundiales, los conflictos sociales de cada país han generado caos, aunque no puede negarse que han impulsado cambios sociales profundos. La historia de Latinoamérica, particularmente, es la historia de las dictaduras militares, de las corrupciones gubernamentales y de la explotación extrema del hombre por el hombre. Unos pocos, dueños del poder económico, han arrastrado a las grandes mayorías hasta someterlos a estados de pobreza vergonzosos. Estos estados de injusticia han arrastrado a pequeños grupos o grandes contingentes a revelarse contra los explotadores, generándose así verdaderas guerras fraticidas. Sin salir de nuestra patria, podemos mencionar el levantamiento de masas campesinas de occidente, levantamiento que fue reprimido por las fuerzas militares del general Maximiliano Hernández Martínez, quien gobernó de 1931 a 1944.

La literatura no ha estado al margen de este estado de convulsión social, y muchas novelas de la primera mitad del siglo XX dan testimonio de aquellos reiterados conflictos generados por un estado permanente de injusticia.

La Revolución Mexicana. En México, por los años de la revolución (de 1910 a 1919), las clases medias, los campesinos y los obreros, eran contrarios a la reelección del presidente Díaz, pero también opuestos a las costumbres aristocráticas y al afrancesamiento dominante, a la política económica del colonialismo capitalista y a la falta de libertades políticas bajo el régimen dictatorial. En mayo de 1910 se produjo en Morelos la insurrección de Emiliano Zapata al frente de los campesinos, que ocuparon las tierras en demanda de una reforma agraria. Díaz fue reelegido para un séptimo mandato. El 20 de noviembre se produjo la insurrección de Francisco (Pancho) Villa y Pascual Orozco en Chihuahua, pronto secundada en Puebla, Coahuila y Durango. Enseguida los revolucionarios sacaron a Díaz de la presidencia. El nuevo gobierno procedió al desarme de las fuerzas revolucionarias, aunque los zapatistas se negaron a ello.

En las nuevas elecciones presidenciales resultó elegido Madero, pero que no logró alcanzar un acuerdo con Zapata ni con otros líderes agrarios.

Zapata proclamó el Plan de Ayala, en el que se proponía el reparto de tierras y la continuación de la lucha revolucionaria. En ciudad de México tuvo lugar en febrero de 1913 la que se denominó 'Decena Trágica', enfrentamiento entre los insurrectos y las tropas del general Huerta, que causó alrededor de 2.000 muertos y 6.000 heridos.

Las tropas constitucionalistas, formadas por campesinos y gentes del pueblo, derrotaron al Ejército federal por todo el territorio nacional: Villa ocupó Chihuahua y Durango con la División del Norte; Obregón venció en Sonora, Sinaloa y Jalisco con el Cuerpo de Ejército del Noroeste. Después del triunfo constitucionalista en Zacatecas y la ocupación de Querétaro, Guanajuato y Guadalajara, Huerta presentó la dimisión el 15 de julio siguiente y salió del país. En el Tratado de Teoloyucan se acordó la disolución del Ejército federal y la entrada de los constitucionalistas en la capital, que se produjo el 15 de agosto de 1914.

Como suele ocurrir, las diferencias entre los revolucionarios aparecieron. Se dividieron en tres grupos: los villistas, los zapatistas y los carrancistas, vinculados éstos a la burguesía y deseosos de preservar los beneficios obtenidos por los generales, empresarios y abogados adictos a Carranza. Los ejércitos carrancistas al mando del general Obregón ocuparon Puebla el 4 de enero de 1915 y derrotaron a Villa en Celaya, Guanajuato, León y Aguascalientes, entre abril y julio del mismo año, por lo que Estados Unidos reconoció al gobierno de Carranza en el mes de octubre. Villa inició en el norte una guerra de guerrillas y trató de crear conflictos internacionales con Estados Unidos, cuyo gobierno, en 1916, envió tropas en su persecución, aunque éstas no lograron capturarlo. En el sur, Zapata realizó repartos de tierras en Morelos y decretó algunas medidas legales para intentar consolidar las reformas agrarias y las conquistas sociales logradas, pero también los zapatistas fueron derrotados por las tropas constitucionalistas al mando de Pablo González y obligados a replegarse a las montañas.

En septiembre de 1916, Carranza convocó un Congreso Constituyente en Querétaro, donde se elaboró la Constitución de 1917, que consolidaba algunas de las reformas económicas y sociales defendidas por la revolución, en especial la propiedad de la tierra, la regulación de la economía o la protección de los trabajadores. En las elecciones posteriores, Carranza fue elegido presidente de la República y tomó posesión de su cargo el 10 de mayo de 1917. Zapata mantuvo la insurrección en el sur hasta que, víctima de una traición preparada por Pablo González, cayó en una emboscada en la hacienda de San Juan Chinameca, donde el 10 de abril de 1919 fue asesinado.

La masificación de la cultura. Masificar la cultura significa ponerla al alcance de las mayorías. Los inicios del siglo XX ven aparecer dos medios de masificación de la cultura de grandes alcances: la radio y la televisión. Aunque tener un radio era signo de comodidad económica, no tardó mucho tiempo este aparato en llegar a las mayorías. Y con la llegada de la radio llega la información y la cultura. Pero más

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (94.1 Kb)  
Leer 71 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com