ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ANALISIS DEL DISCURSO DEL DIARIO EL UNIVERSAL DURANTE LOS SUCESOS DEL 11 DE ABRIL DE 2002 EN VENEZUELA

DAVIDORTEGA21 de Julio de 2012

9.180 Palabras (37 Páginas)967 Visitas

Página 1 de 37

ANALISIS DEL DISCURSO DEL DIARIO EL UNIVERSAL

DURANTE LOS SUCESOS DEL 11 DE ABRIL DE 2002 EN VENEZUELA

Autor: David Ortega

Profesor de Historia

Instituto Pedagógico

de Caracas

Introducción

La presencia activa de los medios de comunicación, tanto audiovisuales como escritos, en los sucesos que condujeron al golpe de Estado del 11 de abril de 2002, ha llevado a que algunos se atrevan a afirmar que aquel fue un “golpe mediático”. Al respecto, la Defensoría del Pueblo, en su informe anual 2002, relata los hechos de la siguiente manera:

Al final de la tarde, las televisoras privadas transmitieron imágenes de algunos simpatizantes del gobierno disparando desde Puente LLaguno, ubicado cerca del Palacio de Gobierno. Las informaciones difundidas en las cadenas de televisión privadas hicieron alusión a que estos ciudadanos disparaban contra manifestantes de la oposición desarmados, aunque las imágenes no mostraban hacia donde disparaban. Los medios de comunicación imputaban que todas las víctimas pertenecían a la marcha de la oposición. De manera inmediata se hicieron pronunciamientos de funcionarios militares de alto rango que responsabilizaban al gobierno por los hechos de violencia. En horas de la noche, fue interrumpida la señal del canal del Estado (pp.436-437).

Aun cuando han transcurrido varios años de aquellos acontecimientos, y se han disipado algunas dudas sobre la veracidad de los hechos, se hace necesario evaluar el verdadero papel jugado por los medios de comunicación con sus mensajes, en particular los titulares, los reportajes, las noticias y los artículos de opinión aparecidos los días 10, 11, 12 y 13 de abril de 2002, en el diario El Universal.

Hecha esta delimitación espacio-temporal, en esta ponencia se persigue “encontrar una forma que dé cuenta del ‘discurso vivo’, principalmente en el texto, y así poder observar las mutuas influencias que ejercen entre si el lenguaje y la sociedad” (Meersohn, 2005), especialmente la influencia que ejercieron los mensajes del diario El Universal en aquellos días.

Para alcanzar el objetivo planteado se sigue la orientación metodológica del Análisis Crítico del Discurso (ACD) propuesto por Teum van Dijk en su libro Ideología, conjugando los componentes psico-socio-lingüísticos del discurso en aquellos días del diario seleccionado; en el que se desentrañan los desentendimientos mutuos entre los actores enfrentados en aquellos sucesos en la retórica, el léxico y las proposiciones, y las estrategias político-comunicacionales utilizadas para conseguir seguidores que sirvieran al cumplimiento de los objetivos políticos en juego, enfatizando tanto lo implícito como lo explícito en el discurso.

Para alcanzar el propósito expresado se explica el significado de la secuencia de las expresiones discursivas (sintaxis) contenidas en el contexto de las acciones que conllevaron al golpe de Estado, se reconstruyen las condiciones de coherencia semántica del discurso en el diario seleccionado, y se interpreta la intencionalidad política e ideológica de los mensajes comunicados.

Aquí la sintaxis es entendida como relaciones jerárquicas de las estructuras de cláusulas y oraciones. “De esta manera, el orden y la posición jerárquica puede señalar la importancia y la relevancia de los significados, y puede incidir cuando se quiere enfatizar u ocultar significados preferidos o no preferidos, respectivamente” (van Dijk, 1999, p. 256). La coherencia semántica es entendida en términos de proposiciones completas que dicen cómo se presentan y evalúan los acontecimientos y coyuntura socio-política que ellas denotan, y cómo estos acontecimientos son presentados ideológicamente controlados. Y cuando se habla de interpretación se le da el significado dado por van Dijk (1999):

“… un hablante y un receptor pueden asignar (pensar, interpretar, inferir) distintos significados a una misma expresión y, por supuesto, la misma expresión puede, en consecuencia indicar distintas cosas en distintos contextos. De este modo, los significados del discurso o del lenguaje en uso son contextuales y situados, y dependen de la interpretación de los participantes” (p. 259).

Para desentrañar analíticamente los discursos del diario El Universal, se seleccionó una muestra de titulares, artículos de opinión, imágenes y reportajes para explicar e interpretar sus significados en el contexto socio-político que conllevaron al golpe de Estado. Y para finalizar, se llega a algunas conclusiones, en forma de reflexión, sobre las representaciones ideológicas contenidas en los mensajes del diario El Universal durante aquellos días aciagos para la República.

