Vicente García-Huidobro Fernández nace en Chile en la región metropolitana el 10 de enero de 1893
Angelo Perez VillaroelBiografía28 de Mayo de 2017
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10/11/2016
1.- Vicente García-Huidobro Fernández nace en Chile en la región metropolitana el 10 de enero de 1893 siendo el hijo de una familia ligada a la política y la banca nacional. Este punto es relevante al hablar de la poética de Huidobro ya que su posición social, su formación y el nivel cultural de sus padres fueron los que dieron el input que el poeta necesitaría para comenzar con su arte. Al ser de una familia acomodada pudo realizar sus estudios en lugares de altísima calidad educacional, así como también viajar por diferentes partes del mundo conociendo a grandes artistas y pensadores como Pablo Picasso, Georges Branque, Guillaume Apollinair y Salvador Dalí, entre otros; colaborando también con grandes autores de la escena nacional como lo fueron Pablo de Rokha, Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim.
Sus viajes y el compartir su pensamiento, que desde un comienzo mostro ser de carácter rupturista como lo podemos ver en su primer texto Ecos del Alma (1911) donde si bien sus primeros poemas tienden a ser de carácter modernista, ya que es el movimiento imperante y que más fácilmente podría impactar al padre del creacionismo, es decir que este primer textos entrega un primer vistazo a lo que vendría a ser su forma propia de concebir la lírica. En el texto mencionado podemos encontrar el primer acto de rebeldía o cambio presente por Huidobro en su poema “A la santísima virgen” donde se puede entender, en primera instancia, que el autor se refiere a la virgen María como la musa inspiradora, lo que no extrañaría teniendo una formación jesuita bastante profundizada.
“¡Virgen Bendita! Reyna del cielo,
Yo te adora con todo el corazón
Cantarte, Madre, a Ti es mi único anhelo”.[1]
Desde esta estrofa se pueden apreciar, primero, que esta dedicatoria está más bien dirigida a su madre María ya que fue con quien trabajo en su primer libro y quien lo acercó en un primer momento a la lírica ya que como se sabe a madre de Huidobro la señora María Luisa Fernández fue escritora, aunque no alcanzaría el nivel de su hijo. En este sentido al decir “Madre” se puede entender de manera literal y no en un aspecto religioso, es esta dualidad constante la que impregna los primeros vestigios de lo que será el creacionismo, utilizar las palabras para creo una nueva realidad no imitarla, es decir que no se habla de la virgen María que todos conocen, más bien la que Huidobro tuvo como maestra, guía y principalmente amorosa Mamá.
Continuando, otro aspecto que da a entender que Huidobro no se refiere a su madre en el poema anteriormente mencionado, se encuentra en el texto Pasando y Pasando entre otras cosas expone una crítica y un desapego ante la religió que se le fue formando durante su infancia “(…) pase al colegio de los jesuitas. Ahí sufrí mi primer desengaño (…) me encontré con unos padres enojones, estrictos, iracundos, y muy castigadores. (…)[2] el primer encuentro directo entre Huidobro y los padre fue su primera decepción para con la religión la cual dictaba muchas cosas como órdenes directas las cuales resonaban en la cabeza del poeta como imposiciones que no solo impedían el crecimiento cultural de la gente pero que también volvía a la misma en gente apática y de carácter duro, incluso los cataloga de tener “sed de mando” y “afán de ser consultados para pontificar y darse humos de sabios” [3] de esta manera queda claro que Huidobro no es cercano a la religión de la manera en que se les enseño, para el autor este aspecto es una realidad de muchas creadas a través de plumas que narran historias de mundos diversos donde todo puede pasar.
Siguiendo, el alejarse en cierta manera de la religión como método empírico de una realidad le dio a Huidobro una visión más panorámica de lo que es el mundo, y las múltiples realidades que se pueden crear, es bajo esta idea junto al tedio de la mimesis de la realidad a la que desde tiempos antiguos se catalogaba a los poetas, es que el autor de Altazor comenzó a romper de a poco los aspectos clásicos establecidos para la poesía. En su conferencia Non serviam se esclarece este aspecto que lo llevaría a diferenciarse del resto, es aquí donde se encuentra su primer manifiesto estético alejado del resto
Non serviam. No he de ser tu esclavo, madre Natura; seré tu amo. Te servirás de mí; está bien. No quiero y no puedo evitarlo; pero yo también me serviré de ti. Yo tendré mis árboles que no serán como los tuyos, tendré mis montañas, tendré mis ríos y mis mares, tendré mi cielo y mis estrellas.[4]
El poeta ya se muestra distanciado de la panorámica general que ahonda en la lírica general, se entrega por completo a un pensamiento de creación único que daría forma a su obra más grande la cual no es un texto propiamente tal, sino más bien una forma de concebir el arte mismo, nace de esta forma el creacionismo, movimiento que se caracteriza principalmente por darle al autor el nivel de Dios, un ente supremo que puede crear desde su mente realidades nuevas, mundos desconocidos, aspectos poco antes vistos de cosas tan comunes.
