Ballet en el siglo XIX (Francia)

Mayra Nayelli Fernández Barranco

Mtro. Julius Brewster Jr.

Ballet V

20 noviembre 17

Ballet en el siglo XIX (Francia)

El romanticismo fue un movimiento artístico, cultural y revolucionario desarrollado en el siglo XIX con su origen principalmente, en Alemania y Gran Bretaña; aunque llegó a cubrir prácticamente toda Europa. Surgió a finales del siglo XVIII, con principales características como en rechazo al racionalismo, pero sin desvalorizar a la razón como instrumento de conocimiento, exaltaba los sentimientos, proponía originalidad ante una tradición clasicista.  Favorecía la conciencia del “yo” como entidad autónoma, dotada de capacidades como fantasía y sentimientos. Por lo tanto, las propuestas artísticas estuvieron cargadas de emotividad, subjetividad, pasión y sentimientos, rendían culto a la individualidad del artista y desafiaban la moral colectiva del siglo XVIII.

Específicamente hablando del ballet, las condiciones técnicas, no sólo del movimiento, si no también escenográficas, llegaron a tal desarrollo que permitió la creación de ambientes muy diferentes; fantasiosos, irreales, místicos, sobrenaturales, sombríos.

Al igual que en otras artes, el romanticismo en el ballet gustó de hallar inspiración en la Edad Media (época feudal, oscurantismo y expresión) para transformarla e idealizarla a través de la imaginación romántica. Algo muy importante que caracteriza al ballet romántico es el énfasis que se da a la dualidad del ser humano como materia y como espíritu, esto por supuesto se ve reflejado en los argumentos y temas junto con otros aspectos como diferencias sociales y económicas entre hombres, luchas por el triunfo del amor, ideales y riquezas. Podemos decir que la constante del romanticismo se basó en la búsqueda del hombre de una mejor existencia en un mundo irreal, conformado por espíritus que podían escapar al tiempo y a todo lo que les rodeaba.

El ballet o baile clásico tiene un bagaje de suma importancia en la música. En él se conjugan la plasticidad, el ritmo, la mímica y todos los elementos necesarios para hacer del ballet un gran espectáculo, al que muchos compositores prestaron gran atención.

En Francia, bajo los reinados de Luis XIV y Luis XV, aparece la fusión entre el ballet de corte y el melodramático, de donde surgirán tres tipos diferentes: la comedia-ballet, la tragedia-ballet y la ópera-ballet.

Uno de los personajes más importantes para el desarrollo de la técnica en el ballet hasta la actualidad es, Carlo Blasis, considerado la figura principal y más importante en materia didáctica. Fue teórico de la danza del siglo XIX, proporcionando la base técnica a la danza en el estilo romántico, su formación fue artística y científica, recibió formación en ballet de Jean Dauverbal y Pierre Gardel. Conoció la historia de la danza y buscó explicaciones científicas al desempeño de dicha práctica. Ha sido el único investigador científico con relación al ballet. Debutó en Marseille en 1809 y de 1813 a 1821 fue solista en la Scala de Milán dirigida por Salvatore Vigano. En 1820 publica en Milán su obra didáctica “Tratado elemental, teórico y práctico del arte de la danza”, mejor conocido como “El arte de Terpcicore” el cual se convierte en la base de entrenamiento del bailarín hasta la actualidad. En 1837 se vuelve director del ballet de la Scala y 10 años después escribe “El hombre físico y moral”, el cual aporta importantes descubrimientos científicos en torno al ballet, viajó a Berlín, Moscú y Londres, finalmente regresa a San Petersburgo.

Carlo Blasis tuvo el mérito de contribuir al auge del ballet en Rusia, ya que consideraba que el cuerpo expresaba sentimiento y arte, pero requería de todo un proceso. Sus alumnas más destacadas fueron Carlota Grisi y Fanny Cerrito, quienes contribuyeron a consagrar el esplendor del romanticismo en el ballet.

Dentro de las innovaciones técnicas creadas por Blasis se encuentran:

• Modificó viejos preceptos académicos introduciendo los 180 grados de rotación.
• Hizo un estudio de la anatomía humana y la aplicó al ballet.
• Creó el attitude, inspirado en la escultura del “Mercurio de Bologne”
• Estableció un sistema de entrenamiento basado en un orden de ejercicios, dividió barra y centro.
• Hizo un estudio de los giros desde la preparación, formas de girar y variadas posiciones que se adoptan durante el giro y modos de terminar el mismo. Creó el spot.

Con la llegada de Salvatore Vigano (1769-1821), y su profunda renovación del ballet (son desechadas la pantomima y las danzas expresivas), comienza a prevalecer el concepto de que en el ballet todo debe ser danza, por lo tanto, es conocido como el padre del espectáculo o “Coreodrama”, quien supo sintetizar la danza, la pantomima y otras formas artísticas además de dar mayor relevancia al cuerpo de ballet con números propios.

Vigano fue un bailarín y coreógrafo italiano alumno de Jean Dauverbal, fue maestro de ballet en Viena donde colaboró con Beethoven, lo que le valió ser el primero en utilizar música clásica en el ballet, puesto que Beethoven le dedicó su ballet “Las criaturas de Prometeo” en 1801. Sus ideas principales se basaron en restaurar y equilibrar la técnica y la expresión.

El ballet romántico (ballet blanco) estableció características como, la creación de un nuevo estilo y método danzario, donde predominaba la suavidad, ligereza, trabajo impecable de piernas, precisión y elevación, surgió la danza en puntas, la mujer pasa a primer plano y el hombre a segundo, siendo éste únicamente acompañante y sostén, los argumentos se llenaron de temas fantásticos y se emplearon varios recursos folclóricos europeos.

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