Contexto Socio-político

Durante las décadas ochenta y noventa del siglo pasado, el modelo de Democracia Representativa que se había inaugurado en 1958 con la firma del Pacto de Punto Fijo, y el modelo de economía rentista y dependiente de hacía más de setenta años, daba signos de agotamiento y crisis. Los sucesos del 27 de febrero de 1989 y días subsiguientes, conocidos como El Caracazo y El Sacudón, dieron cuenta de la profunda crisis social y económica de aquel modelo y del cambio de comportamiento político de amplios sectores populares que decidieron tomar las calles como medio de protestas y abstenerse en los procesos electorales por no encontrar opciones de cambio por esta vía.

En la década de los noventa aumentó la tendencia de la población a la pérdida de credibilidad en los partidos políticos y sus dirigentes. Rafael Caldera, uno de los signatarios del Pacto de Punto Fijo, con el apoyo de una coalición de partidos políticos de izquierda, conocido como El Chiripero, resultó electo Presidente de la Republica en diciembre de 1993 con el exiguo respaldo del 18 por ciento del electorado. En su segundo periodo presidencial (1994-1999), Rafael Caldera profundizó la política neoliberal iniciada por Pérez, no contuvo la crisis bancaria de diciembre de 1994, ni los elevados niveles de inflación que agudizaban la pobreza.

En este contexto surgió en diciembre de 1998 un nuevo proceso político democrático llamado bolivariano, con nuevos actores políticos, nuevas organizaciones políticas y un nuevo plan de país que ha recibido el respaldo de los ciudadanos venezolanos, y que es encarnado por el Comandante Hugo Chávez, quien resultó electo Presidente de la República con el respaldo del 53 % del electorado.

Pero, aun cuando Chávez había ganado abrumadoramente las elecciones, y con ello había capturado el poder Ejecutivo Nacional, el resto de los poderes del Estado se mantenían intactos, bajo el control de los grupos de poder que habían gobernado en los últimos cuarenta años. Por otra parte, el sector sindical seguía controlado por una camarilla de sindicaleros comprometidos con el viejo régimen, el sector empresarial estaba acostumbrado a gobernar indirectamente utilizando el modelo de democracia de partidos y no contaba con un proyecto de país (más bien se había entregado a los dictámenes del capital transnacional), y la alta jerarquía eclesiástica seguía actuando como lo había hecho históricamente: temerosa de los cambios prefería el status quo.

En diciembre de 1999 los venezolanos aprobaron por referéndum un nuevo texto constitucional, después de una amplia discusión pública sobre los grandes problemas del país y las líneas rectoras para la reconstrucción de la Republica que debía contener la nueva Constitución. Esta nueva Constitución de la ahora República Bolivariana de Venezuela en una de sus disposiciones transitorias ordenó la relegitimación de todos los cargos públicos de elección popular, incluyendo al Presidente de la Republica. Tuvo que realizarse entonces nuevas elecciones el 30 de julio de 2000, resultando relegitimado el Presidente de la Republica para el período 2001-2007 con el respaldo del 59,76 por ciento del electorado, y las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional que le dieron para el período 2001-2005 los dos tercios de los escaños que necesitaba el Presidente Hugo Chávez para que se legislara en función de reformar y formular nuevas leyes en consonancia con el nuevo texto constitucional.

Con esta nueva correlación de fuerzas en el Parlamento que no había tenido el Presidente en el período anterior (1999-2001), le permitió obtener de la Asamblea Nacional la facultad para que el Ejecutivo legislara en materias económicas y sociales. Fue así como en el año 2001, debido a la cercanía del vencimiento de dicha facultad, Chávez decretó 49 leyes, lo que produjo enfurecimiento en los opositores, sobre todo por la ley de tierra y la ley de hidrocarburos.

Inmediatamente los empresarios agrupados en la patronal Fedecámaras, desesperados y apoyados en su enorme poder económico y mediático, convocaron una huelga general el 10 de diciembre de 2001 que no recibió el respaldo esperado. Luego, el 23 de enero de 2002 y días siguientes, los opositores ensayaron concentraciones y movilizaciones callejeras. Desde entonces el objetivo político oposicionista se hacía sentir en casi todos los medios de comunicación social y en las movilizaciones con la consigna: “Se va, se va, se va, se va, se va…”

En febrero de 2002 Chávez cambio la plana mayor de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa petrolera del Estado, por gerentes leales al Gobierno. En opinión de las organizaciones políticas oposicionistas, de los empresarios y de la alta gerencia y gerencia media de la petrolera, Chávez había violentado con estos cambios una larga tradición meritocrática dentro de la empresa, nombrando en puestos directivos a personas

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (59 Kb)
Leer 36 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com