De esta forma, la poética de Huidobro se va conformando desde sus comienzos con un carácter que lo diferenciaba del resto, ya sea en su postura religiosa pese a su formación, así como a la forma de concebir el rol del poeta mismo, otorgándole un poder incalculable el cual debe manejarse con sumo cuidado porque “El adjetivo, cuando no da vida, mata”[5]. Como menciona Huidobro la palabra como tal si no es utilizada para crear universos, realidades, vida u verdades propias está siendo utilizada para matar, asesinar las múltiples creaciones posibles, la imaginación en otras palabras, ya que si solo se utiliza la palabra de manera pedestre, esta termina por agotarse, lo que el poeta debe hacer es darle vida a cada situación de manera única, no de la manera que Platón adjudicaba de mimesis, más bien realizando nuevas invenciones nada antes visto.
De igual forma, estas creaciones poco comunes alcanzan la cúspide en el texto “Altazor” donde convergen todos los aspectos que fueron formando y que seguirán dándole forma a la obra de Huidobro. En un primer momento menciona “Abrí los ojos en el siglo, en que moría el cristianismo”[6] ya en el Canto I se puede ver como implementa aquellos temas más recurrentes, como lo son el desapego a la religión. Más adelante diría
“Demasiada poesía
Desde el arco-iris hasta el culo pianista de la vecina
Basta señora de poesía bambina”[7]
De esta manera Huidobro hace referencia a la cantidad de poesía que hablaba de lo mismo, temas infantiles (bambina) que solo son colores bonitos y representaciones de distintos desamores que no entregan nada nuevo. A lo largo de su poética Vicente García-Huidobro propone un viaje completamente diferente al resto, un viaje sin tiempo ni espacio, una aventura que se mantiene cambiante a pesar de los años y, hasta cierto punto, libre de interpretación. El poeta no buscaba cantarle a la rosa o al amor, él quiso cantarse a sí mismo, y a como los artistas pueden llegar a crear belleza de cosas tan pequeñas.
2.- Pablo de Rokha nace en Licantén en 1894, donde viviría una vida de campo y desempeñando diversos trabajos con su padre, viajaría a estudiar a un seminario donde sería expulsado por sus ateísmo; llegando a estudiar a Santiago donde terminaría sus estudios en humanidades. Carlos Ignacio Díaz Loyola como nació Rokha presenta en su poética rasgos que son constantes en la lírica nacional y también en el arte general del país, habla sobre cómo enfrentarse a los pesares de la injusticia, luchar por lo que es justo, batallar para lograr cambios, etc. el hablante lírico en su poesía es constantemente reiterativo en algunos aspectos, esto para enfatizar en la situación o en la importancia del asunto. En su poema “Los pálidos conquistadores” del libro Los gemidos se puede apreciar ambos puntos mencionados “(…) a fuerza de tener el alma hirviendo, a fuerza de tener el alma hirviendo, a fuerza de tener el alma hirviendo a setenta y un grados a la sombra.”[8] Acá se da a entender, según el contexto del poema, que los conquistadores eran solo movidos por el hambre de gloria y el fuego que hervía sus entrañas era el que producía el oro, la matanza y el placer del poder por lo desconocido. De igual forma muestra su lado más polémico cuando menciona “Y, os llamáseis Pedro de Valdivia, Hernán Cortés o Francisco Pizarro, Napoleón, érais lomismo: valiente, borrachos, canallas, dementes o locos geniales (…)”[9] como se aprecia la poética de Rokha consta de estas dos cualidades, la exaltación a través del énfasis reiterando palabras u oraciones, y además el constante repudio y ataque a quienes van en contra de los justo y moralmente correcto; se puede decir que el poeta de Licantén es un hombre comprometido para con su nación y muchas otras, más bien es mejor comentar que era un señor entregado a la vida y a lo justo.
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